La noticia

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Estaba hecha un ovillo en su nueva cama, mirando hacia la nada, pasaron un par de días que discutió con Ulquiorra y lo echo de su habitación. A pesar de que el llegaba todos los días con su comida, ella lo ignoraba y comía en silencio todos los alimentos para, que el pelinegro no le replicase nada y saliera lo más pronto posible, sin que cruzasen palabra alguna. Se había decretado que no podía ser forzada a nada, por lo menos por ahora, así que en ese ámbito estaba tranquila.

Se sentía terrible casi no salía de la cama, tenía una extraña sensación que nacía en su vientre y se extendía por todo su cuerpo, y crecía con cada día. Ella sabia lo que era, Szayel lo había mencionado como una posibilidad, la criatura en su interior necesitaba energía, y la estaba tomando de ella, volviéndola débil y haciéndola sentir un apetito feroz, el cual no podía satisfacerse con comida.

Lagrimas cayeron por su rostro, al fin estaba libre de las vejaciones que sufrió, su cuerpo al fin estaría a salvo, y con ello su mente también. Pero ahora era su mismo cuerpo el que la traicionaba, el que deseaba los toques indecentes que había odiado durante tanto, y tan grande era su deseo que su mente no estaba a salvo tampoco.

Esto la hizo reflexionar sobre sus estados extraños de excitación anteriores, haciéndola comprender y dando una sonrisa triste; no era ella la que tenía esos indecentes pensamientos y llevaba a cabo esos actos que trataba de olvidar, porque no era ella... no lo era. Era todo culpa del monstruo que manipulaba su cuerpo para alimentarse.

La puerta se abrió lentamente, no correspondía que nadie la visitase, pero ella no necesita mirar para saber de quien se trataba y se acurruco más tratado d no tocar su vientre.

El cuarto espada se acercó a su cama, mirando a la humana fijamente—debes prepararte mujer

—¿Para qué?—apenas alcanzo a murmurar

—Aizen-sama está en una reunión con todos los espadas y quiere que estés presente cuando les informe sobre tu condición.

Si bien ya habían pasado varios días, lo sucedido en los laboratorios de Szayel, en cuanto Aizen se enteró de la noticia ordeno completo silencio sobre el tema, al parecer quería dar la noticia el mismo, antes que corriera por los pasillos de las noches.

— Volveré en una hora—y se marchó.

Orihime se quedó unos minutos en la misma posición mirando hacia al vacío, entendía las palabras pero se le hacía difícil procesarlas y aún más hacer que su cuerpo se moviera para cumplir con lo pedido.

Hasta que al fin con gran esfuerzo logro levantarse para al fin tomar un baño. Lleno la tina mientras se quitaba lentamente las prendas, hasta quedar desnuda para enfrentarse al espejo, quien mostraba a una mujer, diferente una a quien no conocía.

Se metió en el agua hasta que le llego al cuello, trato de disfrutarla cerrando los ojos y relajarse

Te vez terrible.

Sus ojos se abrieron mostrando una figura conocida, que estaba en el agua frente a ella— pero tu no.

Yo soy una parte de ti, no necesariamente igual a ti—dijo la falsa pelinaranja levantándose para dirigirse a la verdadera; la cual no aparto la mirada del que algún día fue su cuerpo.

—No te acerques

Lo necesitas—se sentó a su lado y la abrazo—a pesar de que no soy real, necesitas a alguien.

La joven no se molesto en refutarla ni apartarla, y acepto el abrazo inexistente que se daba a si misma por unos segundos, luego sintió como una de las manos que la rodeaban bajaba a su vientre.

Nuestra misiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora