Fruta prohibida

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-Estaban comiendo los cinco en una mesa larga (La mamá, el papá, ella, Puch e Ibánez), al terminar de comer estos se quedaron hablando y Puch se retiró de la mesa, se dirigió al baño y cuando iba a entrar Jazmín se puso enfrente a este-

-Puch: Mierda.. ¿Ahora qué querés? Dejame pasar, me estoy re meando, ¿o querés entrar conmigo?

-Esta no se corrió, Robledo la agarró de la cintura y la hizo a un lado. Ella lo agarró del brazo y se miraron fijamente-

-Decime que te pasa, vos no sos así.

-Puch: ¿Qué mierda vas a saber vos cómo soy? Boludita.

-Puch entró al baño y cerró la puerta, Jazmín se puso frente a la puerta y lo dijo en tono un tanto serio-

-Estás celoso de Luis, ¿Es eso?

-Salió del baño enojado y la arrinconó contra la pared agarrándola del brazo sin desviar la mirada de sus ojos-

-Puch: Que nunca más se te ocurra decir una boludez así.

-Esta intentó safarse y lo empujó, pero aún así no pudo moverle ni un solo pelo-

-Solo necesito que lo digas.. Estás celo..

-Carlos la abofeteo y después la soltó saliendo del lugar como hacía la mayoría de veces que discutían. No quería admitir la verdad-

-Que sea la última vez que me pongas una mano encima imbécil..

-Se acarició la mejilla en donde le había dado una cachetada teniendo esta roja. Se encerró en la pieza, y Puch volvió a la mesa con los otros hombres-

-Puch: Perdón por tardar, estaba en el baño, y bueno, ¿Está noche asaltamos esa casa? Yo ya estoy preparado.

-Patrón: Si, pero no te confíes mucho Carlitos, siempre hay que tener miedo.

-Puch se rió y lo miró fijamente escarbando un diente con un palito susurró con confianza-

-Puch: A mí nadie me agarra, patrón, yo soy una fiera a la noche, ni cinco patrullas me agarran.

-Después de unos minutos hablando se escuchó la puerta abrirse, obviamente era Luis, se acercó al papá de la chica y a los otros dos hombres, saludo al papá y después a Ibánez con un apretón de mano, puch solo lo miró y movió la cabeza levantando una ceja levemente-

-Puch: Todo bien.

-Patrón: Este es un buen yerno, bien educado con la familia.

-Luis esbozó una sonrisa y Puch lo miró fijamente con la mirada seria, disimuladamente sacó una pistola de su bolsillo y la apoyó sobre la mesa empujándola contra el chico-

-Puch: Supongo que para ser un buen yerno tiene que saber defenderse algo que reclama como suyo, no sirve de nada tener cara de bueno y ser educadito.

-El chico lo miró algo tímido, nunca había tocado un arma así, Carlos agarró denuevo el arma y la guardó mirando a Ibánez el cual lo estaba mirando fijamente-

-Puch: ¿Qué?

-Luis: Bueno.. ¿Jazmín está arriba no?

-Después de escuchar la respuesta del hombre, subió las escaleras y entró a la habitación de Jazmín. Robledo hizo una mueca y después sacó una cajita de cigarros-

-Patrón: ¿Qué carajos haces mostrándole las armas al pobre pibe? Su familia es humilde, ni en pedo te va a agarrar un arma.

-Puch: Solo le pregunté si sabía defenderse.

-Los dos salieron de la habitación y se dirigieron a la puerta, ella miró a su papá y sonrió-

-Vamos a dar una vuelta.

-Salieron de la casa y después Robledo se levantó de la mesa acomodándose los rizos, estaba algo apurado-

-Puch: Nosostros también nos vamos, tenemos que hacer algunas cosas.

-Salieron de la casa y subieron al auto, Robledo encendió el auto y comenzó a conducirse lento detrás de aquellos chicos los cuales iban a una cuadra adelante-

-Ibañez: ¿Te das cuenta que sos un pelotudo? Déjala, vos ya estás acompañado con tu mujer, además es una nena.

-Puch: Cállate Ibanez, solo la estoy protegiendo, no escuchaste que es un mimado de papá el pibe pajero ese? No sabe ni pegar seguro.

-Ibañez negó con la cabeza y suspiró, su compañero estaba perdiendo la poca cordura que tenía-

-Llegaron al lugar en donde estaban, era una plazoleta vacía, solo habían unas cuantas personas, ponele que unas siete ocho-

-Robledo miraba por el espejo retrovisor a los dos chicos, vía en sus caras unas sonrisas y gestos, Ibáñes después de unas horas salió del auto y se fue a su casa, le había dicho que hiciera lo mismo y que la dejara en paz, pero su terquedad no se lo permitió-

-Esperó a que se hiciera de noche, estos ya se estaban despidiendo, al parecer ella iba sola a casa, que poco caballeroso-

-Puch: Que marica, deja que se vaya sola..

-El chico iba caminando por la panamericana, una calle vacía oscura y siniestra, ni un alma jaja allí, un auto Dodge color negro lo seguía a paso tortuga el cual era Carlos-

-El joven comenzó a mirar atrás y vió que el auto no avanzaba y tenía las luces apagadas, se empezó a asustar y caminar más rápido. Este apagó el auto, se bajó despacio y en silencio, caminaba detrás de él y sacó el arma de bolsillo y apuntó al chico-

-Puch: Te dije que la dejaras en paz..

-Le disparó en la pierna haciendo que este cayera y pegara un fuerte grito, nadie lo iba a escuchar, era una zona muy abandonada en ese tiempo. Carlos se dirigió al chico y se agachó frente a él dando leves toques con la punta de la pistola en el hombro del chico mientras esté pedía que no lo matara-

-Puch: ¿Qué fue lo que te pedí yo? Eh?

-El pibe con algunos quejidos le respondía a la pregunta casi sollozando y su pierna desangrándose-

-Luis: Que.. Que me alejara de Ja..Jazmín...

-Puch: Perfecto, ¿Y lo hiciste?

-Luis: No.. Yo la amo.. No lo vo..voy a hacer..

-Puch: Respuesta incorrecta.

-Este se acercó a su pierna y la piso justo en donde estaba metida la bala, escuchó un par de gritos del chico-

-Puch: Acordate esto el resto de los siguientes segundos, te metiste con la manzana prohibida del Edén.. Mal por vos.

-y después de decir lo anterior le disparó cinco veces en la espalda acabando con su vida, le desfiguró la cara a balazos para que no lo reconozcan tan rápido, este se sacó los zapatos para no manchar el suelo de sangre, los agarró y corrió al auto huyendo del lugar lo más rápido posible-

❝ 𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐬𝐞𝐬𝐢𝐧𝐨 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora