Capítulo 10

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Narrador omnisciente.

En ese instante Conway agarró del cuello a Gustabo y lo besó lentamente, quería disfrutar ese momento. Notaba como su furia desvanecía y un sentimiento que hacía tiempo que no sentía empezaba a recorrer su cuerpo.

Era un beso dulce y lento que poco a poco se convirtió en uno intenso. Sus labios encajaban perfectamente con el del otro. Sus lenguas se rozaban con mucha pasión. Sus respiraciones eran rápidas.

Conway sintió las manos de Gustabo en su nuca y el en cambio iba bajando sus manos por el torso de Gustabo. Gustabo estaba atrapado entre la pared y Conway. El intendente sentía su cuerpo pegado con el de Gustabo, pero quería sentirlo mejor, tocarlo, probarlo, asi que le quitó salvajemente la camiseta, y Gustabo hizo lo mismo quitando los botones de la camisa del intendente uno a uno. Siguieron besándose y mientras, se iban quitando los pantalones. Gustabo le metió la mano en los calzoncillos a Conway. Agarró su pene y notó cómo se iba poniendo duro. 

-C: Joder, se me está poniendo tiesa…

-G: Yo te puedo ayudar con eso.

Gustabo empezó a agacharse para hacerle una mamada. Se la sacó de los calconcillos y la observó durante unos segundos antes de metersela entera en la boca. Conway iba soltando pequeños gemidos que hacían que Gustabo chupase con más ganas. Se vino dentro de la boca de Gustabo, y este se tragó todo el líquido que soltó su pene. 

Conway y Gustabo tenían una mirada salvaje, estaban preparados para lo que iba a venir.

Conway subió rápidamente a Gustabo a una mesa y empezaron a besarse otra vez. Empezó a bajar su mano hasta que rozó el pene de Gustabo. Lo cogió con una mano y empezó a subir y bajar lentamente, pero después más rápido. Gustabo soltó un pequeño gemino que hizo que Conway empezase a mover la mano mucho más rapido. Era la primera vez que lo hacía, pero le gustaba la sensación. Era realmente grande y Conway ya quería sentir lo que era estar dentro de un hombre. Cuando Gustabo estaba a punto de correrse Conway paró para agacharse y metérsela entera en la boca. Empezó a subir y bajar la cabeza hasta que consiguió que Gustabo se corriese dentro de su boca, tragándose todo su semen. Conway se incorporó y volvió a besar a Gustabo. 

Los dos tenían ganas de lo que iba a pasar, estaban preparados. 

Siguieron besándose y Conway guió a Gustabo hasta su habitación. Entraron y Conway se posicionó encima de Gustabo, le gustaba tener el control, sobretodo en el. 

Gustabo se dio media vuelta y Conway empezó a lubricar esa parte con su saliva. 

Antes de introducírsela Conway abrió el cajón de su mesilla de noche y sacó un condón, se lo colocó y metió su gran miembro dentro de él. Más gemidos iban saliendo de Gustabo y empezaban a salir de Conway.

-C: ¿Te gusta esto? ¡Dime qué te gusta o paro!

-G: Me- me encanta ahh sigue ahhh

Gustabo casi no podía ni hablar del placer que estaba sintiendo en ese momento. 

Conway lo levantó y lo puso a cuatro para que sintiese más placer. Su miembro iba a saliendo y entrando y Conway ya no podía aguantar más, se iba a correr. 

-C: Me voy a-a correr! Aaahhh

Soltó su último gemido cuando sintió que se corría, había llegado al clímax, había llegado con un hombre, su primera vez, y el sabía perfectamente que no iba a ser la última.

Se quitó el condón con semen y lo tiro a la basura, acto seguido se tumbó en la cama con Gustabo, y ambos se acomodaron juntos, Gustabo tenía su cabeza apoyada sobre el torso desnudo del intendente.

-C: Gustabo?

-G: Dime.

-C: Dime que eres mío.

-G: Solo tuyo.

Y, después de esa noche tan apasionada, los dos durmieron verdaderamente bien.

Eres Mío PutitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora