La pequeña estaba muy concentrada en su trabajo, cada puntada que le daba a la tela lo hacía con mucho cuidado, la aguja podía ser muy mala ya la había atacado antes y sus pobres deditos estaban adoloridos con los pinchazos. Era extraño ver a una niña tan pequeña tratando de hacer su propia muñeca, normalmente los padres le comprarían una o su madre le haría una a gusto de su hija; pero sus padres no eran como los otros. Siempre discutiendo, su padre durmiendo donde cayera de lo borracho que estaba y su madre saliendo a toda hora sin prestarle atención.
Fueron tantas las veces se olvidaban de ir a buscarla en la guardería, las veces que pasaba hambre o la golpeaban cuando su hermano no estaba. Suponía la trataban así porque era una mala niña, por eso siempre trataba de comportarse bien y hacerlos felices, y esta vez lo lograría. Su madre le había dicho que no tenían dinero para comprarle la muñeca que quería, pero eso no la entristeció, ella haría su propia muñeca con los retazos de tela que estaban regados por la casa, así ellos no se molestarían por su deseo de querer tener una muñeca.
Finalmente dio el último punto y su juguete estaba terminado, no era como las glamorosas muñecas que vendían en las tiendas con lujosos vestidos y piel de porcelana. La suya era completamente diferente, su piel era de distintos colores, por las diferentes telas que utilizo su vestido apenas la cubría y estaba roto, de hecho, ni siquiera se podía discernir si era una persona o un animal, sus brazos y piernas no con concordaban entre ellos, los botones de sus ojos eran de diferente color y tamaño; y solo había unos cuantos hilos que salían de la desproporcionada cabeza que trataban de formar una cabellera. Era una quimera sin gracia y deforme, pero para ella era hermoso, estaba orgullosa de su trabajo al que había dedicado tanto y lo amaba por eso, sin importarle su aspecto.
Escucho los tacones en el piso de madera, su madre iba a salir pronto, no había tiempo que perder quería mostrarle su creación lo más pronto posible.
—¡Mamá, mamá! mila, mila—llamo con su acento infantil, tenía los brazos extendidos para enseñare su juguete.
—¿Qué es eso?
—Mi muleca—dijo emocionada mientras su madre la tomaba para examinarla— io la hice.
—¿Tu? —pregunto burlona—¿Hiciste esta cosa horrible?
—Shiii, io lo hi...—se detuvo al ver como su madre agarraba con son las dos manos su muñeca y tiraba de ella, rompiendo las costuras y haciéndola pedazos—¿Mamá?
—Entonces no lo hiciste bien—siguió rompiéndola mientras pedazos de tela y algodón caían a los pies de ambas—apenas la toque y se cayó a pedazos, pero créeme esta mejor así.
—¿Pe-peio?
—¡Basta no tengo tiempo para esto!—se dispuso a marcharse.
—¡Mamá!—llamo e intento sujetarse del vestido de esta, solo para recibir un fuerte golpe en su mejilla que la hizo soltarla.
—¡ESTÚPIDA NIÑA, YA TE DIJE QUE ESTOY OCUPADA! —le grito—ahora vete antes que te golpee.
La pobre al escuchar esto salió corriendo a esconderse a su habitación bajo su mantita. Estaba llorando había fallado otra vez, en vez de hacer feliz a su madre la hizo enojar.
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Las lágrimas recorrían su rostro otra vez, el dolor de ese recuerdo a penas la dejaba respirar, hace tanto tiempo que no pensaba en sus padres que creía que los había olvidado, sin ninguna duda no fue así.
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Nuestra misión
FanficLos planes de Aizen están retrasados y para volverlos a la normalidad requiere de la ayuda de Orihime, quien sera parte de un retorcido plan junto a su carcelero y del cual saldrá marcada para siempre." ULQUIHIME. Advertencias violación y lemon (muc...