Después de que Conway reclutara a una nueva cadete en su cuerpo de policía, todo parece ir bien.
Sin embargo, en la ciudad debido a la corrupción e ilegalidad siguen habiendo problemas; los cuales comienzan a verse solventados ante una organización...
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( 🌺 ) Si nos caemos, culpen a los humanos.
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Noa le observó en silencio, demasiado. Como intentando asimilar la acusación sin evidencias que Lucía estaba haciendo, Lucas apoyaba aquella hipótesis. La castaña con un rodete desarreglado no hacía más que estar sentada en el sofá esperando que aquellas cosas que sus amigos estaban diciéndole fueran una broma de muy mal gusto y que realmente no estaban acusando a Emilio.
Se removió de su asiento, para levantarse y dejar el celular sobre la mesa ratona de algarrobo y caminar hacia la puerta, donde su chaqueta de policía posaba tranquilamente. Estaba vestida con el uniforme, pues debía volver al trabajo por la tarde. Después de lo que habían hecho por la noche con aquellas personas, seguramente sus superiores querrían reunir pistas y averiguar qué es lo que había pasado, además de cumplir su servicio.
Greco había entrado también, aunque no acudía a los patrullajes, atracos o persecuciones hasta que las heridas que el poseía sanaran del todo. Solo debía esperar un par de semanas más y estaría exactamente igual a cuando nació. Solo que adulto y con barba.
—Me parece una ofensa que acusen un Dark star de traición. —aclaró Noa, tomando la chaqueta policial para colocársela. Afuera estaba lloviendo a cantaros.
—Es que, ¡Joder, Noa! —saltó Lucia, levantándose del sillón para enfrentarla.—¿No te parece demasiado extraño que casualmente todos conozcan tu puto nombre? Qué todo lo que te ha pasado hasta ahora, Emilio estuvo a tu alrededor. ¿No te parece extraño que siempre que hay movimientos raro Emilio dice que no? Emilio controla el puto movimiento.
—El día que nos reunimos, y dije que los movimientos estaban disminuyendo y no había nada. ¿Recuerdas? Mentí. Emilio estaba conmigo ese día y aún así no me corrigió.
—¿A qué mierdas querés llegar con eso, Lucas? Se le habrá pasado. —defendió, buscando una idea lógica.
—¿Cómo que: se le habrá pasado? ¿Estás de coña? —contraatacó Lucía.—Escúchame, Emilio es el único que siempre está a tu alrededor, como segundo franco mientras haces de Policia. Vaya casualidad que Emilio no te haya advertido de que estaban siguiéndoles ese día, y vaya casualidad también que no haya visto como un puto Kamacho os embistiera.
