Después de que Conway reclutara a una nueva cadete en su cuerpo de policía, todo parece ir bien.
Sin embargo, en la ciudad debido a la corrupción e ilegalidad siguen habiendo problemas; los cuales comienzan a verse solventados ante una organización...
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( 🌺 ) Si te digo dónde he estado, ¿Me seguirías llamando bebé? Si te lo cuento todo, ¿Me llamarías loco?
Noa estaba allí parada, a un lado de dos chicas más las cuales no conocía de nada, solamente se presentaron entre ellas en la sala de espera de la comisaría. Las tres preparadas para hacer las oposiciones y entrar al cuerpo de policía de la ciudad.
Las tres iban vestidas para la ocasión, usando unos trajes para la entrevista que iban a tener. Todas habían pasado la primera prueba, los códigos de comunicación y radio. Ahora tocaba hacer los simulacros y simulaciones sobre un código de hombre enmascarado, donde el superintendente era quien llevaba una máscara. Greco simularía ser un rehén dependiendo del momento, mientras el comisario Volkov se encargaba de ser el compañero u alumno, supervisando que comunicara correctamente por radio.
Una chica llamada Paula Escobar estaba haciendo el simulacro ante la situación de un hombre enmascarado y falló en las tres veces que lo intentaron. Y aunque los comisarios le ayudaran e indicaran, la chica seguía equivocándose.
Entre Noa y la chica rubia a su lado supieron que ella no pasaría de la ronda esta.
—Phantom. —llamó el superintendente a la castaña por su apellido y ella caminó unos varios pasos hasta quedar frente al de camisa blanca.—Te pondré en situación. Hombre enmascarado en la calle, usted se encuentra haciendo un 10-33. La puerta es un Z.
—Muy bien.
—Volkov es su compañero. —volvió a decir y Noa, convencida asintió caminando con parsimonia hacia la salida. Volkov le siguió por detrás.
—No sé por qué, pero está chica me agrada para el cuerpo. —comentó Greco, y la razón detrás era que le atraía en cierta forma.
—Aún no sabemos si es competente.
El superintendente se cruzó de brazos con su táser oculto entre sus extremidades, la cual simularía ser un arma de fuego.
—Aquí la oficial Phantom a H50, tenemos un 10-15 en mi 10-20 de la calle Groove Street. Solicito un 10-32, ¿Cuál es un AT? —habló Noa, simulando hablar por radio mientras empuñaba una arma de juguete que lanzaba bolitas de goma.—Treinta segundos. Ok, entramos entonces.
