Todo se encontraba sumergido en la oscuridad, la noche tenía un extraño espectro tenebroso, acentuado por la inerte luna que alumbraba el lugar, miro a todas partes para encontrarla, algo le decía que estaba en este horrible lugar, podía sentirla ¡estaba aquí! Comenzó a buscarla, a pesar de no poder ver mucho, no se daría por vencida, la encontraría y la traería de vuelta.
De repente sintió un pequeño murmullo y se dirigió al lugar de donde provenía, lo más rápido que pudo. Al acercarse al ruido pudo ver una melena naranja, que ocultaba el rostro de una adolescente apoyada en uno frio muro.
—¡ORIHIME!—grito mientras corría hacia ella.
—¿Eh?—la muchacha levanto la cabeza, para ver quien la llamaba— ¿Tatsuki?—pregunto en un susurro.
—¡ORIHIME!—volvió a gritar al ver en el estado en que se encontraba su amiga, estaba desnuda, delgada y pálida, tanto que parecía un cadáver.
—Que alegría me da verte Tatsuki— murmuro la pelinaranja.
—¡No hables!¡emporará tu estado!¡ven te sacare de aquí!¡te salvare te llevare a casa!—dijo exasperada, tratando de levantar a su amiga del congelado suelo—¡¿Qué pasa?!—se pregunto al no poder levantar a su amiga—¡¿Qué es eso?!—exclamó al ver como unas delgadas y negras manos que salían de la pared en la que estaba apoyada Orihime, la agarraban de los hombros.
—Lo siento Tatsuki...— dijo tranquilamente, mientras las tenebrosas manos recorrían su cuerpo y la atraían a la oscura pared que comenzaba a tragársela.
—¡BASTA!¡TIENES QUE SER FUERTE!¡TE SALVARE!¡JURO QUE TE SALVARE!—vociferó tratando de zafar las garras que se encontraban sobre el cuerpo de la pelinaranja, una entre sus pechos y la otra en su cara, tomándola por el mentón, ambas con afiladas garras que amenazaban con romper la piel de la joven—¡NO!¡NO!—repitió al ver que sus esfuerzos eran infructuosos y que su amiga era rápidamente absorbida por la oscuridad y por aquellas demoniacas manos.
—... lo siento Tatsuki...pero la Orihime que quieres salvar—dijo tristemente—ya esta muerta— y tras decir esto Orihime fue consumida completamente por la oscuridad desapareciendo de la vista de su amiga.
—¡ORIHIME!
—¡NO!— grito nuevamente levantándose de su cama—no... orihime... por favor...—susurro poniendo la cabeza entre sus manos dejando caer saladas lágrimas.
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El día comenzó como siempre, se levantaba, se preparaba para ir a la escuela tomaba desayuno y se marchaba, todo siempre igual; excepto que últimamente pasaba al departamento de quien era su amiga, para ver si la encontraba allí.
—¡Orihime!—llamo a la puerta mientras le daba unos pequeños golpes, esperando por un milagro, en el que tal vez su amiga aparecería con su típica sonrisa lista para ir a clases, hablar con sus amigos y comer esos extraños platillos, que sólo a la pelinaranja se le podían ocurrir. Sin embargo, no fue así—Orihime—volvió a llamar, pero no hubo respuesta.
—No esta ahí.
—¡NO TE METAS ICHIGO!—le dijo a un chico detrás de ella—¡ NO ME INTERESA LO QUE DIGAS!¡VOVERE TODOS LOS DÍAS SI ES NECESARIO!¡ASI QUE DEJA DE MOLESTARME O TE DARÉ UNA PALIZA!—y con esto se fue del lugar sin siquiera darle una mirada a su amigo, quien se quedo parado a unos pasos del departamento de la pelinaranja.
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Nuestra misión
Fiksi PenggemarLos planes de Aizen están retrasados y para volverlos a la normalidad requiere de la ayuda de Orihime, quien sera parte de un retorcido plan junto a su carcelero y del cual saldrá marcada para siempre." ULQUIHIME. Advertencias violación y lemon (muc...