Alucinación

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Su cuerpo cayó estrepitosamente en ese árido paisaje, intento levantarse con dificultad—Con esa fuerza ni siquiera pienses en pelear con un menos grande—regaño la mujer morena.

Él la miro furioso—¡déjame salir!—exigió en tanto volvía a levantarse—¡he estado días aquí!

—¿Para qué? ¿Para ir al hueco mundo? Lo único que conseguirás es que te maten.

—Debo ir

—Iras a su debido tiempo

—Ese hollow

—¿Crees que no sé lo que hizo? ¿Crees eres el único que siente impotencia por no poder ir a ayudarla?

Esto lo hizo callar

—Ese no era cualquier hollow era un arrancar, pueden ser tan poderosos como un capitán, y si bien debería estar en hueco mundo, no sabemos a ciencia cierta si Orihime esta ahí, o si hay más arrancar a los que habrá que enfrentarse, por eso debes prepararte y hacerte más fuerte

—Lo intento...

—No es suficiente.

—Bueno... bueno...—llego Urahara moviendo su abanico—creo que hora de cambiar el enfoque—Yoruichi lo mira interrogante—es hora de que los conozcas.

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 Tatsuki salía de su práctica de karate, no se sentía de ánimos para asistir, pero era un compromiso que tenía y debía cumplir, a pesar de que siempre estaba distraída y solían derrotarle con bastante rapidez o acababa con sus oponentes sin tenerles piedad, dejándolos con terribles dolores y lesiones.

No alcanzo a pasar las puertas de la escuela, cuando vio al pelinarranja apoyado en uno de los muros.

—Tatsuki

Esta lo golpeo— él simplemente se lo acepto, como los otros que le siguieron hasta que ella no tubo las fuerzas para continuar.

—¿Por qué?— Orihime se fue y ahora tu desapareces, todos desaparecen—lloró, mirando hacia abajo para que no viera sus lágrimas—estuve para ti cuando sufriste lo de tu madre y ahora me dejas sola.

—Orihime está viva.

Estas palabras la impactaron, dejándola congelada unos segundos hasta que logro levantar su rostro para enfrentar a su compañero—¿Qué dices?

—Está viva.

—No... eso no es lo que me dijiste—comenzó a hiperventilar— ¡USTEDES MALDITOS ME DIJERON QUE ESTABA MUERTA!

—Se lo que dijimos, ¡por lo que sabía lo único que quedaron fueron sus orquillas! pero no es así...

—¿¡ENTONCES DÓNDE ESTA!?—exigió

—No lo se

—¿COMO QUE NO SABES? —lo volvió a golpear.

—¡Tatsuki ya basta!—la tomo de los brazos—no sé dónde está pero te juro que la voy a encontrar y la traeré de vuelta.

—Entonces iré contigo.

—NO— dijo firme volviendo su agarre más fuerte—Tatsuki, tú sabes que a mi alrededor suceden cosas extrañas, peligrosas, que ni siquiera yo puedo enfrentar—ambos se miraban a los ojos, mostrando la angustia que sentían—se que me fui y tendré que hacerlo de nuevo, pero es por ella para hacerme más fuerte y tráela.

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