–Sabía que cantabas bien, pero no tanto. —Perú tenía su cabeza apoyada en el pecho del otro, mientras lo abrazaba.—
–Dudabas de mi talento, me dueles, Perú. —Iba a ser una pose dramática, pero no quería mover al otro, así que está vez lo dejaría pasar.—
El nombrado solo rió, para luego darle un beso en la mejilla al otro.
Ya había pasado buen rato desde que los que estaban en la casa del más bajo ya dormían, solo la pareja se quedó en la sala, para pasar un rato más a solas antes de dormir también.
En esos momentos que pasaron México pudo ver el lado meloso del peruano.
Quién lo diría, no se imaginaba a Perú así, sin querer dejar de abrazarlo, llenandolo de besos en toda la cara, diciéndole cosas lindas hasta en quechua.
Se le hacía hasta raro, pero no era algo molesto, todo lo contrario.
Le encantaba aquella nueva actitud del otro que daba diabetes, rezaba por dentro porque siempre fuese así.
–Ay virgencita, voy a morir por tanta azucar. —Dijo el mexicano algo burlón, para ahora ser el quien llenaba de besos al otro.—
–Si quieres puedo dejar de darte cariñ-
–¡nO! —Interrumpió.—
México lo abrazó con más fuerza y negó con la cabeza repetidas veces, aquello le causó gracia al más bajo.
–Ya, ya. Bueno, ¿Tienes sueño? —Preguntó y el otro respondió asintiendo un poco.— Bien, vamos a dormir.
Se iba a levantar para dirigirse a su cuarto, pero el otro lo alzó y lo cargó al estilo princesa.
Esto hizo que el peruano se avergonzara, más no hizo ninguna queja, solo se dejó cargar.
Al llegar a la habitación, el más alto dejó al de bandera bicolor en la cama, cerró la puerta y se acostó con este.
Iban a abrigarse, pero se quedaron viendo fijamente.
Ambos se sonrieron para volver a abrazarse.
Estaban demasiado felices, no se molestaban en ocultarlo.
Perú por fin después de tanto tiempo se sintió querido de verdad, y tenía la esperanza de que aquella relación con el mexicano iba a ser diferente.
México por fin pudo estar con aquel country que alborotó el corazón, por fin dejó de ser solo un deseo.
Ambos estaban seguros que harían que su relación funcione.
–Mex... Te adoro. —Dijo el más bajo, para darle un beso en los labios, siendo correspondido al instante.—
Aquel beso solo reflejaba aquel cariño y amor que se tenían.
En ese momento no fueron necesarias las palabras, aquel beso mostraba tanta dulzura como la escena tan tierna de la pareja en la sala.
Tan lindos ellos.
Al separarse, Perú los abrigó a ambos de manera rápida para poder acostarse con su pareja bien.
Puso otra vez su cabeza en el pecho del otro, le encantaba estar así.
Se envolvieron en un cálido abrazo y poco a poco cayeron dormidos.
Felices de saber que todo está bien y que les espera toda una vida juntos.
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Y acá nos damos cuenta que la escritora es una cagada con los finales, merezco morir, ah.
Bueno, no ;; creo.
aAH, CREO QUE HUBIERA SIDO MEJOR QUE TERMINARA EN EL CAP ANTERIOR.
Ya fue :c trataré de mejorar con las próximas historias.
Ojalá les haya gustado esta huevada, gracias por leer ❤️ los amo.
Pueden pasarse por mis otras historias, acabo de hacer una MexPer, "Piropos" jsjs 🤠
❤️❤️
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