16

16K 1.1K 205
                                    

«En tus días grises te querré el triple».

Paula

Al día siguiente, me invade una profunda tristeza. Hoy es el cumpleaños de papá, y me duele tanto recordarlo que no me siento con fuerzas para ir a la universidad.

Iván sabe perfectamente qué día es, por eso respeta mi decisión de quedarme en casa, aunque no le parezca buena idea. Piensa que aquí solo me deprimiré más, lo cual es cierto, pero necesito estar a solas con mi dolor.

Aprieto su foto contra mi pecho mientras una lágrima se desliza por mi mejilla. Ojalá estuviera aquí para conocer a su nieto. Sé que le haría inmensamente feliz, como cuando nacimos Alex y yo. Mamá nos contó que lloró de la emoción, y no se quería separar de nosotros en ningún momento.

Su pérdida marcó mi vida para siempre, y nunca podré superarlo.

Sorbo mi nariz con otro pañuelo y lo tiro en la cama junto con los demás, pensando en cada momento que viví junto a él. Desafortunadamente fueron pocos, pero siempre los llevaré en mi memoria. Solía decirme que era una guerrera, y que algún encontraría a alguien que me quisiera con la misma fuerza que llevo dentro de mí.

«Creo que lo encontré, papá», sonrío tocando su foto. «Se llama Iván».

Cuando veo qué hora es, abro los ojos con sorpresa. Ya casi es mediodía, y no he hecho el almuerzo. Me levanto tan rápido de la cama, que por poco me caigo al suelo. Afortunadamente logro mantener el equilibrio.

🌙🌙🌙

—¿Estás... mejor? —pregunta Iván cuando terminamos de comer, refiriéndose al tema de mi padre.

—Sí —esbozo una pequeña sonrisa para tranquilizarlo —Me pondré a repasar el examen de mañana para distraer la mente.

El idiota del profesor Hamilton nos puso un examen para mañana con apenas tres días de antelación y, en vista de la pésima actitud que tiene conmigo, presiento que será complicado, pero no me importa, lo haré lo mejor que pueda, no en vano he estado estudiando día y noche. Me siento más que preparada.

—Mucha suerte, bonita —dice envolviéndome en sus brazos. Lo necesitaba tanto hoy... —Espero que ese idiota no te la juegue de nuevo.

—Yo también lo espero —musito, sintiendo un nudo en la garganta. Graduarme en Psicología es uno de mis sueños desde que era pequeña, y estoy muy cerca de cumplirlo.

🌙🌙🌙

Días después...

Cuando el profesor me entrega mi examen con una sonrisa burlona, me espero lo peor. Frunzo mis labios al ver el suspenso bien marcado en rojo en la parte superior de la hoja, y contengo mis ganas de llorar. Maldita sea.

—¿Qué tal, amiga? —inquiere Nat a mi lado. Siento tanta rabia que soy incapaz de contestarle, y me encamino a la mesa del profesor.

—Eres un jodido abusador, pero me las pagarás tarde o temprano —mascullo con rabia. Podré repetir el año por su culpa, pero al menos no me quedaré con las ganas de insultarlo —Juro por el bebé que llevo en mi vientre que esto no se va a quedar así, hijo de perra.

Tiro el examen al suelo y salgo del aula con las manos en puños, provocando un enorme silencio.

Camino sin rumbo por los solitarios pasillos de la universidad sintiendo cómo las lágrimas ruedan por mi mejilla. Ya no aguanto tanto dolor, tantos enemigos queriéndome hundir.

Unas voces procedentes del cuarto de la limpieza me sacan de mis pensamientos. Extrañada, abro la puerta con cuidado y entonces me quedo boquiabierta al ver la escena frente a mí.

Joder.

—¡Oh, sí, señor director! —gime un chico siendo penetrado por el director. Cubro mi boca, sin poder creer lo que estoy presenciando —¡Deme más duro!

Cuando reacciono, cojo mi móvil del bolsillo y los grabo sin pensarlo. No sé quién seas, desconocido, pero me acabas de hacer un gran favor.

Tengo al director en mis jodidas manos.


_________________________________________

Quería compensar mi tardanza en actualizar con otro capítulo. Gracias por seguir apoyando esta historia ❤

Me gusta la sencillez, y por eso escribo capítulos cortos. Lo siento si no os gusta, pero es lo que hay :)

Por siempre, tú © #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora