BH | ❛ Hannah se suicido porque tenía el corazón roto. Porque todos habían hecho de su vida una miseria.
Pero Hannah no pensó en las personas a las que les rompería el corazón haber tomado aquella última decisión. ❜
¡PAUSADA TEMPORALMENTE!
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LA VIDA DE MADISON resultaba ser tan monótona y aburrida como la del resto de adolescentes en Liberty High. Con la excepción de que ella había perdido a su mejor amiga unos meses atrás y sentía una carga sobre sus hombros cada vez que caminaba por aquellos corredores que guardaban tantas historias.
Aún así, no dejo que las miradas de lástima o los murmullos la hicieran bajar la cabeza y verse tan frágil como lo era.
Escucho los silbidos de los deportistas cuando pasó por su lado y los ignoró, como muchas veces antes lo había hecho.
Aunque tuvo la intención de darse la vuelta y demostrarle a Justin Foley que ella sabía su secreto, que ya no le creía su falsa sonrisa de chico perfecto. Se contuvo al ver que su amiga, Sheri Holland se acercaba a ella y entrelazaba sus brazos con una sonrisa reluciente y el cabello alborotado.
―Buenos días, Mads― saludó y la nombrada le dedico una sonrisa sin prestarle demasiada atención.
Los orbes de la castaña fueron a parar en donde un chico alto y atractivo mantenía su espalda recostada en el casillero que le pertenecía a ella.
Fingió una tos cuando se detuvo frente a él junto a la morena. Y aunque la última sintió cierta incomodidad en el ambiente, se quedó allí en total silencio.
―¿Podrías apartarte de mi casillero?
El joven asintió con una sonrisa de lado y realizó una reverencia para retirarse del casillero y apoyarse en el continuó, sin despegar la mirada de Madison.
―Las chicas y yo...― comenzó Sheri al ver que la presencia de uno estaba de más y su amiga abria su casillero, ignorando su alrededor―, estamos planeando una nueva rutina para el juego de baloncesto.
La mirada gélida de la otra fémina se posó sobre la emisora y fruncio los labios acomodando algunos libros de su casillero.
―Pensé que no la cambiarían― murmuró con la vista pérdida en una fotografía que descansaba en la puerta.
Se sobresalto ante el ruido que esta misma ocasionó al ser cerrada y volteó a ver al responsable de esto.
―¿Qué demonios quieres, Monty?― soltó con irritación, con sus dedos sobando sus cienes.
―Me encantaría saber porque no respondiste mis últimos mensajes, Madison― respondió irónicamente cruzando sus brazos sobre su pecho.
