4.8K 559 264
                                    

Llegó el día.

Ni bien diviso al boliviano, corrió lo más rápido que pudo y lo abrazó por detrás, haciendo que el otro se asustará, hasta que vio de quien se trataba.

–B-boli...

–Calla, ya estoy aquí. —La voz calmada y dulce que tenía Bolivia hizo que se tranquilizara y dejara esas grandes ganas de llorar.—

Se separaron y se dirigieron al lugar citado por ONU, no tan rápido ya que tenían mucho tiempo.
En el camino evitaron hablar de cualquier cosa que sea relacionada con el mexicano, el de bandera tricolor no quería que el otro se pusiera a llorar, ya hablarían de eso cuando al menos estén en el lugar ya mencionado.

Al llegar a este y al ver que no había nadie, pues ambos acordaron de llegar más temprano que cualquier otro country, por fin podrían hablar de México.

–Bien, dime, como te sientes y no te atrevas a cambiar de tema, que te conozco.

Perú suspiró resignado y comenzó a contarle todo, mientras lo hacía era mimado por el otro.

–(...) Y eso, el se fue muy triste, lo noté muy bien y y-yo no hice una mierda. —A veces se entrecortaba, pero se aguantaba las ganas de llorar.—

–Lo primero que te digo, lo primero que haces Perú, no tienes remedio... —Negaba con la cabeza, mientras pensaba en lo que diría.— Pero bueno, eso se puede solucionar, no debes sentirte tan mal.

–Pero y si-

–Siempre quieres encontrar un pero en algo, siempre. —Lo regañaba— En vez de hacer eso, piensa y concéntrate en como decirle a México qué sientes realmente.

–¿Y si la vuelvo a cagar?

–Voy a estar contigo, haré lo que sea para que no lo vuelvas a hacer, cómo dije antes, te conozco, tal vez lo puedas hacer tu solo, pero para eso vas a demorar mucho y no quiero verte triste.

Bolivia era un amor, Perú no entiende como es que aún sigue solo.

–Gracias Boli, no sé que haría sin ti...

Lo abrazó con fuerza, levantándose de su asiento casi sentándose en las piernas del otro.

Para ambos era normal estar así, a pesar de haber tenido sus diferencias y después de pasar varios problemas entre ellos, dejaron eso atrás y quisieron volver a empezar. Aquella confianza que se tenían no fue muy fácil de lograr, pero al final lograron tenerla.

Perú lo veía como un hermano, por eso no sentía pena de abrazarlo tanto ni de mimar al otro o que este lo mimara a el, ni de la acción que acaba de hacer.

Bolivia no podía ser más feliz sintiendo el cuerpo del otro cerca a el.

Si, le dolía tener que ayudar al country que tanto amaba a que pueda estar con otro, pero no podía hacer nada. Se resignó a saber que para Perú el solo era como un hermano y nada más.
Y por ese amor que le tenía, lo ayudaba con el mexicano, esperando que este último sepa cuidarlo bien o se las vería con el.

Aquella escena vista por otra persona, podía notarse como si se estuvieran besando.
Y se dieron cuenta de eso cuando cierto chileno gritó.

–¡Son pololos!

Se asustaron tanto que Perú casi se cae, no vió venir eso.
Habían otros countrys que los veían, sonreían y susurraban entre ellos.

Pero hubo uno que no sonrió.

Oh no.

🍒

Oh no ö.

🇲🇽||Rumi sunqu||🇵🇪||CountryHumans||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora