un sádico romance

capitulo 7

Espere a que miles llegara para poder vengarme por todo lo que me había hecho. Le serví una copa de vino y le eche el sedante.

-Ya llegue-dijo cuando estaba dentro de la casa
-mira te serví un vino ¿quieres?-
-ves después de un tiempo te acostumbras a ser mi esclava, así me gusta.- cogió la copa y se lo bebió hasta el fondo…me miro a los ojos y cayo desmayado en el suelo dejando caer la copa.
-ya verás lo que te hare maldito bastardo-

Lo recogí del suelo y lo lleve a la cama, lo amarre y cuando se despertó yo estaba sentada frente a él, mirándolo con cara de satisfacción, el empezó a desesperarse.

-cariño mío no te muevas que es peor-dije en tono irónico-además tus fans te están viendo-señale a la cámara que tenia grabando.
-que mierda haces Ana-
-lo mismo que me hiciste tu a mi-dije parándome de la silla, fui hacia la cocina y traje una olla con agua caliente y un vaso.

Con el vaso le eche agua caliente en todo el cuerpo, el se retorcía del dolor, luego lo obligue a que bebiera del agua hirviendo, lo disfrute tanto, por fin pude vengarme de todo lo que él me había hecho, de todas las cicatrices que me había dejado.

-Ana por favor, lo siento déjame ir nena y te prometo que nunca más volveré-
-No, se que volverás y no quiero repetir esta historia dos veces, además no quiero que ninguna otra mujer sufra por tu culpa.- Salí de nuevo a la cocina, pero esta vez estaba decidida a hacerlo. Saque un cuchillo de los cajones de la cocina y me puse unos guantes de látex

-ves esto miles?-me acerque a la cama-pues ya nunca lo veras…-le enterré el cuchillo en el corazón y lo retorcí dejando sangre por todas partes…mi trabajo estaba hecho, guarde la cámara y desaparecí todas las evidencias las metí en una bolsa, lo desamarre y llame a lisa.

-lisa ya esta hecho, voy para tu casa-colgué

Me subí al auto y me dirigí a la casa de lisa, no estaba pensando en lo que acababa de hacer, no sentía culpa, les había hecho un favor a las mujeres que iban a ser víctimas de miles.

Llegue y lisa me estaba esperando en la puerta

-pasa rápido…-entre y me deje caer en el sofá de lo que antes era mi casa
-hay que quemar todo esto-le dije alzando la bolsa con las evidencias
-si, voy a encender el horno…-si, dijo horno, pero no había de otra forma.
- está bien-

Metimos la bolsa al horno, excepto el cuchillo, claro, el cuchillo lo desinfecte hasta que no quedara ninguna huella y lo metí en una caja como recuerdo de lo que había acabado de hacer.

Cuando amaneció fui de nuevo a la casa de miles pero esta vez llame a la policía diciendo que había encontrado muerto a mi novio, era la cuartada perfecta.

Tocaron la puerta, Salí corriendo y abrí, era la policía.

-buenos días, ¿de aquí llamaron para reportar un homicidio?-
-si-dije secándome las lagrimas, era excelente mintiendo y actuando

-le vamos a hacer unas cuantas preguntas-
-esta bien-dije mientras unos hombres pasaban a recoger el cadáver y a buscar pruebas que jamás encontrarían.
-¿Dónde estuvo anoche?-
-pase en casa de mi amiga lisa-
-¿puede decirme porque?-
-claro, estaba haciendo un trabajo para la universidad y necesitaba que ella me ayudara, así que me quede a dormir y cuando llegue esta mañana…allí estaba…-y empecé a llorar por dolor “supuestamente”
-muy bien, ¿podría darnos el número de teléfono de su amiga?-
-claro- lo anote en un papel y se lo pase, sabía que la iban a llamar para confirmar que había pasado la noche en la casa de ella.

Después de unas horas se fueron, yo me quede recogiendo las cosas y en ese instante tocaron la puerta, ¿Quién vendría a visitarme?, abri la puerta, y habia una chica rubia alta de ojos cafes oscuras,sin pedir permiso entro.

-Miles- grito mientras buscaba por toda la casa, yo la segui.
-¿quien eres tu?-
-joanne la hermana de miles, ¿Dónde esta él?-dijo mirándome asustada
-miles esta..esta muerto-se puso a llorar y cayo al suelo desmayada

Tuve que reanimarla, cuando lo logre ella se levanto asustada e histérica.

-tu, tu lo mataste lo se-dijo deñalandome, ¿como podria ella saberlo?
-¿pero que estas diciendo?-tenia que negarlo a toda costa, nadie podia saberlo
-a mi no me mientes, se que fuiste tu...-se paro y se fue de la casa azotando la puerta,

¿y si ella lo sabia? tendria que hacer hasta lo imposible para que nadie mas lo supiera.