BH | ❛ Hannah se suicido porque tenía el corazón roto. Porque todos habían hecho de su vida una miseria.
Pero Hannah no pensó en las personas a las que les rompería el corazón haber tomado aquella última decisión. ❜
¡PAUSADA TEMPORALMENTE!
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PARA CUALQUIER ADOLESCENTE la peor vergüenza que podrían pasar era escuchar los regaños de sus padres frente a cualquier amigo o compañero.
Madison Corregan no era la excepción.
Mientras cenaba junto a su familia y su actual pareja, la madre no dejaba de discutir con respecto a las universidades a las que tendría que ser aceptada su hija.
-Antonio, por los cielos. Nuestra hija merece la mejor universidad- replicó ante las palabras anteriores de su esposo.
-Cielo, sé que lo merece, pero al fin y al cabo deberíamos dejar que Madison elija. Es su vida de la que hablamos.
Amalia Corregan suspiro con pesar y fijo su vista en la adolescente, qué jugueteaba con su cena.
-Madison, no hagas eso- regaño y los ojos de la mencionada la observaron en silencio.
-Si, lo siento- murmuró desanimada.
El carraspeo de la niña menor fue lo que hizo que las miradas se posaran en ella para saber que era lo que diría continuación.
-Bueno, yo espero que Didi escoja una universidad que este cerca de casa para que me visite todos los dias- comentó con diversión.
El resto de personas soltaron una risa ante sus palabras y el hombre mayor de giró hacia su hija.
-Tú todavía estás muy pequeña para saber que tan difícil puede ser la universidad- le dijo.
-Papá piensa que no se sumar o restar- bufo con los brazos cruzados, creyendo que era de eso de lo que el hombre hablaba.
Madison le acaricio el cabello con ternura y dejo que el castaño a su lado tomará su otra mano bajo la mesa.
-Te volteas por un instante y tus hijas ya están casadas- exagero con la mirada melancólica en sus dos hijas.
-Tu padre no quiere que ustedes dos crezcan y lo abandonen- explicó la madre hacia Valerie.
-Yo no haría eso, papi.
Se quedaron en silencio después de que la niña hablará y Amalia Corregan recordó la llamada que había recibido del instituto de su hija mayor.
-Jane Child me llamo para notificarme tu comportamiento despectivo hacia ella.
Madison vio a su progenitora y rodó los ojos al ver que las cejas de la mujer se encontraban levantadas y tenía su expresión de sé lo que haces y estoy decepcionada de ti.
-No tengo un comportamiento despectivo hacia ella- murmuró.
-Si no fuera así no me hubiera llamado- ironizó con molestia.
-Sólo le dije la verdad, mamá. No le interesan sus estudiantes- explicó-. Sólo mira lo que le pasó a Hannah- susurró lo último y apretó los labios cuando los cubiertos de su madre cayeron sobre la mesa.
-Tú no eres Hannah- escupió bruscamente limpiandose los labios con una servilleta.
La cena continuó en silencio y la castaña agradecía que Monty apretara su mano transmitiendole su apoyo.
Era cierto que ella nunca le hablaría mal a su madre o alzaria su tono de voz para dirigirse a ella, aunque eso significará dejar que la mujer le lanzará sus miradas despectivas cuando hacía algo malo y recibiera sus regaños en vez de consejos, que era justo lo que la joven necesitaba.
Pero Madison Corregan era la hijaperfecta para otras familias y deseaba que algún día obtuviera la aceptación de la mujer que la había traído a la vida.
Sólo que esa aceptación debía llegar antes de que algo grave pasará.
Ella no era Hannah Baker, pero se comenzaba a sentir como lo había hecho su amiga antes de acabar con su vida.
(...)
Habían chicos a los que les gustaba ver a las personas y saber que podían hundirlas con sólo unas palabras, les gustaba llamar la atención y tener todo bajo su control.
Ryan Shaver era prueba de ello.
Si bien a Madison nunca le había desagradado el muchachos, porque a ella no le desagradaba nadie. Le resultaba algo odioso y manipulador.
Se lo hizo saber a su amigo Tony cuando ambos comenzaron a salir.
Se lo hizo saber a Hannah cuando ella empezó a juntarse con él.
Pocas veces era en las que la chica tenía la razón sobre una persona, porque por lo general, ella hablaba bien de todos aunque fueran una basura.
Quizás era por eso que la gente la considerada como la porrista agradable, pero también tenía sus dias malos y todo Liberty High sabía que era mejor no meterse en su camino cuando tenía esas actitudes.
La ex pareja de Padilla era alguien a quien no le importaba.
-Hola, Madison- saludó acercándose a su casillero con volantes en sus manos.
-¿Cómo estás, Ryan?- pregunto intentando sonar lo suficiente cordial pero también lo suficiente borde para que el chico entendiera su incomodidad.
-Me preguntaba, bueno, como eres la porrista perfecta para todos, quería saber si tendrías algo para publicar.
Una mirada de incredulidad fue lo que adorno el malhumor de la chica ante la pregunta y cerró su casillero sin prestar atención.
-No, Ryan. No tengo nada- murmuró perdiendo la paciencia.
-A todos nos gustaría tener una nueva pareja de la que hablar y shippear, y te he visto con Monty- comentó con su sonrisa feroz-. Me preguntaba si habían vuelto a intentarlo, ya sabes. Como la última vez falló- la gota que derramó el vaso.
-Esto tiene que ser una broma- susurró sarcasticamente-. Mira Ryan, no pretendo ser grosera, pero lo que sucede en mi vida es mi problema, no tuyo. Y menos un tema para cotillear- se relamio los labios antes de continuar-. Puedes robar otro poema y publicarlo sin la autorización del escritor, después de todo eso es lo que tú haces.
Dejo al rubio parado en su mismo lugar después de sus palabras y se alejó con llamas encendidas en su pecho.
Observo a Hannah por encima de la revista que Ryan Shaver se encargaba de publicar y entrecerro los ojos al ver que su amiga parecía molesta e incómoda.
La profesora de literaturaseguíaexplicando el tema de sonetos mientras el alumnado sólo susurraba entre sí.
-¿Haz leído esto?- le cuestionó enseñándole el poema del que todos hablaban.
-No. Es horrible.
La respuesta de la joven hizo sonreír a la castaña, quien cerró la revista y la observo en silencio.
-Pienso que es hermoso, ¿sabes? El escritor se está desnudando, metafóricamente y expresa todos los sentimientos que no puede decir- le dijo en busca de llevarle la contraria.
Hannah Baker sonrió al escuchar a su mejor amiga y escondió su rostro entre su cabello ante el cumplido indirecto que había recibido.
Hannah era para muchos una zorra o mentirosa, pero para Madison, su amiga sólo buscaba su lugar en el mundo. Quizás el problema fue realmente la sociedad, ¿cómo alguien tan frágil como ella podría soportar tantos abusos?
