P.O.V de Adler.
—¿Cómo que se ha ido? —Miro agresivamente hacia el que solía ser mi amigo.
—¿¡Y yo qué narices sé!? —Responde él igual de alterado, pero com un ápice de frialdad— Haberla vigilado tú ya que os encantaba besuquearos por ahí.
—Oh, ahora estás celoso. Ariancito está celoso.
El moreno me da una mirada mortal que me hace rodar los ojos. Será bastardo.
—¿Es qué no tienes códigos de amigos? —Protesta de nuevo. Yo, a diferencia de él, tengo muy poca paciencia y Arian la está agotando por completo.
—¡No sabía que te gustara! Si fueras más abierto a lo mejor no habría pasado esto.
—¡Pues no es...! —Se interrumpe a sí mismo cuando vemos por la ventana una enorme flor crecer. Corro a asomarme y miro con incredulidad como la flor sobrepasa en altura a la casa.
—Oh, genial —Resopla—. Seguro y es porque nos ha oído pelear.
—¿Por eso se sube a una flor enorme?
—Sí, Richelle odia los conflictos. Ahora Frederick nos va a matar a los dos por alterarle a la novia.
Ruedo los ojos y camino hasta el sofá para sentarme. Desde que llegamos a la casa de la niña que no habla con casi nadie no he logrado sentirme cómodo.
Antes estaba un poco más a gusto al tener a Adalia cerca pero ahora que se ha ido sin dejar ni rastro, estoy más que incómodo.
Enciendo la televisión a pesar de que sé que no la voy a ver porque mi cabeza está en otra parte. ¿Adónde habrá ido Adalia? ¿Por qué no me avisó? ¿Sabrá Arian más de lo que me dice?
Revuelvo mi pelo con mis manos en un intento fallido de aclarar mi cabeza. Las dudas me carcomen y las respuestas son escasas.
Me siento tan perdido con estos chicos. No sólo porque se conocen desde la infancia, también porque ellos saben sus raíces y de dónde vienen.
Yo, sin embargo, sólo recuerdo a un padre que no me quería y lo demás es borroso. Recuerdo a un niño pequeño junto a mí pero no logro ponerle cara.
Mi existencia fue vacía durante mucho tiempo hasta que lo encontré a él. Aurien, un muchacho que todo lo que quería era devolver a su hermano a casa. He de admitir que ninguno de los dos lo conseguimos y, al final, fue Arian quien volvió sólo.
Ahora él estaba muerto. Se había ido para siempre sin que yo pudiera evitarlo y eso causaba un enorme vacío en mi pecho. ¿Por qué la vida es tan injusta?
Mientras estaba con Aurien, mis días eran un poco menos grises, luego llegó Adalia con sus ojos peculiares y ropas arcoíris para iluminar un poco mi vida y ahora... Ahora que no están me doy cuenta de lo sólo que estoy en el mundo.
Me levanto del sofá molesto conmigo mismo por deprimirme de esas maneras. Sí, Aurien ha muerto pero mientras lo recordemos estará vivo en muestra memoria y respecto a Adalia, ella volverá pronto, estoy seguro. Sin embargo, un mal presentimiento me acecha.
Camino hacia el patio donde Frederick y Richelle, que por lo visto ya no está en la flor, se encuentran besándose a lo salvaje. ¿Quién diría que estos dos tenían algo salvaje en su personalidad?
Cuando me oyen llegar, se apartan rápidamente con cara de susto. Muerdo el interior de mi mejilla para no reírme abiertamente de ellos.
—Buen día, parejita. —Sonrío sin poder remediarlo cuando me miran boquiabiertos. Los paso de largo y voy hacia mi lugar de tiro.
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Versteinerung © [#1 Experimentos Letales]
Fantasy🏆 HISTORIA FINALISTA EN LOS PREMIOS AMBY, NOVELA CORTA. En el año 2050, en un pueblo llamado Auserwählten (Alemania), las personas empiezan a caer en una especie de coma sin ninguna explicación. Es como si derrepente se quedaran paralizados por com...