Chase's POV
-Eso es todo lo que hay de Keiler aquí, lo único que queda es su ropa.- dije subiendo la última caja en el coche de Noah. Aún no estaba segura si debía contarle a los chicos lo que encontré, ni yo sabía aun que estaba pasando por lo que mejor decidí omitir esa información por un tiempo.
-¿Tú estás bien?.- me preguntó Taylor. Solo asentí.
-Puedes contar con nosotros para lo que necesites, lo sabes.- habló Noah esta vez.
-Lo se, gracias chicos.- Golpeé de forma amistosa la espalda de Noah.
-¿Qué harás ahora? ¿Conservarás el departamento?.- preguntó Amelie.
-Saldré de la ciudad por un tiempo, pero me quedaré con el.- dije.
-¿Donde irás?.- habló con curiosidad Taylor.
-No lo sé aún.- me encogí de hombros. Me sentaba mal mentirles, ellos se han comportado bien conmigo a pesar de todo lo que pasó, pero no podía decirles algo que ni yo sabía. Además, si hablaba podía darles falsas esperanzas de algo.
****
Esta tarde el cuerpo de Keiler sería llevado al cementerio, ya estaba vestido con traje negro pero dudaba si ir o no. Todo esto me tiene pensando demasiado y está siendo agobiante. Yo vi el cuerpo de Keiler en el ataúd, pero no entendía de que plan se refería. El plan no contemplaba que ella muriera, al menos no el plan que me habían dicho a mi.
Llegué al cementerio unos minutos más tarde de lo que era, me quedé algo apartado de la multitud, la verdad no quería estar cerca de nadie. Pude ver a los chicos en primera fila, todos llevaban flores en sus manos, Keiler odiaría esta escena. Reí con melancolía.
Mis ojos fueron más allá del ataúd de mi amiga, más allá de toda la gente que ahí estaba, fueron a parar a un árbol alejado, había un chico completamente de negro, usando gorro y gafas. Fruncí el ceño, ¿Quien demonios es él?. Disimulada mente intenté acercarme, cuidadosamente avance entre las lápidas que ahí habían, puse mi mano derecha en mi arma que tenía escondida en mis pantalones, preparándome para cualquier situación.El chico notó mi acercamiento y comenzó a correr en otra dirección, corrí tras de él hasta que entró en el bosque. Cuando estaba a punto de subirse a un auto disparé a una rueda, luego a la otra hasta finalmente acabar con las cuatro.
-No te muevas. Baja el arma, ahora.- dije apuntándole. El chico levantó las manos dejó caer la pistola que llevaba en su mano derecha.- ¿Quién eres?- pregunté.
-Soy nuevo en esto, soy Gary.- dijo con voz temblorosa. Fruncí el ceño.
-¿De donde demonios saliste Gary?.- pregunté bajando el arma. El pobre chico estaba casi orinando sus pantalones.
-Frank me envió aquí, quería a un tal Chase, pero he olvidado su rostro. No sé nada más, lo juro.- habló con desesperación. Podría jurar que el chico estaba a punto de llorar.
-Yo soy Chase. Mi auto está más allá. ¿Qué quiere Frank?
-No lo sé, yo solo recibo órdenes.- contesto.
-Vamonos ya...
-Espera.- me interrumpe cuando voy a subir al coche.- No puedes ver a dónde vamos, debo manejar yo.- solté un bufido y le lancé las llaves, me dio un pañuelo para ponérmelo sobre los ojos y emprendimos rumbo al lugar donde Frank se encontraba.
Unos cuarenta minutos después, al fin, pude sacarme la venda de los ojos. Seguí a Gary dentro del edificio. El chico tocó un par de veces la puerta y Nate abrió. Mis ojos se fueron directamente a él con rabia.
-Frank te explicará todo.- dijo antes de que pudiera golpearlo.
-Chase. ¿Cómo estás?.- escuché su voz. Frank.
-¿Qué mierda está pasando?.- pregunté sin rodeos.
-Pasa a mi oficina. Bien hecho chico, puedes irte.- se dirigió a Gary y le lanzó un fardo de billetes. Yo mientras entre a la habitación donde me guío Frank.
-¿Podrías decirme ya que está sucediendo?.- estaba comenzando a perder la paciencia.
-Tranquilizate Chase. Ya entenderás todo. ¿Quieres beber algo?.- preguntó.
-Frank. No juegues conmigo.- advertí. Este dirigió su vista hacia mi y se sentó. Estábamos frente a frente.- ¿Que ha pasado estos días?¿Por qué no me habías contactado?
-Si lo hicimos, tu no has entendido aún el mensaje Chase.- fruncí el ceño.- La carta que Keiler dejó.- aclaró.
-¿Tú sabías de eso?
-Claro. ¿Qué tal está familia de Keiler?.- habló.
-¿Cómo crees que están? Mal obviamente.- contesté.
-Me imagino. Necesito saber qué saben los de la CIA.- dijo.
-Lo mismo que todos. Keiler murió y que tú escapaste- me encogí de hombros.
-Bien. Ok Chase. A lo que viniste, necesito saber si estás dentro o no.- dijo seriamente.
-¿Dentro de qué?.- pregunté extrañado.
-Con nosotros Chase, ¿De que más?.- se encogió de hombros.
-Claro que si, por algo habíamos hecho el trato con Keiler.- dije.
-Bien. ¿Leíste la carta que encontraste?.- preguntó.
-Si, había un pasaje de avión con destino a Suiza, además había una nota, decía que fuera a una dirección.- contesté. Él asintió.
-Chase, debes tomar ese vuelo, tiene fecha para mañana en la mañana.- dijo.
-Frank, ¿A qué demonios tengo que ir a Suiza?.- pregunté.
-Keiler está viva Chase.- soltó de repente. Me levanté del asiento.
-¿Qué estás diciendo?.- pregunté.
-Lo que oíste. Fue todo parte de un plan.- dijo.
-Yo vi el cuerpo de Ke...
-Lo viste si, los disparos fueron reales, perdió mucha sangre. Ella tampoco sabía de nuestro plan. La llevamos a Suiza, por eso queremos que vayas.- comunicó.
-No estoy entendiendo nada.
-Chase... Ella no será la misma Keiler que conociste.- se acomodó, se veía algo incómodo.
-¿Qué quieres decir?.- pregunté.
-Ella... Perdió la memoria, no recuerda nada de los últimos dos años más o menos, no he podido hablar mucho con ella. Pero Chase, ella es la de antes.- dijo.
Llevé las manos a mi cabeza, esto no es bueno. Ella no recuerda a su familia ni a sus amigos, lo único que recuerda es la vida que llevaba antes de eso.
-¿Qué haremos?.- fue lo único que pude preguntar.
-Por primera vez, no lo sé Chase.
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COULD BE (Pt.2)
Teen FictionSi creían que la mafia había caído, se equivocaron. La historia continúa...