Capítulo 9. Ganondorf, el rey de las Tinieblas.

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Cloud se hallaba cruzado de brazos, sentado en una de las mesas más alejadas de todos como de costumbre, pensando. Mantenía la vista en la mesa, en la nada, mientras su mente se encontraba ocupada con las sensaciones que había sentido en esa mañana que la vio vestida de aquella manera.

No sabía qué decir, por primera vez entendía que ella había sacrificado mucho, justo como él, para poder salvar a la persona amada, y para que al final, todo fuera un rotundo fracaso. A él, las únicas marcas que la energía mako le permitió tener, fueron las de su mente y su corazón, mientras que, a ella, sus diosas la marcaron físicamente.

Esas marcas eran horribles de ver, a su primera vista, parecían un par de rayos atravesándola por completo de lado al lado por el vientre y estómago, espalda baja y tobillo derecho.

Esa era la razón por la que usó un vestido tan largo esa noche, no dejó nada a la vista de nadie, ni si quiera de sus pies.

El Strife suspiró negando con la cabeza, la pesadilla había hablado con él.

"Nunca podrás llegar a salvarla"

"No lo hiciste antes, no lo harás ahora"

Ese par de frases retumbaban en su mente tan fuerte como el sonido de las voces de los Hand hablando por los micrófonos.

El Strife apenas y podía pretarles atención, sus pensamientos daban giros y giros sobre lo mismo.

¿Se referían a Aerith? ¿Se referían a Tifa? ¿Se referían a Mel?

-Ver a la mesa no va a resolver ningún problema – canturreó Mel al llegar a un asiento frente de dónde él se encontraba pensativo. Cortó con toda la comunicación que tuvo con el hilo de pensamientos que lo llevaban de un lado a otro y la miró poniendo los pies en la tierra.

Ni si quiera la saludó, solamente asintió en su dirección.

-¿Te sientes bien? – preguntó la castaña de vuelta - ¿Tuviste mala noche?

Cloud negó con la cabeza varias veces, y redirigió la vista hacia las ventanas, no sabía cómo seguirle la conversación.

-¿Ya comiste?

-Apenas ordené.

La chica levantó ambas cejas en su dirección. Apenas iba abrir la boca cuando Zelda y Link aparecieron a su lado, interrumpiendo la conversación de manera abrupta, Cloud redirigió la mirada hacia los intrusos a su "conversación" con la castaña. El Hyliano miraba a Cloud con algo de desconfianza y la mirada de Cloud tampoco dejaba nada al azar.

-Mel, necesitamos hablar – Zelda empezó poniendo ambas manos sobre la mesa, el suspiro de las diosas miró aquellas delicadas manos enguantadas en color blanco y luego postró los ojos en los de la contraria.

-¿Qué ocurre?

-Es sobre Hyrule – sonaba preocupada - ¿Puedes prestarnos un poco de tu tiempo?

-Pueden decirme justo ahora – Mel miró a Cloud y asintió varias veces hacia él – No creo que mi compañero se moleste.

-No – contestó Cloud ahora recargando la espalda en el respaldo de la silla

-¿Qué tienen qué decirme? – Mel sonaba cortés y dulce hacia la próxima monarca de Hyrule.

-Verás, no he podido cortar mis pensamientos acerca de lo mismo, pero, sería de mucha ayuda, que nos pudieras ayudar a financiar las reparaciones del castillo, quedó muy mal y prontamente quedaremos sin fondos para poder ayudar a los afectados.

Cloud ponía especial atención a las expresiones faciales de la castaña, las cuales eran casi nulas, la vio asentir pensativa.

-Eres la única que puede prestarnos dinero, Ganondorf ya ha hecho mucho mal a nuestras tierras, por favor, no dejes que las consecuencias de sus actos de fechorías y maldad lleven en la corriente a miles de personas en todo el reino – Zelda continuaba entrando en una pequeña desesperación en su voz realmente notable.

ASM4SH FANFIC. La viajera de otro mundo IV. Los Forasteros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora