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-Robledo levantó sus hombros y después se recostó contra la puerta del auto mirando hacia la vereda-

-Puch: ¿Ahora a dónde vamos?

-Ibañez lo miró, encendió el auto y estacionó a una cuadra del taller de autos y motos, miró a Robledo y sonrió-

-Voy a ver que carajos hace este imbécil.

-Robledo recostó el asiento, apoyó los pies uno arriba del otro, y cruzó sus brazos por detrás de su nuca-

-Pasaron algunas horas y se hizo de noche (11 pm), Ibáñez se levantó y sacudió a Robledo-

-Ibañez: Levantate pelotudo, que ya se van estas ratas.

-Robledo abrió un poco los ojos con dificultad, miró hacia adelante y acomodó su asiento bostezando-

-Puch: Estaba soñando algo re lindo.

-Ibañez encendió el auto siguiendo al otro auto en donde iban cuatro hombres contando con el que le debía plata-

-Los hombres estacionaron frente a un casino, bajaron los cuatro y entraron, Ibáñez estacionó detrás del auto y miró el lugar-

-Ibañez: Y no tenías para pagarme hijo de puta..

-Robledo abrió la puerta del auto agarrando el arma que tenía a un costado cuando Ibañez lo atajo antes que saliera-

-Ibañez: ¿Qué vas a hacer boludo? Entrá al auto, no te pueden ver.

-Robledo entró y cerró la puerta dejando el arma en su bolsillo-

-Puch: ¿Y qué carajos hacemos acá entonces?

-Ibañez: Vamos a esperar a que se vayan.

-Eran las tres de la mañana el tipo salió solo, al parecer era su auto, fue en dirección hacia su casa, claramente lo siguieron y estacionaron una cuadra tras. El tipo entró a la casa, pasaron algunas horas (5am)-

-Ibañez bajó del auto y Puch lo siguió, tenía el arma en el bolsillo, mientras su compañero buscada por dónde entrar Robledo fácilmente encontró un lugar por dónde entrar a la casa, llamó a Ibáñez y entraron dentro-

-Robledo caminaba relajado por la casa del tipo, observaba, tocaba y silbaba un poco bajo, mientras Ibáñez estaba un poco alterado buscando plata por cada hueco de la casa-

-Carlos entró a una habitación y vió al hombre durmió en una cama de dos plazas, este se sentó en la silla que estaba enfrente desviando la mirada a varios lugares de la habitación-

-Puch: Tremenda casona eh..

-Ibañez encontró un poco de plata, en realidad todo lo que necesitaba, pero claramente robó más de la cuenta. Buscó por todos lados a Robledo desesperado, el hombre se podía levantar en cualquier segundo-

-Robledo se levantó de la silla, caminando lentamente hacia el, quedándose alado de el tipo. Le tocó el hombro dos veces haciendo que el hombre diera un brinco sentándose en la cama-

-¡¿QUIEN SOS VOS?! ¡¿QUE HACÉS ACÁ?!

-Robledo puso el dedo índice en sus labios y soltó un suspiro mirándolo fijamente. Sacó el arma del bolsillo y lo apuntó-

-No, no..

-Robledo sonrió y le disparó retumbando el sonido del disparo en la habitación. La sangre cayó por la pared dejándolo tirado en la cama. Carlitos lo miró por unos segundos sin expresión alguna, salió de la piezay se topó del golpe con su compañero-

-Ibañez: ¿Que hiciste pelotudo?

-Ibañez miró a Robledo con ojos bien abiertos, no podía creer lo que había hecho, inclinó su cabeza contra la m puerta viendo al hombre con la cabeza ensangrentada contra la pared-

-Robledo lo miró seriamente y caminó hacia la puerta pateando algunas botellas de cervezas rompiéndolas al caer al piso saliendo de esta, así llegar al auto y subir-

-Ibañez lo siguió y subió sacándose le remera envolviendo la plata con esta. Encendió el auto y aceleró todo lo que podía, él trataba de no dejar rastros, pero con Carlos era difícil no dejarlos-

❝ 𝐋𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐬𝐞𝐬𝐢𝐧𝐨 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora