After Coffee

5 0 0
                                    

                                                                    6

No voy a mentir, estaba nerviosa, realmente nerviosa, y ni siquiera sabía la razón, no me gustaba Russell de ninguna manera, nuestro comienzo había sido desastroso, tanto que eso para mí impedía todo tipo de cosas. Habían pasado 10 minutos y aun no llegaba, ¿para que vendría? Me estaba yendo demasiado lejos hasta que Edward me trajo a la tierra.

-¿Holly?.-Tomo mi mano. -¿No te gustara Russell o si?

-¡¿Cómo crees?!.-Me había pillado por sorpresa, jamás pensé en esa posibilidad.

-Lo siento, lo siento.- Apretó mi mano y se inclino mas sobre la mesa.- Me alegra que no sea así. Estuve a punto de retirar mi mano, aquello me sacaba de quicio, pero escuche un carraspeo, era Russell, rompió la burbuja y eso me alegraba.

-Hey Russell, siéntate, justo hablábamos de ti.- Le indico con la cabeza un asiento que quedaba frente a Edward, si se atrevía a decir algo, era hombre muerto.

-Ha ¿sí? Y ¿Qué decían?.- Se sentó y me miro expectante, como si le hubiera confesado a Edward que estaba enamorada de él. Puaj.

-Sobre la vez que te fracturaste la pierna en Fresno, ¿lo recuerdas?.-Según el equinoccio Edward seguiría vivo.

-Si claro… Ahora dame la medicina, no quiero interrumpir su cita.-Se notaba ansioso, y por supuesto que no interrumpía. Edward tomo su ¿mochila portafolio? Nunca la vi… y saco algo envuelto en periódico, ¿Por qué decían medicina? ¿Acaso Russell estaba enfermo? No, no lo creo.

-Nos vemos chavales.- Lo tomo y se dirigió a la salida, genial esto no podría ser peor, de nuevo sola con Edward.

-Oye tengo que irme, quede de llegar a las 10.-Soy tan linda con las excusas…

-Oh si lo siento, deja te acompaño hasta tu auto.-Se levanto y me ayudo a levantarme, y juntos fuimos a la caja. Edward pago y salimos del café, todo era silencio, dos cuadras de silencio. Edward era atractivo, demasiado, quizá si no fuera tan arrogante podría gustarme. Al fin llegamos, la dulce tortura terminaría.

-Russell jura que te mueres por el.-se recargo en la puerta del conductor de mi jeep. Russell era un inepto, no sabía nada de mí.

-Eso no es verdad.-Si no me hubiera trabado un poco, podría haber sido mas creíble.

-Todo indica que si, nuestro tema de conversación fue Russell, era en lo único que no resultabas cortante. Y cuando dije que vendría te fuiste a la luna. ¿Yo diría que…

-Jamás me gustaría, ¡es incoherente!.-Levante de mas la voz, ahora era menos creíble.
-Entonces demuéstralo.-Dio un paso hacia mí, pero yo no tenía claras sus intenciones.
-¿Qué qui…?.-No me dejo terminar, no me lo esperaba, tenía sus cálidos labios en los míos, moviéndose solos a causa de que no respondí el beso, me tomo por la cintura y me acerco más a él. Fue una pesadilla. No me retire a pesar de que no quería besarlo, no lo hice, solo quería que supiera que no me gustaba Russell y si eso era fingir que me gustaba Edward, lo haría.
-Sal conmigo.-Se separo un poco y me miro a los ojos, esto era un dilema.
-Yo… de verdad… bueno, podríamos conocernos mejor.-A pesar de que no quería hacerlo, lo tome por la cara y lo bese, no fue un beso intenso puesto a que yo no sabía besar. Note que él era un experto cuando introdujo su lengua en mi boca e intento que mi lengua reaccionara, trate de imitarlo torpemente, y después de varios intentos resulto.
-Nos vemos luego.- Me subí rápidamente al jeep y lo puse en marcha, ahora sí que había metido la pata muy en el fondo.

Caroline. 20 llamadas perdidas y yo sabía a qué se debía su insistencia, Edward de seguro había avisado a todo el condado que estaba saliendo con la chica que golpeo a su mejor amigo, el invencible.

-Hola Caroline.- Ya daría fin a su tortura. -¡Eres una hija de perra!.-No me ofendió, la verdad le debía una buena explicación.

-Lose lose, ¿me disculpas?.-Use el tono de niña perdida que utilizaba también con mis padres.
-Hecho, pero tienes que contarme todo testaruda.- Se escucho un portazo y como caía en su cama. De seguro había corrido hasta allí para poder platicar tranquilamente, como siempre.

-Mira solo, nos conocimos mejor y es muy atractivo y me dije ¿Por qué no? Además me hace falta distraerme de siempre lo mismo.

-Me alegro por ti Holl, nunca habías tenido novio y Edward es un gran chico, si Gill no existiera de seguro me hubiera fijado en el.-Era su manera de decir que había elegido bien, aunque siempre usaba lo mismo, me hacía sentir un poco mejor.

-Gracias Carr, oye quiero dormir un poco ¿si? Mañana hablamos.-Deje salir un bostezo antes de colgar, mañana seria un día de locos.

***************************

Llegue al colegio y en vez de irse huyendo, ahora me miraban incrédulos si, lose, había conquistado a uno de los más codiciados del instituto, pero aun así no estaba contenta. No había visto a Edward aun, quizá estaba con Russell en algún lado, contándole, eso me ponía furiosa, pero no entiendo ¿Por qué me molestaba que Russell lo supiera? Eso a él no le interesaba ni mucho menos le afectaba así que se vaya a la porra. Fui a mi casillero, y prepare mis instrumentos para comenzar la rutina escolar que me esperaba, una muy pesada por cierto, jueves de práctica en anatomía.

Camine por los anchos pasillos de mármol hasta llegar al laboratorio 6 que era el de primer año. Como fui la primera en llegar me senté en el lugar del fondo, en cualquier momento llegaría Damon y me bombardearía con las preguntas que todo el instituto quería hacerme. Y no me equivoque. Llego con el mismo peinado de libro, sus gafas y esa sonrisa chismosa, puaj, solo quería que esto terminara ya.

-Holly Shit….-Se sentó y me miro en plan espectador.-¿Qué brujería usaste?

-La misma que usas tu para aprobar todo.-Me gire con aire de indignación.

-Vamos Holly, ambos sabemos que jamás andarías con un tipejo como el.-Damon me conocía perfectamente, mi mejor amigo.

-¿Qué sabes tú? Aparte soy una chica, siempre cambio de opinión.-Vaya excusa, ahora parecía una ingenua, ¿a quién engañaba? Porque a Damon no.-Quería probar un punto.

-¿Qué punto?.-No podía explicarle esto a nadie sin primero yo entenderlo, ¿lo había hecho por el simple hecho de no admitir que Russell me gustaba? Un momento a mi Russell no me gusta así que, era solo porque me había enfadado.

-Que se sentía tener un novio.- Sonreí como un emoticón, sonaba patética y además usurpadora, solo jugaba con Edward, o eso le di entender a Damon.
La puerta se abrió de golpe y entro Edward, la cereza del pastel. ¿Me besaría delante de Damon? O ¿Todo el tiempo querría estarme besando? Esto era un laberinto de muerte no sabía que esperar de cada curva.

-He, búscate a tu chica.- Se sentó a un lado mío y beso mi mejilla mientras me sostenía por el hombro.-Que esta es toda mía.

-Corrección, yo no soy de nadie.- Hubiera bastado con hacerme la sorda.
-Esa es mi chica, rebelde, por eso me gustas.-Ahora le gustaba más a Edward esto quemaba con la intensidad de mil soles. La práctica paso tan lento que envejecí 10 años, con Damon y Edward mandando y tirando indirectas, como una pelea por mí, pero ahora era tiempo de almorzar y esto era un paraíso hasta que recordé que tendría que sentarme en la mesa, junto con Russell.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 18, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I'm not sorry I met you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora