Siete Minutos.

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¿Cómo le explico al tiempo que tu eres mi destino no programado?
   ¿Cómo no amarte con esa voz que te lleva a las estrellas?
Sin escucharte soy capaz de saber que ya no sabes que hacer, que no hayas escapatoria a este laberinto que termina con salida a otra vida, que intentas derechito y rápido pero incluso ahí chocas con el muro del miedo a seguir.
  Jugamos a ser Cupido apostando a ver cuanto dura el amor de dos personas sin ser conscientes que nuestro tiempo se estaba acabando.
¿Qué decirle a Cupido? Que ocupamos su lugar y en vez de flecharnos nos mató a kilómetros donde ya no podiamos encontrarnos.
Ahora que no sabemos amar, uno de los dos debia dedicarse a matar el tiempo, sin querer ver que entre los dedos teníamos a la muerte que mataba el tiempo y ahora nos mata lento. Olvidando de la mejor manera, trago por trago logrando quitar la cordura que no perdura y tira de la cuerda que ya no tiene quien la sujete, el frío de otros dedos jugando con los mios. Jaja nunca entendí eso de darte el cien por cien de mi dejando la cuenta de amor en cero, siempre tendras la mejor parte de mi porque al final algo debe quedar de sueños incumplidos.
  Golpe tras golpe al espejo, grito tras grito al reflejo, dulce niña por una idiota que solo gira.
   Ya no me complace verme caer, ni verte perder, tenían razón cuando dijeron que un cigarrillo dura más que una persona.
   Ahora te propongo, yo mato al tiempo, el tiempo me mata a mi y tu corazón mueres por la abstinencia de tener a la muerte entre tus dedos y no poder tocar aquella mujer de la que bebes para ahogar lo que hoy son ruinas de quien fue capaz de entender tus demonios y se quedó para tomar el té con ellos.

Pequeños Escritos De Grandes Sentimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora