C U A T R O

41 9 14
                                    

Mi mente no para de darle vueltas al extraño suceso de hoy. ¿Cómo es que el primer afectado se ha ido derrepente? ¿Se ha despertado así de la nada? ¿Es eso siquiera posible?

Dejo el cubo de rubik que acabo de terminar de resolver sobre mi mesita de noche y me levanto de la cama con holgazanería. Camino hasta el baño y enjuago mi cara con agua helada para espabilarme.

Miro mis ojos de diferente color en el espejo y entonces tengo una idea. Una idea mala y peligrosa pero esas son las mejores.

Voy a buscar al panadero por las afueras del pueblo y lo llevaré de vuelta al laboratorio para que le hagamos pruebas.

Si se ha ido a pie no puede andar muy lejos, después de todo la cúpula no nos deja salir y este pueblo tampoco es tan grande aunque yo quiera decir que sí. Ya he superado la etapa de intentar llamarlo ciudad, hay que asumir lo que hay.

Salgo de mi casa y por suerte mis padres ya se han ido al laboratorio a trabajar e investigar así que no tengo que responder a preguntas y por tanto, tampoco tengo que mentirles. Sé que a ellos les darían dos paros cardiacos si se enteran de lo que quiero hacer pero si no se enteran no pasa nada, ¿no?

Recorro las calles más desiertas de Auserwählten en busca del panadero desaparecido. Pero claro, no sé en qué estado me lo voy a encontrar, a lo mejor está convertido en medio zombie, así que llevo una navaja escondida en la cinturilla de mi pantalón pero sólo la usaré en caso de verme en peligro.

Elías siempre ha sido como una "mala influencia" para mí. Me ha enseñado a usar navajas, a abrir cerraduras, a hackear sistemas simples... lo único que no me ha enseñado nunca es a usar armas de fuego. Él dice que son demasiados peligrosas y que es muy complicado usarlas. Yo tampoco he puesto mucho interés, ya sé usar un cuchillo y golpear, ¿para qué quiero más?

Esquivo a un robot que hay en la puerta de la casa del ex-alcalde. Los robots y los humanos no se llevan bien, sólo son medio simpáticos con sus dueños así que prefiero evitarlos a toda costa. Cuantos más problemas evite, menos probabilidades de fracasar en esta misión.

Miro hacia todos lados para no dejar ningún detalle pasar por alto. Las calles menos transitadas son las que están pegadas a la cúpula porque según la gente, ésta desprende una gran energía insoportable para el ser humano. No nos mata mi nada pero es incómodo sentirte mal todo el rato. Lo cierto es que es bastante desagradable estar aquí, no me imagino viviendo en una de estas casas abandonadas.

Sigo andando alrededor de ésta buscando al menos una V. Ya que parecen adictos a hacer esa marca, podrían ponerla para guiarme el camino hasta el desparecido.

Después de diez minutos, consigo recorrer toda la cúpula pero no hay rastro del panadero. Hago una mueca de frustración y le doy una patada a una piedra.

Derrepente, me doy cuenta de que la piedra ha atravesado la cúpula. Me acerco cuidadosamente a ella y entonces puedo ver que está rota. Hay un agujero enorme que sin duda, han hecho con las manos.

¿Qué debería hacer? ¿Paso o no paso? Debería no pasar y contarle esto a Elías para que podamos ir los dos pero, ¿y si la cierran y no puedo pasar nunca más? Quizás esta es mi oportunidad de buscar respuestas y ser libre por fín.

Me agacho para pasar por el ancho agujero tratando de no rozarla. Eso tampoco es tan difícil teniendo en cuenta el tamaño del agujero.

Una vez que paso siento mil descargas eléctricas que me hacen daño pero en cuanto me alejo de la cúpula, la electricidad desaparece. Me alejo un poco para poder verlo todo en mejor perspectiva.

Las vistas me dejan enmudecida, no sabía que el pueblo visto desde fuera era tan bonito. Se ven miles de casas pequeñas juntas, todas de colores blancos y madera. Luego, se ve cómo una capa azul translucida cubre todas las casitas, esa es la cúpula. A pesar de verse maravillosa, el domo es el culpable de nuestra falta de libertad. Es la jaula de un pájaro o las espinas de una rosa.

Versteinerung © [#1 Experimentos Letales]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora