Almas de Acero Vol. 2

Seath

Flashback

El Reino Elfico no era un lugar extenso, ni con grandes palacios, en una gran llanura, habían arboles gigantes, dentro de estos, los elfos vivían en comunidad, en un árbol podían vivir varias familias, pues muchos de estos arboles eran huecos por dentro, los elfos, vivían muy alejados de los demás reinos, no les gustaba estar involucrados en problemas de otros reinos.

Este singular reino que vivía de la vegetación de los arboles que no eran huecos, estaban muy atrasados respecto a armas y armaduras, eran muy pacíficos, asi que apenas tenían armas de madera muy rudimentarias.

Seath, El Duque, que aún no sabía que había pasado en sus preciados archivos, estaba en aquel reino pacifico para ayudarlos a mejorar sus defensas, pues si había un reino fácil de derribar por Anor Londo, era ese.

Seath, conversaba con dos viejos conocidos, Velstadt y su esposa Mitha; El Duque fue testigo del matrimonio y les dio unas reliquias de unión, que ayudaban a sentir lo que el otro sentía, si Mitha estaba en peligro, Velstadt lo sabría, y viceversa.

- ¿Cómo ha sido atendido Duque? - preguntó Velstadt.

- La atención ha sido gratificante - respondió Seath - la comida acá es exquisita, las aguas termales son relajantes, y ni hablar de los niños, hacen preguntas muy curiosas sobre la magia, aunque muchos quieran aprender a hacer bromas con magia.

Los tres rieron.

- Así son los niños - afirmó Mitha - traviesos pero inocentes.

- Te agradezco Seath - dijo Velstadt - no sabemos mucho de guerras, pero el conocimiento que nos has dado es vital, nunca confiamos en Anor Londo, pero jamás creí que acabarían con Izalith.

- Nosotros tampoco - contestó El Duque - pero al final, fueron las consecuencias de nuestras acciones.

- ¿Cuál es el paso a seguir? - preguntó Mitha.

- Estar listos por si Anor Londo ataca de nuevo - contestó El Duque.

Caía la noche, El Duque había sido invitado a cenar por sus viejos amigos, así que se consiguió ropa para la ocasión, pues era una reunión especial después de ya diez años en los que no se habían visto, fue a un almacén cercano, y luego a una pequeña choza que le habían prestado en su estadía.

El Duque llegó a la casa de Velstadt y Mitha, tocó la puerta, pero al hacer esto, la puerta se abrió sola. El Duque alarmado entro con cautela, adentro, en el comedor, Seath encontró la cena lista, Velstadt y Mitha estaban sentados, pero estos estaban degollados, había una tercera invitada sentada en donde se suponía estaría El Duque.

- Seath, El Duque - dijo la mujer.

- ¿Quién eres? - preguntó el mago.

- Mi nombre es Najka.

-No pareces humana.

- Soy en realidad una dragona.

- Eso es imposible.

- No vine a hablar mago, vine por algo que tú tienes.

- No se dé que hablas.

- Un talismán.

- El Talismán de Magia Oscura - contesto el mago mientras tocaba su bolsillo, donde lo tenía.

- Solo dámelo, y esta pobre gente no terminara como tus amigos.

- No te daré nada.

- Parece que alguien no entendió lo que dije.

Najka, que tenía sangre en las manos, saco de la su boca un hueso humano, y lo tiro por la mesa acercándolo al mago, el cual, al tocarlo, sintió de quien era el hueso, era de uno de sus magos.

- Los Archivos del Duque no existen, los destruí, ahora dame el talis…
Seath, invoco una bola de fuego, se la disparo a Najka, pero Najka no se movió, la casa exploto ante el ataque de Seath.

Los elfos al ver el ataque, se prepararon con sus débiles fuerzas y la poca magia que Seath les había enseñado, y rodeaban la casa en llamas, donde no se veía que pasaba adentro.

Seath usaba toda clase de magia contra Najka, contra la cual no funcionaba nada.

- No tengo tiempo mago, seré rápida.

En dos movimientos, Najka arrancó el talismán de la posesión del Duque, que fue atravesado en el estómago por sus garras.

- Que… es lo que…quieres.

- Ya que vas a morir, diré mi debilidad, los rayos, y resulta que la reina de Anor Londo puede invocarlos, asi que usare esta magia para debilitar a Anor Londo.

Después de que Seath muriera, Najka se transformó en dragona, El Reino Elfico… inocentes que no habían hecho nada malo, fueron exterminados por Najka, que simplemente era despiadada.