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-Al despedirse de la chica, arrancó el Dodge y aceleró haciendo que saliera un poco de humo por el tubo de escape del auto, al comenzar a manejar encendió la radio, claramente no iba a faltar las canciones-

-La radio empezó a sonar, pero no eran canciones, era Crónica, estaban dando un reporte del asesino en serie que aún no habían descubierto-

-Puch: Carajo.. Estos idiotas siguen y siguen intentando.

-Subió un poco el volumen así poder escuchar con tranquilidad lo que decía el noticiero. Sacó de la cajuela del una cajita de cigarrillos, agarró uno, lo encendió y comenzó a darle unas cuantas pitadas soltando el humo con tranquilidad viendo como este de esfumaba en el aire-

-(Crónica: Noticia de último minuto.
La policía del gran Buenos Aires ya está investigando el caso y buscando escenas en las que puedan encontrar pistas en las que se pueda hallar un sospechoso.)-

-Robledo volvió a fijar su mirada en la radio, la cambio con su dedo índice así dejarla en una emisora de musica-

-Puch: Mucha estupidez para mis oídos.

-Carlos se dirigía a un bar del barrio, siempre se juntaba allí con Ibañez, seguramente estaba ahí. Estacionó el auto y bajó, cerró la puerta y entró al lugar-

-Entró en ambiente nocturno, habían manchas de bebidas por todos lados incluyendo el suelo y la pared, hombres riendo y hablando fuerte.
Carlos caminó entremedio de las mesas hasta que giró su cabeza a los costados y vió a ibañez de espaldas sentado en la barra-

-Se acercó y se sentó a un asiento de distancia de él, no lo miró y tampoco le dirigió la palabra, simplemente exclamó un "Una cerveza, por favor."-

-Ibañez lo miró de reojo y agarró con una mano el mango de su vaso grande de cerveza, al tomar un sorbo y dejarlo nuevamente sobre la mesa de madera y esbozó una leve tos-

-Ibañez: Que raro encontrarte acá a esta hora.

-Robledo lo miró y se hizo un poco del boludo, levantó sus cejas y lo miró fijamente, puso su dedo índice en su pecho y respondió sorprendido-

-Puch: ¿Me hablas a mi?

-Ibañez: Y si pelotudo, ¿A quién más?

-Robledo se cruzó rápidamente de asiento y miró hacia delante fijamente formando una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios-

-Puch: Yo siempre vengo acá, no sé que decís.

-Un hombre se acercaba con un vaso de cerveza en la mano y se lo dejaba frente a él, este lo agarra y comienza a tomarlo de apoco, en ese instante se tornó un silencio entre ellos dos-

-Puch: Y.. Bueno, ¿Qué hiciste últimamente?

-Ibañez lo miró fijamente con una expresión un tanto seria, no podría creer que estaba tan normal y tranquilo, sabía que era desquiciado, pero no tanto-

-Ibañez: Nada.. Estuve ayudando a mi hermano en unas changas, boludeces. ¿Vos?

-Robledo terminó su cerveza rápidamente y golpeó despacio el vaso contra la mesa, sonrió y encogió sus brazos como un niño pequeño-

-Puch: Absolutamente nada..

-A los minutos escucharon como alguien se acercaba a ellos rápidamente. Era un hombre robusto, tenía su ropa completamente manchada de aceite de auto-

-Agarró a Ibañez de la remera y lo acercó a él con fuerza, al parecer tenían unos asuntos pendientes, Ibañez se sorprendió demasiado y a los segundos abrió sus ojos como si hubiera visto al mismísimo demonio-

-Ibañez: Epaa, me llegas a manchar la camisa y te revuelco a trompadas.

-Robledo ni se inmutó y se quedó sentado en su asiento, el hombre empezó a gritarle a Ibañez y a empujarlo-

-ME DEBES PLATA HIJO DE PUTA.

-Carlos se giró lentamente y movió su cabeza haciendo un pequeño gesto con esta y con la cejas, sonrió acercándose al hombre y con todo de burla exclamó-

-Puch: ¿Cuánto necesitas gordo alcahuete?

-El hombre soltó a Ibañez y se acercó a Robledo, lo encaró y exclamó con un tono un tanto amenzante-

-¿Qué carajos me dijiste afeminado de mierda?

-Robledo lo miró fijamente a los ojos y se cruzó de brazos, pasó su lengua por adentro de su mejilla y soltó un suspiro-

-Puch: Que cuando te debe, gorrrdo puto.

-El hombre sin dudarlo le encajó un piña a Carlos haciéndolo caer al piso, Ibañez al ver que lastimó a su compañero, rápidamente se abalanzó sobre el hombre y comenzó a golpearlo provocando que todos empezarán a alterarse-

-Robledo se levantó y se tocó el labio, sintió como su dedo se manchaba de sangre, agarró el maletín negro que siempre cargaba con él, lo abrió y sacó unos tres fajos gruesos de billetes, golpeó la mesa con los fajos y silbó así poder tener la atención del hombre-

-Puch: Che, vos, ¿Esto necesitas?

-El hombre se acercó y agarró la plata y se retiró del lugar. Ibañez se había levantado del suelo con varias heridas y moretones, se recostó contra la barra y es esbozó un sonido con su boca "Ntch"-

-Ibañez: No tenías que hacer eso, lo estaba cagando a trompadas, gordo puto.

-Puch lo miró con la mirada seria u clavada en sus ojos, cerró el maletín y salió del lugar, Ibañez lo siguió y se subieron ambos al auto-

-Ibañez esbozó una leve sonrisa y se recostó contra el respaldo del sillón cerrando los ojos, tenía varios golpes, Robledo solo tenía un moretón bastante notable en la mejilla y una cortada en el labio-

-Ibañez: Gracias wacho, posta me salvaste.

-Puch miró a Ibañez y esbozó una mueca con los labios-

-Puch: Tenía que hacerlo si o sí, no quería tener que juntar tus pedazos después.






❝ 𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐬𝐞𝐬𝐢𝐧𝐨 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora