Capítulo 5

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Keiler's POV

-Quiero que me des el mando en el equipo, quiero que me obedezcan a mí, yo seré la que voy a estar en riesgo, y sé lo que viene.- le dije a Bert. Estábamos aclarando todos los puntos posibles.

-Esta bien, vamos. Voy a presentarte a tu equipo.- caminé junto a él hacia una sala de reunión. habían unas 15 personas entre 20-35 años aproximadamente, una cabellera rubia llamó mi atención. Adrian.

-¿Pusiste a uno de tus agentes a seguirme?.- le pregunté a Bert.- No necesito a uno de tus perros, deja de poner gente a seguirme, es absurdo.- Él asintió dejando pasar el tema. Ahora entiendo cómo Bert se enteró de mi salida.

-Keiler, ellos formaran parte de tu equipo, ya tendrán tiempo para presentarse. Chicos, de hoy en adelante están al mando de Keiler, harán lo que ella y nadie más indique. ¿Está claro?.- ellos asintieron como niños. Luego de eso Bert se fue dejándome con ellos.

-Supongo que ya saben porqué están aquí y a qué trabajo nos vamos a dedicar. Les digo desde ya que no va a ser fácil, quiero cosas bien hechas, si les pido algo, háganlo lo más rápido posible, debemos movernos rápido, seré honesta con ustedes, lo más probable es que después de cada salida que hagamos, no vuelvan todos y dependerá solo de ustedes. A los chicos de informática, les daré unos nombres y buscarán todo lo que hay, últimos movimientos, direcciones, cuentas bancarias, familia, todo ¿está claro?.- unas 3 personas, que supongo que eran los de informática, asintieron. Les di una lista de nombres, ahí habían nombres de el grupo de Dmitry y de Frank. Sabía a quienes había que buscar, no sacaba nada con ponerlos a todos tras las rejas porque no habían pruebas de que todos formaban parte, Frank era muy cuidadoso con eso.

Luego de dar todas las instrucciones, fui a la sala de tiro con los chicos que trabajarían más de cerca conmigo, es decir, los que llevaría a terreno. Necesitaba que fueran buenos, no nos vamos a enfrentar a típicos ladrones, esto se trataba de la mafia.

-Creí que serías más astuta y te habrías dado cuenta antes de quién era.- dijeron a mi lado.

-¿Si?, pues creíste mal.- dije. Me puse frente a los 12 chicos. Honestamente, no se veían del todo convincentes de que hacían aquí.- Bien, no se si Bert les dijo algo pero tendrán un entrenamiento de 3 días, de verdad espero que los aprovechen, porque si no lo hacen los matarán en tanto pongan un pie en el terreno al que iremos.

-Es increíble que ella nos esté dando instrucciones si debería estar junto con ellos.- le susurró una chica al agente de su lado.

-Bien, tú.- dije señalándola.- si tienes algo que decirme, estoy aquí. Si no quieres recibir mis instrucciones ve por esa puerta y te quejas con Bert.- hablé.- No intenten ocultarme cosas, porque creanme que me entero de todo. ¿Preguntas?.- nadie dijo nada.- Cada uno vaya a su cuadro de tiro, comenzaremos con tiros solo que dañen. Me refiero a piernas, brazos y hombros. Cada arma tiene 3 balas, comiencen con tiros a nivel del bíceps braquial. Vamos.- di la orden y todos se pusieron sus audífonos, se pusieron en posición y dieron el primer tiro.

Caminé tras ellos para ir viendo que tal disparaban, algunos lo hacían bastante bien, lo lograron al primer intento, pero había que ver si realmente eran buenos o fue solo suerte. Cuatro de los diez no le habían dado al objetivo.

-Pon los brazos un poco más tensos, la fuerza del disparo te lleva hacia atrás. Usa las dos manos para sujetar la pistola si es necesario.- le indique a una chica.- Los demás hagan lo mismo. Vamos por el siguiente.- Ahora, algunos de los que si habían acertado en el primer tiro, no lo hicieron. Uno de ellos era Adrian. Es bueno disparando, pero duda al hacerlo y eso no se lo puede permitir, si duda disparándole a un muñeco falso, claramente a una persona no le va a disparar.- No puedes dudar, es un muñeco, no una persona, por eso fallas. Dispara y ya está, ninguno de los que está allá afuera no se merece una bala.- dije seca.

Al tercer tiro todos le dieron al objetivo. No eran el mejor equipo del mundo, pero no estaban mal. Un poco de entrenamiento con ellos y estarán listos para comenzar con esto. Los tuve disparando por un largo rato y aunque no se den cuenta, ya le están tomando ritmo, fallan cada vez menos.

-Descansen cinco minutos, vamos a ponerle un poco de movimiento a esos muñecos.- unos se fueron al baño, otros a tomar agua y otros simplemente se sentaron un rato. Cinco minutos después, cada uno estaba en su lugar de tiro. Los muñecos ya se estaban moviendo a lo lejos.- Quiero disparos a la cabeza, es un poco mas difícil, pero les tengo un poco de fe.

-Deberías entrenar con nosotros, solo nos estás dando ordenes.- dijo la misma chica del inicio. Sonreí caminando hacia ella.

-¿Cómo te llamas?.- pregunté.

-Briana Moreau.- dijo mirándome.

-Bueno Briana, si te estoy entrenando es por algo, ¿no crees?.- Saqué mi pistola de la funda que colgaba de mi pantalón y con una mano disparé 3 veces al muñeco sin quitar la vista de la chica frente a mi.- Cuando logres eso.- dije indicando al muñeco con 3 agujeros en la cabeza.- hablamos. Ahora, entrenas y dejas tus reclamos, porque al próximo estás fuera del equipo. ¿He sido clara?.- pregunté.

-Si agente.- asintió avergonzada. Le sonreí y me alejé.

-¿Alguien más tiene algo que decir?.- hablé fuerte para que todos escuchasen. Nadie dijo nada.- Pues a trabajar.- Les di luz verde para que siguieran disparando.

Cuando terminamos el entrenamiento volví a la oficina que Bert me había asignado. Mi cabeza dolía demasiado. Tomé asiento frente al escritorio y encendí la computadora, entre a la base de datos para abrir el perfil de Frank. Todo lo que había era lo que yo ya sabía, pero no sé como se están organizando los chicos ahora. Tal vez ya cambiaron de lugar, y para saber todo esto mi única opción era Bruce o Nate. Arriesgarme a algo con Nate ahora era muy peligroso, era demasiado pronto, sé que Nate le dirá todo a Thomas, en cambio a Bruce puedo sacarle algo de información. Tocaron la puerta un par de veces y vi a Bert, entró y se sentó frente a mi.

-¿Necesitas algo?.- pregunté sin quitar la vista del computador.

-¿Qué tal el grupo?.- respondió con otra pregunta.

-Bien.- me encogí de hombros.

-Keiler.- me llamó. Volví mi atención a él.- Siento lo que te dije el otro día, estaba enojado.- habló.

-No te preocupes.- respondí sin más.- ¿Algo más?.- pregunté.

-Vamos Keiler, sé que gran parte de todo esto es gracias a ti, crucé la línea el otro día. No me gusta que me mientan y menos en mi agencia.

-Bert, estabas haciendo tu trabajo... supongo. Esta todo bien. Ahora déjame hacer el mío.- dije.- mañana hablare con unos chicos, te llevare el archivo durante la tarde a tu oficina.- me puse de pie.- Adiós.- me despedí y salí de allí. Quería ir a casa, estaba cansada de todo ya. Me subí al ascensor y cuando estaba por cerrarse una mano se asomó entre las puertas. Adrian. Me mantuve en silencio.

-Buen entrenamiento.- soltó. Hice una mueca mientras asentía con mi cabeza.

-¿Tú le dijiste a Bert lo de la otra noche?.- pregunté, unos segundos después. Asintió.- ¿Estás seguro que nadie allí te vio?

-Creo que no, fui muy cauteloso.- frunció el ceño.

-¿Crees?.- pregunté.

-No lo sé Keiler, pero supongo que no, el lugar era demasiado grande y los de la entrada se despistaron con alguien.- se encogió de hombros.

-¿Con quién?.- pregunté.

-No me quedé a ver, ¿debía presentarme?.- hablo con sarcasmo.

Recordé la entrada secreta que había en la oficina de Thomas, si entraba allí, tendría las pruebas suficientes para terminar con esto. Cuando llegamos al piso 1 me baje sin decir nada, cuando por fin iba a salir de aquí, escuché que me llamaban. Era un guardia de seguridad.

-Señorita, la necesitan abajo.- me comunicó.

-¿Abajo?.- pregunté extrañada, abajo estaban las celdas de Dmitry y Frank.

-Si, el señor Bert me acaba de decir que la espera allá.

-Ok, gracias.- bajé por la escalera y puse mi tarjeta en el sensor de la puerta que me autorizaba a entrar a ese lugar. Me encontré de frente con Bert.- ¿Qué sucede?.- pregunté.

-Frank quiere hablarte.

COULD BE (Pt.2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora