Dos deseos de navidad

CAPÍTULO 4 (Sam)

26/12/14 Londres,  Inglaterra.

- Hijo te esperamos para el 31- Dijo mi padre mientras yo me aproximaba a la puerta.

-Si papá, chau familia nos vemos-Terminando de decir esto me voy. Mientras camino hasta la parada me doy cuenta que sigue nevando, poco pero sigue, esto es raro.

Luego de un rato me encontraba en mi casa aburrido, estaba de licencia médica por mi brazo, no tenia nada que hacer, así que decidí salir un rato.

Me apronto y antes de salir me observo en el espejo y mi ojo sigue igual de morado ya que me he olvidado de colocarme hielo ahí. Luego de mirar mi atuendo que era un buzo típico navideño, una campera sumamente abrigada que me la coloqué en un brazo ya que con el otro no puedo, unos vaqueros y botas. Pelo sumamente revuelto. Y asi me dirijo a "London Eye", mi lugar favorito. Decido ir caminando ya que vivo bastante cerca. Mientras camino pienso en lo bien que lo pase estos dos días. Fueron geniales, también en como pesa este celular, es molesto llevarlo en el bolsillo de la campera siento que me voy a caer a un lado. Cuando levanto la cabeza noto que ya llegue.

Me subo a una de las cabinas y comienzo a observar a través del cristal, esto es hermoso nunca me cansaré de esto, luego de unos segundos noto que a mi lado hay una chica, la cual me mira raro, con cara de desconfianza, que le pasa, ni que fuera tan feo, tengo un atractivo, pequeño pero esta. Mientras pienso esto noto que comienza a subir, esto es genial luego de unos segundos para. Y escucho que la chica "cara seria" emite un sonido extraño, me paro como puedo y la miro con expresión divertida.Entonces me divertiré un rato.

- ¿Te da miedo las alturas? - Mierda no quería que sonara tímido.

- Si- Me contesta seriamente, que genio. Y carácter. Quiza todavía sigue con lo que le enseñaron sus padres "No hables con extraños". No respondí a esa rara, luego de unos segundos noto que la cabina se sacude y para. Ups esto es a causa de la nieve. Entonces decido sacar mi ladrillo para ver si tengo señal y hablar con alguien. Enseguida lo saco la chica "voy a matarte si me vuelves hablar" comienza a reir fuertemente. Se que es por esto gigante que tengo en mi mano sana. Su risa es muy contagiosa por lo cual le sonrio, noto que sigue riendo pero su mirada cambió. Comienzo a reir y entre carcajadas le hago una broma.

— Si, se calló de la pared de una casa y lo tomé— Comenzó a reir de nuevo, me gusta su risa, muestra que detras de esa máscara de "soy mala no me toques" hay una chica divertida.

— Por lo menos tiene un ladrillo, yo ni eso— Me sigue la corriente, pero me trata de usted, al parecer soy un poco mas grande que ella, pero tampoco para que me diga viejo. Enseguida me imagino todo viejo y sigo riendo por lo que dijo y por mi pensamiento.

Unos segundos después esta cosa se sacude dando a entender que esta andando, haciendo que mi teléfono caiga y suena tan fuerte que no puedo evitar pensar que me quede sin celular "nuevo" otra vez. Agacho la mirada y noto que esta sano. La chica lo levanta y me alcanza, haciendo que nuestros dedos rocen, ¿Cómo hace para tener las manos tibias con este frío? Exclamé a mis adentros. Ella miró mi mano por un segundo y levantó su mirada, la cual demuestra algo que no puedo identificar, enseguida la aparta junto con un paso atrás, no entiendo nada.

El recorrido se hizo silencioso,  ya que la chica cuyo nombre no se, el cual voy averiguar, no habló y siguió con su mirada perdida. Cuando la cabina paró ella casi se va corriendo. No tan rápido. La paro sonriendo.

— Soy Sam— Me presenté mientras le ofrecía mi mano la cual aceptó. Era mas que obvio que le iba a decir Sam y no Sammuel, si no pensaría que soy un completo tonto.

— Soy Lorrain— Se presentó. Un nombre serio para una cara seria, todo concuerda, ni que se fuera a llamar Arcoiris, ahí si que sería malo, ante mi pensamiento hice una mueca la cual notó. Uy.

— ¿Sí quires podemos vernos mañana?— ¿Por qué dije eso? La invité a salir inconscientemente, bueno no me puedo tirar atras así que continúe timidamente— hay un lugar increíble para ir- Acabo de invitar a una cara seria y risa linda a salir.

— ¡Si!!, nos encontramos aquí a las ocho de la noche— Respondió rápidamente, ¡Mañana tengo una cita! No pude evitar sonreír.

— ¡Genial!, mañana aquí a las ocho de la noche- Afirmé y de apoco nos fuimos alejando.

Mientras camino sonrió con suficiencia, genial Sammuel Lee, tus encantos todavía están intactos. Soy un ganador de chicas lindas, ¿QUÉ ACABO DE PENSAR?.