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Había un silencio sepulcral, justo como lo venía habiendo desde hace varios días.

Lo tenían todo, diamantes, comida, animales, la casa de sus sueños, el uno al otro... Excepto que ahora parecía ser ese el problema, Mangel se sentía temeroso, pero también molesto, se sentía vacío, fue así desde la confesión de Vegetta...

—Mangel —se limpió las lágrimas que no dejaron de brotar —Lolito es un asesino.

Las palabras le cayeron como un balde con agua, no podía ser cierto, no podía ser Lolito, ese no era "su Lolito".

No podía dejar de pensar en la conversación que tuvieron...

—Vegetta, debes estar confundido, Lolito no-

—No, escúchame Mangel, fue él. —Vegetta miró nerviosamente hacia donde el pelinaranja se encontraba, los miraba de manera extrañada, algo estaba mal.

—Vegetta, no creo, él no lo haría, yo-

—Tu lo conoces, lo sé, pero los guardias me lo han dicho y yo no me fío más de él, sólo te digo eso Mangel, mi amiga ya murió, pero tengo miedo por tí Mangel. Solo quiero que te cuides, es por tu bien — Vegetta se marchó sin dejar de llorar.

Mangel miró a Alexby buscando algún tipo de explicación. El menor suspiró cansado.

—Yo no sé si lo que Vegetta dice sea cierto, deberías hablar con Lolito. Aún así, sabes que siempre eres bienvenido a mi casa. Te estaré visitando —se despidió con un abrazo y se fué a su casa.

Pasaron pocos segundos y, como era de esperarse, Lolito se acercó a Mangel.

—¿Que sucedió mi niña? lo tomó de las manos y notó que estás no dejaban de temblar.

—Lolito, necesito que me hables con la verdad, por favor

—Siempre.

Mangel lo miró a los ojos — ¿Tu asesinaste a la amiga de Vegetta? — Su mirada era intensa y Mangel pudo notar como la de Lolito cambió.

—Yo, n-

—Lolito no me mientas, por favor, estoy harto de esto, sólo quiero saber la verdad —los ojos de Mangel estaban a punto de dejar caer las lágrimas.

El pelinaranja suspiró —Si fui yo

Mangel estaba boquiabierto, no lo asimilaba, había puesto las manos al fuego por él y esto era mucho peor de lo que parecía, ¡había matado a una persona!

Así que lo mejor que hizo fue irse a casa de Alexby a pasar la noche y Lolito está vez no lo detuvo, necesitaba darle su tiempo, lo había jodido de verdad y era consciente.


Después de estar en casa de Alexby por dos días decidió que no podía seguir molestando a su amigo y tampoco podía seguir evadiendo sus preguntas sobre lo sucedido, así que estaba de vuelta desde hace dos días pero en ese tiempo no hacía más que dormir en el sofá y salir a minar desde temprano y hasta tarde, efectivamente, estaba evadiendo a Lolito pero él tampoco le había dicho nada y de cierta manera Mangel lo agradecía, no sabía como iba a reaccionar si lo tenía que enfrentar.


Hasta ese día, como los días anteriores, había ido a minar hasta tarde y llegó dispuesto a dormir, excepto que no se esperó encontrar a Lolito en el sofá, este se encontraba con la mirada gacha, desbordaba nerviosismo por su cuerpo y no dejaba de mover sus manos. Cuando escuchó que Mangel abrió la puerta, se levantó de inmediato y después de casi semanas cruzaron sus miradas nuevamente, pero ahora, con diferentes sentimientos.

Destino // MangelitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora