ONE SHOTS • MARVEL •

9O

• LOKI LAUFEYSON •
CUARTA PARTE (89)

Durante minutos que lucen interminables Thor ríe negando con su cabeza.

Suspiras ya estando sentada de nuevo en tu lugar, observando atenta sus movimientos.

"¿Qué es lo gracioso?"

"¡Oh disculpa! Perdón" termina limpiando una lágrima de la esquina de su ojo. "Es que hay una evidente diversión en esto. Crees que te robe tus recuerdos ¿Cómo podría hacer yo eso? No soy un mago como él que conoció Tony una vez, tampoco tengo hechizos ni poderes para hacerte eso" se burla picando el pollo sobre el plato y metiéndolo a su boca.

Y algo vuelve.

"No puedo hacerlo, no entiendo qué pasa"

"Creo que perdí mis poderes"

Eso te desestabiliza provocando un mareo.
Es aquella voz que consume tu mente igualmente como lo hizo no poder ver de quien se trata.

Y no solo eso vuelve.

"Entonces Tony te dijo que se encontró con un mago"

Abandonas un beso en el pecho desnudo del hombre acostado a tu lado.

Es toda una figura de color negro como siempre, sin rostro.

"Dijo que se llamaba Steven y Tony hizo el comentario de que viniera a cenar algún día para conocer a el otro Steven"

"Genial. Así puedo practicar mis nuevas bromas con él antes de hacérselas a Thor"

"Deberías dejar a tu hermano en paz"

"Nunca. Me mantiene con vida, amor"

Y te besa.

"Eres un maldito mentiroso" señalas herida con sus palabras. "¡Tienes un hermano!"

Thor para de comer, baja con cuidado los cubiertos y limpia sus comisuras.

"No, no es cierto" Con el tono relajado que emplea casi estás confiada en que es del tipo de personas que hacen aquello porque saben que los descubriste y solo intentan cambiarte la jugada.

"Fueron noches sin dormir, mi cabeza dolía. Tienes un hermano y él era importante para mi"

Te levantas en el momento en que Thor se retira de la mesa a pasos apresurados. No te quedas atrás, persiguiéndolo por el trayecto en tanto le reprochas lo que recuerdas.

"¿Qué está pasándome? Hasta hace no más de dos semanas yo no tenía estos recuerdos, la voz de ese hombre no me carcomía la consiencia. Solo eran imágenes difusas sobre el entorno y manchas negras sobre su rostro, ni siquiera podía recordar un par de diálogos que manteníamos ¿Qué me hiciste?" Gritas.

"¡Nada!" Grita de regreso saliendo por las puertas hacia el jardín.

"¿Por qué no nos dijiste que tenías un hermano? ¿Qué era él de mi? ¿Era mi novio, mi prometido, mi esposo o amigo con derechos?"