Dos deseos de navidad

CAPÍTULO 2 (Sam)

24/12/14 Londres, Inglaterra.

Me miro en el espejo y no me gusta para nada mi pelo, lo tengo demasiado largo, ya me cubre la frente. Lo despeino un poco y ahora tengo apariencia de recién despierto, genial, nótese sarcasmo. Que va, no me voy arreglar tanto estamos solo mis padres y hermanos, los cuales me quieren aunque tenga un grano enorme en la frente. Parezco un vampiro soy demasiado blanco, con el pelo negro como el asfalto y los ojos marrones tirando a negro. Necesito un cambio de look.

- Samy baja a preparar la mesa- Me llamó mi madre. Último vistazo y me dirijo a las escaleras, en el camino termino tropezando con un juegete de mi hermano pequeño y así cayendo al piso, hasta las escaleras y no parar y seguir como si fuera una pelota. Lo único que atino a hacer es gritar e insultar cosa que se me da bien.

Segundos después me encuentro desparramado en el piso esperando por alguna alma gentil que me quiera levantar.

- ¡Ay hijo!- Gritó mamá- ¡Ralph ven aquí rápido, ayúdame!- seguía gritando apunto de estallar. Enseguida llegó papá en un abrir y cerrar de ojos ya me tenia en el sillón.

Ay mi brazo duele como los mil infiernos y mi ojo igual, pues sam no te quejes aquí tienes tu cambio de look. Me observo en un espejo y este esta morado.

Mi hermana Jennifer fue a buscar a mi vecino el cual es doctor. Cuando este llegó me hizo los típicos chequeos que supongo se deben hacer cuando uno cae rodando por la escalera.

- Bueno Sam quiero que tengas el brazo en alto por dos semanas por eso te coloque este pañuelo alrededor, con el ojo mucho hielo y descanso media hora y con un calmante cada 12 horas es sufiente- Terminó de decir mi vecino luego de atenderme- Hasta luego y felices navidades- Dicho esto se fue.

Genial linda manera de comenzar navidad.

- Hija deja de pelear con tu hermano por favor - Luego de un rato ya nos encontramos en la mesa comiendo como caníbales. Y mamá ya se encontraba retando a Lucía como de costumbre.

- El empezó- Acusó Lucía, genial, amo tanto esto y hablo en serio.

Luego de que Luke le tirara a Lu con un tenedor, ella dijera su primer insulto y mis padres los castigarán. Mi hermana Jennifer me contó sobre un deseo de navidad que si lo pides a las doce en punto se hara realidad, cosa que no creo. Pero luego la cena transcurrió tranquila.

- Vamos familia afuera, ya son 23:50- Nos informó papá viendo su reloj de mano.

Y así nos levantamos y nos dirigimos al patio, no sin antes agarrar mi vaso de limonada, dirán que es infantil no tomar alcohol, pero creo que tendre tiempo de emborracharme algún día y este no es.

Tomo asiento en el césped del jardín de mis padres junto con mis hermanos y detenidamente observamos al vecino del frente tratando de encender una vengala, cosa que no creo que salga bien. Los gritos en la cuadra comienzan, eso ya me hace saber que es navidad, observo mi vaso de limonada, mientras pienso en ese dichoso deseo de noche buena que me contó mi hermana. Creo que es hora de creerle en algo alguna vez 《Deseo que alguna vez me hagan cambiar de opinión sobre que el amor es una verdadera mierda inútil, conocer esa chica que pueda recoger delicadamente los pedazos de mi roto corazón y pegarlos dulcemente, solo eso, piénsalo bien Santa》Luego de pensar en esto, me levanto costosamente para saludar a mis siete hermanos y mis padres, las personas las cual en este momento son las luz de mis ojos.

Al llegar a ellos nos saludamos cariñosamente, eso si tratando de no apretar mi brazo herido. Papá trajo los regalos al patio donde los comenzamos abrir para todos era lo mismo un par de medias y dinero. En ese momento llegaron vecinos y nos comenzamos a felicitar y charlar un poco así haciéndose muy tarde.

Ya muy cansado me despido de todos y me dirigo a mi habitación. Mientras subo las escaleras vigilo que no haya ningún objeto dañino a mi cuerpo. Al llegar sano y salvo a mi cuarto noto mi "celular", si asi se le puede llamar a ese ladrillo, el cual esta sonando.

Cuando voy a contestar la llamada se corta ya que esta cosa no tiene mucha señal a pesar de su antena de metro y medio.

Si es importante llamaran de nuevo, pense.

Me desvesti como pude y me acosté, al hacerlo note que no había pensando en todo el día en Lilian, genial, y vengo a pensar justo ahora. Sam, piensa en el deseo que acabas de pedir. No puedo ser tan masoquista. Enojado conmigo mismo trato de dormir consiguiendolo rápidamente.