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-Se volvió tumbar en el sillón sacando todo el humo del tabaco entre dientes, luego apagó el cigarrillo sobre el forro de el sofá, se levantó y agarró su campera, hacia mucho frío fuera eran alrededor de las once de la noche.

-Se subió al auto y lo encendió, volvió a conducir hacia el lugar en donde estaba el cuerpo de Mónica, no podía dejarla ahí tirada más teniendo un hijo de su sangre en su vientre, ese sería la prueba del delito-

-Al pasar una hora de viaje llegó al lugar, estaba totalmente oscuro y solo se escuchaba el ruido de la noche y de los grillos, se bajó del auto, encendió la luz de este y así hacer más fácil el encontrar el cuerpo, lo encontró, vió su cuerpo con un tono un tanto gris, las venas se le resaltaban y su frente estaba totalmente sangrada y su cabello igual, se había muerto con los ojos abiertos, Carlos la levantó y la llevó hacia el auto, la envolvió con una bolsa negra y la metió en el baúl-

-Se subió y condució tranquilamente con ambas ventanas abiertas para que no se quedara el olor dentro del coche. Iba manejando cuando vió a un hombre que le hizo señas con el dedo pulgar a un borde de la carretera, él se detuvo y lo miró fijamente-

- Joven, me preguntaba si me podría llevar.. Vivo a unos cinco kilómetros de acá..

-Robledo movió su cabeza hacia un costado haciéndole señal de que suba al auto, el señor se subió y cerró la puerta, volvió a conducir como antes y miró al hombre fijamente-

-Puch: ¿Qué hacia allí esta hora? Ya es tarde..

-El hombre miraba hacia delante calentando sus manos-

-Trabajo en una fábrica de por aquí, el colectivo siempre pasa, pero hoy no pasó. ¿Usted?

-Robledo miró el espejo retrovisor así mirarlo con expresión seria al hombre cuando este estaba distraído-

-Puch: Nada, iba hacia Vicente López, mi vieja vive ahí, entonces me iba de pasada.

-¿Tan tarde? Wow, solo un hijo que le quiere mucho a su madre haría eso..

-A Carlos ya lo estaba molestando que hiciera tantas preguntas al respecto, por lo cual le respondió cortante formando un silencio dentro del vehículo-

-Puch: Si, solo algunos.

-El hombre miró a ambos lados y y frunció sus cejas mirando extrañado a Robledo, dijo que iba a casa de su mamá, pero había mucho olor a algo muerto en el auto-

-Uff, que olor.. Como a algo muerto..

-Carlos cerró sus ojos contando hasta mil en su mente, lo estaba sacando de quicio, suspiró y esbozó una sonrisa sin sacar la mirada al volante-

-Puch: Si, suelen matar mucho animales por acá y para completar hay mierda de chanchos y vacas.

-A unos minutos de viaje llegaron al destino del hombre, este le agradeció y se fue, Puch siguió su camino, había perdido el matadero en donde iba a hacer el trabajo, pero en camino había otro por lo cual no se preocupaba-

-Llegó, vió el lugar completamente vacío así que bajó junto con el cuerpo, lo arrastró hacia adentro y se encontró con un chiquero lleno de cerdos hambrientos, sabía que en unos diez minutos ya no habría rastro de la mujer, sacó la bolsa de el cuerpo y miró a todos los chanchos acercándose y rodeandola, se escuchaba como despedazaban el cuerpo-

-Puch salió de el lugar cerrando la puerta de la jaula de los cerdos, volvió a el auto y se su vió, ya estaba bastante cansado, quería volver lo más rápido a casa. Comenzó a conducir rumbo hacia Olivos nuevamente.-

-En ese trayecto se hicieron las tres de la mañana, volvió a su casa y se sacó toda la ropa quedándose en boxer, se tiró en el sillón y se durmió a los pocos minutos de acostarse. Fue un día muy alterado, tenía que descansar-

❝ 𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐬𝐞𝐬𝐢𝐧𝐨 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora