Coreopsis

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"Tu alegría se permuta con la mía; por lo tanto, si estás triste, yo también. ¿Entiendes lo que quiero decir?"

Le sorprendió cuando, en la hora del almuerzo, luego de que la intrigara no haber recibido ninguna flor, al punto de sentirse un poco decaída, uno de sus kohais la llamó.

—Senpai. —La voz de Yaoyorozu Momo interrumpió su rumbo de pensamiento, mientras se dirigía a uno de los gimnasios para unirse al partido de vóley que estaban llevando a cabo los de las clase 3-B.

—¿Ocurre algo?

—Uhm... Me dijeron que te entregara esto. —Le enseñó un diminuto ramillete de pequeñas flores silvestres amarillas.

—¿Eh? —Parpadeó varias veces, recibiéndolas—. ¿Quién...?

—Me gustaría poder decírtelo —acunó su mejilla, con una expresión igual de conflictuada que su interlocutora—, pero lo dejaron en mi puesto con un pequeña carta anónima.

—¿Una carta?

—Estaba escrita a computadora, si te preguntas. —Sonrió con anhelo—. No podía negarme cuando era para propósitos tan románticos e inocentes.

—Entiendo... Gracias, Yaoyorozu. —Curvó los labios, viendo las flores y creyendo fútil insistir más.

—Nos vemos en nuestra siguiente práctica conjunta.

Momo asintió, y ella se decantó por regresar al aula, inspeccionando las nuevas flores. Parecían margaritas amarillas, pero los pétalos tenían una forma distinta, así que se halló en la misma diatriba de casi todos los días. Si algo debía admitir, era que el misterioso chico tras las flores hacía funcionar su cerebro y su corazón, lo primero con toda la nueva información que aprendía sobre flores, y lo segundo porque siempre daba un vuelco cuando veía uno de sus obsequios.

Se disponía a sacar el libro de referencia sobre floriografía, cuando se percató de una nueva línea escrita sobre la pintura del escritorio.

"¿Te sorprendí?"

Ahogó un grito de frustración y emoción, agradeciendo estar sola para abanicarse el rostro ruborizado a sus anchas.

—¡¿Quién eres?!

Una sonrisa se posó sobre sus labios, y se apresuró a buscar la flor. Luego de varios minutos de comparación entre los dibujos y el espécimen real, descubrió que eran coreopsis. Simbolizaban la alegría y el amor a primera vista. No creía que era la alegría humanizada, pero era cierto que prefería afrontar los obstáculos con optimismo, antes que sucumbir a la desesperación. Sin embargo, no creía demasiado en eso de "amor a primera vista", y se preguntó si él querría decir algo más con ello.

Sea como fuere, la sonrisa no abandonó sus labios en todo el día. Y él solo observó, contagiándose un poco de su alegría.

Continuará~

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Con la intervención de Yaoyorozu, ¿sus sospechas cambian a alguien más?

Nuestro chico misterioso parece tener todo fríamente calculado xD

En fin, espero estén disfrutando de esta historia. ¡Cuídense mucho!

¡Plus Ultra! >.<

Flores para días hermosos || BnHA x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora