BH | ❛ Hannah se suicido porque tenía el corazón roto. Porque todos habían hecho de su vida una miseria.
Pero Hannah no pensó en las personas a las que les rompería el corazón haber tomado aquella última decisión. ❜
¡PAUSADA TEMPORALMENTE!
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A MADISON NO le sorprendió la sarta de mentiras que había dicho Marcus en su declaración respecto a su cita el día del san valentin de un dólar. Lucía indignada y tenía ganas de golpearlo hasta que escupiera sus tripas. Bueno, eso es algo exagerando.
Su pie permanecía de arriba hacia abajo en constante movimiento y su amiga le dedica una mirada exasperante mientras le vuelve a entregar el balde vacío a Justin para que vomite.
―Esto es una putada― masculla tomándose la cabeza entre sus manos y mirando en otra dirección sin poder evitar arrugar su nariz ante el olor a fétido.
―Ya. Hubiera sido mejor que fueras al colegio― contestó Sheri sin importancia.
La de ojos oscuros le dedicó una mirada incrédula y tomó uno de los comics que Clay guardaba en su habitación. Rodó los ojos al descubrir también una revista para adultos y se mordió el interior de su mejilla revisando la hora.
―¿No pensaste en ir a servicios sociales en vez de meterte heroína, Justin?
El mencionado mira a Madison de mala gana y se interrumpe así mismo cuando tiene que esconder su rostro en el balde para volver a expulsar las sustancias tóxicas de su cuerpo.
Poco le importaba a la castaña si estaba siendo insensible o no. Estaba molesta y mas irritable que los días anteriores, y todo eso era culpa de Jensen, quién olvido mencionar que tenía que ver al exnovio de Jessica vomitar hasta sus entrañas.
―Deberías irte si sólo vas a estar quejándote― murmura al incorporarse de nuevo en su posición. Sheri lo obliga a callarse con su mirada de advertencia.
El claxon de un auto fuera de la casa los alertó y las chicas se asomaron a través de la ventana para toparse con el inconfundible auto de Tony Padilla sobre el pavimento.
La hija de los Corregan sonreí pensando en que ese era el momento de huir de la aburrida y desagradable situación en la que se encontraba. Se lamenta sólo un poco de su amiga cuando se da media vuelta dispuesta a abandonar la habitación.
―¿A dónde vas?― le pregunta Justin.
―Dijiste que me fuera si solo iba a quejarme, ¿no?― le responde retoricamente elevando sus cejas―. Sheri, bonita. Lamento dejarte en esta pesadilla, ¡adiós!
No dejo que la morena le replicara algo cuando ella ya estaba bajando als escaleras y saliendo del porche para correr hasta el mustang ignorando los gritos que le eran enviados desde la ventana de Clay. Hizo un ademán con su mano ordenandole a Tony que arrancara sin ver atrás.
―Hiciste el maratón de tu vida, eh― canturrea con diversión.
―Ni que lo digas― logra balbucear intentando controlar su respiración agitada―. ¿A dónde vamos, de todas formas?
La risa del chico logra confundirla y frunce sus labios sin despegar la vista de la calle.
―No es muy típico de ti subirte a un auto sin saber a dónde se dirige.
―Quizás me estoy rebelando― bromea sacándole otra risa al conductor.
Su mirada se cruza con un langerover, estacionado frente a la farmacia de los Baker, que le resulta vagamente familiar y sus cejas se elevan sin autorización cuando las ganas de averiguar a quien le pertenece el automóvil la invaden, sin embargo, no menciona nada y finge que no haber visto nada fuera de lo normal.
―De verdad, ¿a dónde vamos?― pregunta de nuevo.
Tony le da una mirada fugaz que no logra comprender y se gira en el asiento de copiloto para mirar el perfil de su amigo hasta que se digne a responderle.
―Clay necesita hablar contigo, es lo único que diré― acota soltando un suspiro.
Madison suelta un suspiro pesado al saber que no obtendrá más que eso y se cruza de brazos con un puchero.
En auto frena frente a lo que parece ser un almacén abandonado y Padilla abandona su lugar sin notar que la castaña no ha puesto ni un pie sobre el arenoso camino.
―¿Vas a bajarte o te quedarás ahí todo el día.
Duda, pero al final termina haciendo lo que su amigo le pide. Ambos caminan hasta el interior del lugar y Madison se fija en los grafitis dibujados en las paredes. Hay también un sofá cama con sábanas desordenadas encima y en su interior se pregunta si Jensen se había mudado sin comunicárselo antes.
―¿Qué es este basurero?― pregunta por fin dejando salir el aire retenido dd sus pulmones.
El latino la chista con su dedo índice sobre los labios y su amigo de ojos azules aparece en su campo de visión con angustia. Ella decide acercarse de primera para ver lo que él lleva en las manos y la presión se le baja tan rápido que tiene que ser sostenida por Clay antes de tocar el suelo.
―¿Conoces a esta chica, Madison?― pregunta Tony después de ayudar a su amiga a sentarse sobre las sábanas revueltas.
―No― responde en un tono agudo.
Los varones se dan una mirada casi imperceptible al saber que miente, pero deciden no continuar con el tema por el bienestar de la castaña.
―Alguien está dejando estás fotos en mi casillero y... No lo sé, todas son chicas violadas por Bryce― explica entre balbuceos el ojiazul.
―No es sólo Bryce quien las viola.
Tony abre los ojos con sorpresa y Jensen abre y cierra la boca sin saber que decir.
Madison levanta la vista hacia ellos por unos instantes y luego toma la polaroid revisando el mensaje que tiene pegado con cinta de enmascarar.
"No se detendrá."
Y tiene razón, Bryce Walker no se detendrá hasta el día en el que muera. Porque la única forma de sacar la hierba mala de una pradera es arrancandola de raíz.
