Capítulo 6. Destino.

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La castaña fue recibida por la enfermera en turno de la mansión de los Hand, el pequeño hospital se encontraba en varios pisos más arriba de las alas este y oeste, las escaleras se encontraban al otro extremo del segundo piso para poder acceder a más instalaciones del castillo.

Limpió la herida con alcohol y le dio a beber medicina antibiótica.

-¿Qué hiciste para recibir un rasguño así? – preguntó la enfermera en turno mientras el Doctor terminaba de escribir la receta de la chica.

-Me caí de un árbol – mintió – la rama que me alcanzó traía espinas

-¿Te caíste de un árbol a un rosal?

La herida comenzaba por la cercanía del mentón hasta por debajo del lóbulo derecho.

-Algo así – respondió avergonzada – Soy algo torpe

-Para empezar ¿Por qué subir a un árbol? – El Doctor cuestionó la castaña

-Quería entrenar un poquito más – se excusó para recibir una mirada reprobatoria por parte del Doctor, el hombre suspiró y entregó la nota

– Cada 8 horas por 3 días tómate el antibiótico y lava la herida, cuando finalices el tratamiento debes venir a que te revise – sonaba autoritario con un poco de fastidio – Esperemos que no deje marca.

-No dejará, espero – sonaba convencida la chica para proseguir a caminar cabizbaja hacia la puerta una vez que tomó las medicinas y el papel de su receta, su mejilla ahora tenía una gasa cortada y pegada con cinta transparente, solamente para ser detenida por el Doctor con unas cuantas palabras.

-Y tenga cuidado con las rosas, señorita Mel – hizo una pausa lo suficientemente larga como para hacer que la chica volteara a verle a los ojos – Aunque sean bellas, éstas suelen tener espinas.

Lo admiró por varios segundos intentando entenderle, asintiendo en el proceso a dirigirse ahora al gran comedor de la gran mansión. Bajó los escalones arrastrando un pie detrás del otro, repitiéndose a sí misma que lo que sintió cuando Cloud cayó encima de ella era mentira. No debió sentir aquellas pequeñas maripositas en el estómago las cuales tuvo que controlar para evitar sonrojarse.

Suspiró cuando llegó al final de la madera al piso de cerámica color maple.

La chica se dirigió pronto a la cocina, asaltando uno de los refrigeradores del sitio para prepararse un sándwich, tomó bastante jugo de naranja y caminó hacia una de las mesas cercanas a la cocina.

Hizo mala cara al morder el pan, una punzada de lado a lado de su mejilla derecha se paseó, la consecuencia fue un simple cambio de estrategia, mordiendo ahora usando los dientes del lado izquierdo.

Recordó las palabras del Doctor, haciéndole ecos en la mente.

-Las rosas tienen espinas – murmuró recordando el momento exacto donde sentía que su corazón se trozaba pedacito a pedacito por las palabras del Strife, bueno, más bien era las ilusiones de un Sol.

Ahora estaba amarrada a un trato junto con alguien que realmente no tenía nada que ver, que tenía sus asuntos y sus cosas de vuelta a su mundo.

Suspiró exasperada buscando consuelo en el dolor punzante de su mejilla.

Los pensamientos de la castaña iban de mal a peor, ¿Ahora cómo podría romper la maldición? Necesitaba que Dark llegara con buenas nuevas, pero, ningún rastro de su sombra pudo observar al ver al piso de soslayo.

Maldijo al menos unas 20 veces antes de perder la cuenta, su frustración no ayudaba y la noche traía dolor a su pecho.

Llevó una mano hacia su corazón para luego abrazarse a sí misma y sollozar por lo bajo, sus murmullos se quedaban entre "Maldita sea" y "¿Por qué me pasan estas cosas a mí"

ASM4SH FANFIC. La viajera de otro mundo IV. Los Forasteros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora