Capítulo 7

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Pov Gustabo

Una vez reunida la mafia sexy fuimos a por unos trajes y unas máscaras, después fuimos a por cuatro rehenes y ya solo faltaba ir a la joyería. Cuando estuvimos allí Horacio robó todas las joyas que pudo, mientras que Pablito y yo nos encargábamos de que todos los rehenes estuvieran bien y Segismundo vigilaba la calle. Más tarde llegó Conway y se puso a negociar.

-C: A ver mariconettis quiero a todos los rehenes vivitos y coleando.

-G: Están todos bien, ni te preocupes cara nabo. 

-C: Quiero verlos, ponedlos a todos delante de la puerta.

Pablito puso a todos los rehenes en la puerta y Horacio se puso a negociar con el super intendente. 

-H: Para empezar queremos una huida limpia, nada de pinchos, ni barreras ni ostias de esas, me entiendes corbatitas?

-C: Os lo voy a explicar rápidamente, un rehén, una cosa, ¿Lo pillais?

-H: Vale, pues como no nos quieres dar lo que queremos, igual le pegamos un tiro a un rehén, ¿que te parece? 

-C: Vale, está bien, huida limpia. Sacad al primer rehén.

Dejé a Horacio negociando ya que Segismundo me llamo y me llevo hasta la esquina de la joyeria, pensaba que me diría algo útil para negociar con la policía pero no fue así.

-S: Oye Gustabo tengo que hacer una cosa y como no se si vamos a salir de esta no me quiero quedar con las ganas.

-G: Vale pero, ¿Qué es lo que quieres hacer?

-S: Esto.

De repente Segismundo me levanto un poco la máscara y me besó,y yo confundido me aparte, le mire a los ojos y vi cómo le brillaban.En ese momento algo se movió en mi interior ,estaba confuso pero no dudé en devolverle el beso. Nos fundimos en un beso lento y apasionado, fue perfecto. Nos separamos el uno del otro y nos sonreímos tímidamente. 

Miré hacia la puerta y vi como el intendente nos estaba mirando, en ese momento, me puse muy nervioso por miedo a que nos hubiera reconocido. Decidimos volver con el grupo pero yo no podía dejar de pensar en lo que acababa de pasar. ¿Qué pensaría Conway si se enterara? Estaba hecho un lío, joder, ¿Qué sentía por Segismundo? Era una pregunta para la que no tenía respuesta. 

-H: ¿Gustabo estás bien?

-G: Si tranquilo, vamos a seguir negociando con el super indigente y sus perritos.

-H: Ya está todo hablado, les daremos a los rehenes y a cambio nos darán una huida limpia, el coche no estará trucado, nada de helicópteros y tenemos 2 segundos desde que nos montamos en coche y pitamos. ¡De esta salimos Gustabo!

Quería decirle que sí, que saldríamos de esta, pero había algo dentro de mí que me decía que esto no iba a salir bien. Tenía un sentimiento extraño, estaba inseguro.

-S: ¡Chicos! mi primo Rogelio me acaba de decir que nos puede hacer una barrera en la carretera para parar a los policías.

-H: perfecto Segis, ¡Ya veréis como nos salimos con la nuestra!

Los policías se pusieron en posición y nosotros salimos de la joyeria para montar al en el coche.

-G: Antes de que arranques Segis, quiero deciros algo, pase lo que pase quiero y necesito que sepáis que os quiero. Si logramos escapar perfecto, pero si no, prometerme que nos volveremos a encontrar cuando podamos.

Todos prometimos que nos volveríamos a encontrar si esto salía mal.

-G: PISA EL ACELERADOR SEGISMUNDO!! Y por lo que más quieras, ni se te ocurra chocarte porfavor.

Esto parecía una puta película, éramos perseguidos por 3 motos y 2 coches, podíamos dejar perfectamente a los coches atrás, pero las motos, las motos eran como un grano en el culo, corrían más que nuestro coche y esto sí que era un problema.

-S: Llamad a mí primo, tenemos que salir de esta como sea.

Pablito llamó a Rogelio pero este no le cogía.

-P: No me coge el pinche móvil tu primo, que está haciendo, no es momento de joterías wey.

-G: Me cago en la puta que hacemos, ¿Llamo a Trujillo por si nos puede ayudar?

-P: Ni se te ocurra Gustabo, no quiero ayuda de ese joto, está muerto para mí. Como lo vea te juro que le pego un tiro.

-G: ¿Y qué hacemos? ¿Para dónde tiramos?

-S: Voy a tirar para la autopista, ¿este coche en recto se ponía a 200km/h no? Igual tenemos alguna oportunidad de dejarles atrás.

Segismundo fue rumbo a la autopista, pero las motos no se separaban de nosotros.

-G: Segismundo me está llamando tu primo.

-S: ¡Cógele ya!

-G: ¿Rogelio?

-R: ¿Dónde estáis?

-G: Ahora te lo digo… vale, estamos cerca de donde los buzos, ¿Dónde cojones estás tú?

-R: Perfecto Gustabo perfecto, cuando paséis el puente que está casi llegando donde a donde los buzos, avísame, no os imagináis la que tengo montada aquí.

-G: Hasta ahora Rogelio.

Nada más colgar vi el puente a lo lejos.

-G: Vale chicos, Rogelio me ha dicho que tiene algo montado en ese puente de ahí delante, tú sigue y luego damos la vuelta para pasar por el.
Mientras tanto, intenta tirar a las motos con el coche o distraelas, haz lo que veas.

Llegamos a una zona de la autopista dónde podiamos dar media vuelta. Cuando intentamos dar media vuelta una moto de policia se estampó contra nuestro coche, lo que ocasionó que se cayera de la moto y que nos olvidásemos de el en esta persecución. 

-H: Vaya Ostia se ha metido el de la motito, ese no vuelve a subirse a una moto en la vida.

Conway se puso a nuestra par para poder decirnos algo.

-C: Deetened el vehículo, habéis abatido a uno de los nuestros, a partir de ahora se activa la clave Robert.

-G: ¡No es culpa nuestra que tú compañero no sepa conducir corbatitas!

-H: ¡Clave Robert mis cojones!

Antes de entrar en el túnel avisé a Rogelio para que estuviese preparado.

Entramos y esto parecía una puta fiesta, coches parados en el medio del túnel, un camión cruzado horizontalmente y Rogelio subido en una furgoneta negra.

Consiguió tirar a otra moto, ya casi lo teníamos, solo nos quedaba el intendente.

-S: DISPARAR A LAS RUEDAS, SOLO QUEDA EL!

Saqué rápidamente el arma y le apunte a las ruedas, pero no podía hacerlo, no era capaz. No podía pensar con claridad, no después de todo lo que estaba pasando. Primero el beso con Segismundo, no sabía que pensar sobre eso, estaba confundido. Necesitaba hablar con el y aclarar todo lo que había pasado. Luego mis sentimientos hacia Conway. No podía disparar y poner en peligro a una persona que quería, porque si, quería a Conway. Aunque me pegase, me insultase y me humillase, yo le quería. Estaba demasiado agobiado y no podía hacer nada. Solo quería que se acabase esto cuanto antes y poder salir corriendo de aquí, quería estar solo, necesitaba estar solo.

-G: No puedo hacerlo.

-H: No me jodas Gustabo, ya lo hago yo.

Horacio sacó el arma por la ventanilla y procedió a dispararle a las ruedas. Acto seguido yo me giré para ver qué Conway seguía bien y que no le había pasado nada, pero cuando estaba mirando hacia atrás vi como un coche de policía se acercaba a nosotros a toda velocidad y nos disparaba a nosotros también. Lo que ocasionó que chocásemos contra un poste y que el coche se parase.

-?: MANOS ARRIBA, SALID DEL VEHÍCULO.

Mierda.

Eres Mío PutitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora