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—Lolito

—Auron

— ¿Cómo estás?

—Muy bien, cada vez siendo más legal —sonrió levemente.

Auron también sonrió —Sabes que me alegro mucho pero... no me refiero exactamente a eso y lo sabes —Lolito dejó de sonreír poco a poco.

Vaciló al hablar —Pues nada fuera de lo normal, uhm.... sabes que estoy bien —sonrió falsamente.

—Lolito... Sabes que el otro día te encontré rondando por el bosque que está cercano a mi casa eh y no era exactamente en sitios legales — Lolito se sorprendió un poco, pero no lo iba a negar.

Suspiró —Uhm lo siento yo buscaba eh —pensó un segundo —ender perls... eso.

—Y me lo como con patatas, claro.

—Auron, tu... tu sabes lo que yo buscaba.

—Lo sé pero no tienes porque mentirme.

—Lo sé, es sólo que... No pierdo la esperanza.

—¿No has tenido noticias de él?

—Nada

—Y no crees que ya es tiempo de —Vaciló —ya sabes, de soltar —dejó la pregunta al aire.

—No —Respondió inmediatamente.

—Lolito

—Auron, no por favor —habló con súplica en su voz.

—Lolito, si él se fue sin dejar rastro será porque no quiere ser encontrado.

—N-no, mi niña va a regresar, lo sé.

—¿Sabes por qué sigues en consulta conmigo después de casi dos años? —cambió el tema.

—... Supongo

—Porque no estás del todo bien, aún no, eres un ciudadano ejemplar, eres amable con todos, pero solo basta con que lo recuerdes y de inmediato se instala una tristeza inmensa en ti, necesitas dejarlo ir, porque como sigas así, tu cordura se va a ir a tomar por saco y no sé hasta donde puedas resistir.

—Yo... —La calma de Lolito desapareció, dejó de fingir y bajó un poco sus muros. Auron nunca había traicionado su confianza, sabía todo lo que había pasado y lo había ayudado a mejorar como persona, merecía conocer esta parte de él. —Yo lo voy a encontrar y le voy a pedir perdón —dijo bajo y con la voz quebrada —todo... —pasó saliva intentado quitar el nudo en su garganta y respiró hondo —Todo esto es mi culpa —soltó junto con un gran sollozo y desde ahí todo fueron lágrimas.

Auron había logrado lo que quería, había logrado lo que como amigo nunca pudo hacer, romper los muros de Lolito.

—Deja fluir tus sentimientos, no te reprimas más —le acercó la caja de pañuelos desechables.

Auron se sentía impotente, quería darle un abrazo a su amigo pero sería poco profesional de su parte. 

Sentía impotencia de ver sufrir a su amigo día tras día y no poder hacer nada por ayudarle.

—Lo siento mucho por eso, yo... Lo extraño tanto. Desde el primer momento en que lo vi yo caí por él —se limpió la nariz —yo prometí que no iba a permitir que nadie le hiciera daño y ahora soy el único culpable de que él no esté más aquí, yo le hice daño, Auron, lo tenía que cuidar de mi y no pude, no pude...

Lolito siguió llorando por un buen rato más mientras Auron le daba palabras de aliento hasta que el pelinaranja estuvo mejor, al terminar la sesión, Auron habló con él sobre lo que iba a pasar con sus siguiente sesiones y lo que debía hacer para dejar ir el recuerdo de Mangel.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2020 ⏰

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Destino // MangelitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora