un sádico romance

capitulo 10

-Me estas mintiendo- dijo lisa mientras sacaba la guitarra de su estuche

-No, es en serio, me ha dicho todo eso, ¿tú que crees?

-Creo dos cosas. Una que yo no creo que te mienta, y dos que ustedes son el uno para el otro-

-¡Lisa! No digas eso. Pues sabes yo creo que el si me miente, ¿por qué habría de confiar en mí?

-No lo sé Ana, pero debes hacerle caso.-

-Lisa, no sabes lo retorcido que es este mundo, y puedes ser mayor y todo lo que quieras, pero no has vivido todo lo que yo he vivido.

-Es cierto pero…

-Pero nada lisa, mejor pongámonos a trabajar.

Pase todo el día en el estudio, cuando subí al auto note que había una nota en el asiento.

- Nos vemos a las 8:00 p.m. en the clove club att: Andrew.

-¡¿cómo carajos entro al auto?!…este tipo sí que está loco…eso me demuestra que tal vez diga la verdad-dije mientras encendía el auto, llegue a casa me arregle, y Salí, faltaban 3 minutos para las ocho, justo a tiempo.

Entre y ahí estaba el, vestido con unos pantalones negros, un camisa azul y una chaqueta negra, santa vaca, sí que se veía sexy, yo iba con un vestido negro. Se levantó a penas me vio.

-Buenas noches Anabeth, estas preciosa.

-ujum…buenas noches, dime ¿cómo entraste a mi auto? y ¿qué quieres?- 

-calma mujer, pide algo y ya te lo diré.

-Por ahora solo tomare vino gracias.

-Querida, debes pedir algo, me están vigilando y deben pensar que eres mi novia así, que pide algo.

-Claro, con gusto, si lo pones de esta manera.-pedí lo primero que estaba en el menú.

-Que quieres decir con que me están vigilando.

-Que soy policía y estoy vigilado, ves los tipos de la mesa de atrás, me quieren matar, por eso estas aquí.

-a ver, te quieren matar, y entonces ¿qué es lo que yo hago?-No estaba entendiendo nada

-pues que si ellos creen que eres mi novia-esa idea me gusta.. presta atencion ana, el siguio hablando- entonces intentaran raptarte, cuando lo hagan, yo iré por ti, tu llevaras un arma, le dispararas al tipo calvo y yo al otro.

-aja, y como sabes que son solo dos

-los he investigado por varias semanas, tu llevaras este rastreador.-puso una cajita sobre la mesa-Pon cara de sorpresa y dame la mano, es un broche, póntelo en el cabello, así sabré a donde te llevaran y poder ir por ti.- Hice lo que él dijo. Los tipos miraron, no sé porque estaba haciendo esto, pero me empezaba a agradar. ¡En que piensas Ana! Gritaba mi conciencia, tienes que matarlo, eso es todo, no te enamores.

Pasaba el tiempo y yo ya no sabía que decir o que hacer, él me había pasado un arma por debajo de la mesa, yo la guarde en mi bolso, de todas maneras siempre andaba con un cuchillo en las medias veladas.

Ese día me conto bastantes cosas, cada vez este hombre se ponía más interesante, él tenía 26, y todo comenzó por el asesinato de su padre cuando tenía 19, él quiso venganza y  mato a los asesinos de su padre, y no pudo parar, cuando haces las cosas por venganza, es imposible parar, tú dices solo es esto, pero eso se convierte en algo más grande, que después no puedes controlar, es como si el universo te tomara y te convirtiera en su cobrador, en su vengador.