27 de abril de 2020 ~11:17pm

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Me quedé sin ideas para escribirte y fui a experimentar mi tortura favorita para encontrar algo que escribirte, ¿sabes de qué tortura estoy hablando? Leer nuestro chat. Hace un año llevábamos una buena relación, algo tóxica pero muy buena, eras lindo conmigo, mostrabas interés, nos enviábamos fotos, hablábamos de tareas, de salidas, de la banda, era una buena amistad, claro, habían emociones y sentimientos más fuertes que de una simple amistad de por medio, pero ya sabíamos manejarlos mejor... o eso quería creer, te preocupabas por mi, me dabas tu apoyo y consuelo cuando lo necesitaba, y sin pedírtelo me aconsejabas y me decías lo buena persona que era, y aunque tú no lo notarás eso era muy valioso para mí, tu opinión y lo que piensas de mi siempre ha sido muy importante desde que te conozco. Tus muestras de amor, cariño y afecto eran todo lo que necesitaba para sonreír durante toda una noche.

La tóxica de la relación era yo, definitivamente dependía de ti, de tu estado de ánimo, de cómo me tratabas, y bueno, siempre creí que yo no causaba nada en ti, sí te gusté, sí me quisiste, pero jamás como yo a ti, la que mostraba amor en la relación era yo, siempre te di más de mi y tú honestamente no me diste mucho de ti. Pero hasta lo poco que me dabas me hacía feliz, y con deseos de amarte cada día más, eras un misterio para mi, uno que planeaba resolver durante el resto de mi vida. Y sí, puede que esté exagerando, pero eso no quita que verdaderamente haya deseado compartir el resto de mi vida contigo. No me gustaba hacerme ilusiones a futuro con absolutamente nadie, pero contigo eso fue diferente, anhelaba y le pedía a Dios que te hiciera parte de mi futuro, de cualquier forma, yo estaría feliz con tal de que pertenecieras a mi vida. Ahora sé que mis peticiones fueron negadas...

~ ESCRITOS PARA TI ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora