Eengy y Segmeyer, ya llevaban varios meses en Los Archivos del Duque, pues ya era su hogar, fueron bien recibidos por los magos, que les enseñaban cosas básicas, se habían hecho muy amigos de Logan, el mago que los recibió cuando recién llegaron. Ambos ya presentaban sentimientos, Segmeyer y Eengy, paseaban por los jardines, aprendían magia juntos, de vez en cuando comían a solas en una parte algo alejada de la montaña, solo para verse uno al otro y estar felices.
- Me gusta esta jardín - le dice Eengy a Segmeyer mientras caminaban entre las rosas y observaban a los magos practicar en aquel bello lugar.
- Es muy relajante - contestó el caballero.
- Podemos ser felices acá.
- Sí, si tú lo deseas.
Ambos se toman de la mano.
- Aun tienes tu corona, aun eres reina de Izalith.
-Izalith ya no existe, y aunque la extraño, es poco lo que podemos hacer, prefiero ser feliz, aquí contigo.
El caballero se sonrojo un poco y soltó una pequeña sonrisa. Luego ambos se besaron.
- Agradezco al destino que nos haya unido.
- Yo tam…
Segmeyer no terminó la oración, pues de alguna parte de la montaña, se escuchó una explosión, el suelo comenzó a temblar.
- ¿Qué está pasando? - preguntó Eengy.
- No lo sé - contestó Segmeyer.
Al final del jardín, donde las rosas terminaban por el risco, de este salió una pata escamosa blanca escarlata que aplasto las rosas de esa parte del jardín. Entonces los magos empezaron a correr hacia la torre.
- ¡Hay que correr! - gritó Segmeyer, que tomó a Eengy de la mano y la llevo corriendo a la torre, mientras corrían, veían hacia sus espaldas, como el dragón terminaba de escalar el risco y llegar al jardín.
Al entrar a la torre, Logan los recibió.
- ¡¿De dónde salió ese dragón?! - preguntó Eengy.
- No tengo ni idea - contestó Logan - todos los magos que sepan el conjuro de protección, es tiempo de usarlo, los demás, usen portales para rescatar la mayor cantidad de libros posibles.
- ¿En qué podemos ayudar? - preguntó Segmeyer.
Logan tomó a un mago novato
- ¿Puedes conjurar un portal para salir de aquí?- Sí…
- Tu nombre.
-Min.
- Sácalos a ellos dos, vayan al Reino Elfico, El Duque aún debe estar allá, avísenle.
El mago que aún era un novato, conjuro un portal.
- Deberíamos irnos todos - dijo Segmeyer.
- Debemos salvar todo el conocimiento posible - contestó Logan.
Eengy, Segmeyer y Min salieron por el portal conjurado, que los llevo a una llanura verde al otro lado de la montaña. Los tres se alejaron de Los Archivos del Duque al Reino Elfico.
La torre ya estaba protegida, la dragona, soltaba llamaradas de fuego azul que rodeaban la esfera que protegía la torre, pero el jardín de rosas no se salvó, ya era solo tierra quemada. Dentro de la torre, Logan había bajado casi al fondo, pues los primeros libros que debían salvarse, eran los que tenían peligrosos secretos. Mientras muchos magos trataban de mantener la esfera, otros invocaban portales por donde entraba y salían sacando todos los libros posibles, pues la cantidad superaba a los magos, por cada mago, podía haber cien libros, sin contar que algunos eran muy grandes y pesados que tenían que alzarse hasta entre dos.
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Almas de Acero Vol. 2
FantasyEl mundo cambiara. El destino ha dictado que las cosas seran distintas para guerreros implacables y dignos que no se rendiran.