❝ 𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐬𝐞𝐬𝐢𝐧𝐨 ❞

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-Mientras seguían en el auto yendo sin rumbo a algún lado, Robledo sacó un cigarro y lo encendió-

-Puch: Para que robas a mitad del día si no sabes ni disimular, viste que sos tremendo boludo

-Ibañez: Ay cuidado, el ladrón profesional, nosotros para los demás somos escorias.

-Puch lo miró y puso el pucho en su boca esbozando una pequeña sonrisa-

-Puch: No, no somos escorias, nadie es dueño de nada, o cuando te morís te llevas la moto? No, entonces hay que disfrutar mientras estás vivo

-Estacionaron a unos metros de un local de joyas, Robledo ya tenía el próximo lugar en donde robar con su compañero-

-Puch: Te presento, dentro de esas cuatro paredes hay mucha guita, y sabes que va a ser nuestra, a la noche entramos.

-Ibañez: Boludo, si me agarran me meten en cana a vos y a mi, estás loco?

-Robledo comenzó a reír y miró hacia delante fijamente exclamando lo siguiente-

-Puch: A lo mejor nos meten electricidad en las bolas y listo, pero no va a pasar, cuando me agarraron a mi? Además no seas tan cagón Queque.

-Robledo se bajó del auto y entró al local como si nada, se acercó a la vidriera y se fijó en todas las joyas, habían de oro, plata y diamante y muchas más-

-Ibañez: Robledo! A dónde vas pelotudo?!

-Un personal de la joyería se acercó a él, una joven mujer de estatura alta y ojos marrones-

-Hola, ¿Le puedo ayudar en algo?

-Robledo puso sus manos en los bolsillos y esbozó una sonrisa y después la miró-

-Puch: No, solo veía, están muy lindas eh, pero tendría que sacarme un testículo para pagarlas.

-Sin dejar que la mujer le respondiera, salió del lugar dirigiéndose al auto, se subió y miró a Ibáñez-

-Puch: Es seguro, hay muchas maneras para entrar, vos solo dejamelo a mi.

-Fueron a la casa de ibañez, bajaron y entraron, ambos se sentaron en el sillón y se tornó un pequeño silencio-

Ibáñez: Che, tu mujer está embarazada, cierto?

-Puch lo miró fijamente con una expresión seria como si lo fuera a cagar a trompadas, sonrió y respondió con tono de burla-

-Puch: Por favor Ibáñez, vos te pensas que yo voy a hacer el rol se padre? Ni en pedo, ni sé si le quedó a Mónica, se merece a alguien mejor que yo.

-Ibañez lo miró sorprendido al escuchar lo que había dicho, puso una mano en la espalda de su compañero e hizo una mueca-

-Ibañez: Sos un buen hombre, Carlitos, y un buen esposo.

-Puch quedó con la mirada al piso un poco decepcionado-

-Puch: No, no soy un buen esposo, tendría que estar con ella y estoy acá planeando robar a noche.. Y sabés que?

-Ibañez: ¿Qué?

-Puch levantó la cabeza y lo miró fijamente sonriendo sin mostrar sus dientes-

-Puch: Me encanta, me chupa un huevo si no soy un buen marido o como le digas, vos te pensas que yo voy a estar pendiente a una mujer? No amigo.

-Ibañez: Sos algo hijo de puta, pero bueno, así te quiero.

-Puch: Estás sentimental Queque, mirá que no me gustan los maricones.

-Ibañez: ¿Maricón yo? Ni en pedo, primero muerto.