Alstroemeria

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"Si vieras mi devoción por ti, me pregunto qué sentirías."

En esa ocasión, se sorprendió cuando no encontró una flor, sino un separador de libros con forma de una. Los vivaces colores cálidos le alegraron la mañana. Precisamente ese día tendrían otra práctica con los de primer curso, y su cabeza dolía un poco, pero con los buenos ánimos del sujeto anónimo que se tomaba la molestia de obsequiarle flores, sentía que le iría bien.

Guardó el separador en el bolsillo de su uniforme de heroína, como amuleto de buena suerte, y se dispuso a dirigirse al campo de entrenamiento constituido por diversas canchas para combates individuales.

La clase estaría a cargo de Mirio, Nejire y Tamaki, lo que significaba que solo el primero realmente haría algo. Los estudiantes del curso de héroes de la clase 1-A lucían entusiasmados, y era ese entusiasmo lo que contagiaba a los de tercero a no ser suaves con ellos.

Se le fue asignado Midoriya, o, como lo había recordado cuando se presentaron formalmente hacía varias semanas, el chico-rompe-huesos. Era un hábil combatiente con un kosei que le permitía aumentar su fuerza, y ella era buena defendiéndose, por lo tanto, ante el contraste de sus particularidades, se les facilitaba aprender del otro.

—Buenos días, senpai. —Midoriya le sonrió de forma amable y, quizás, tímida.

Al parecer, no se terminaba de acostumbrar a tener que luchar tan violentamente con alguien. Ir con todo contra aliados siempre sería difícil, pero era la mejor forma para mejorar sin tener que arriesgar la vida contra un formidable villano.

Midoriya se puso en posición, y ella admiró el brillo de ferviente convicción en sus ojos. A pesar de su personalidad nerviosa, podía intuir que ese chico estaba determinado a ser héroe, y no cualquiera, sino el mejor.

Comenzaron despacio, como para calentar los cuerpos. Él atacaba y ella lo rechazaba con su kosei, constituían un cadencia que los hacía lucir más como en un baile que en una lucha. Sin embargo, en un descuido en el que aún no recobraba su punto de equilibrio, Midoriya le atinó un puñetazo en el abdomen que la mandó volando por los aires.

No escuchó nada, demasiado sorprendida porque el muchacho ya la había hecho atravesar una cancha y media con un solo golpe. El viento ensordecía sus oídos y el vértigo la desconcertaba, pero eso no impidió que su cerebro buscara una solución pronto, porque apenas era una suerte que no hubiera golpeado a nadie.

—¡(T/N)! —bramó Mirio, quien se propulsaba de un lado a otro para vigilar a las parejas valiéndose de su kosei.

Impactó contra su pecho fuerte, pero eso no los detuvo de desplazarse un poco más hasta que unas ventosas detuvieron su momentum. Midoriya llegó un par de segundos después, pálido.

—¿Estás bien?

A (T/N) la desconcertó un poco el cuarteto de voces masculinas tan preocupadas por ella, pero logró soltarse del agarre de Mirio mientras le agradecía a Kirishima, quien entrenaba con Tamaki, por brindarle una mano estabilizadora.

—Sí —dijo por fin, notando sus expresiones de alivio, a excepción de Midoriya.

—¿Segura? —Apretaba su mano contra su pecho, sudando profusamente.

—Logré activar mi kosei antes de que pudieras hacerme realmente daño. No te preocupes. Ninguno de ustedes lo haga, de hecho. ¡Vamos, soy fuerte!

—Es cierto, pero aun así... —musitó Tamaki, tirando de la capucha de su traje para ocultar su rostro.

—¡Eso fue muy peligroso! —completó Kirishima.

—Menos mal estaba cerca —acotó Togata.

Sin embargo, (T/N) aún tenía las pupilas clavadas en Midoriya, inspeccionándolo de arriba abajo mientras el adolescente no podía ocultar la sufusión en sus mejillas. Se acercó a él y le tomó la mano.

—Aquí la pregunta es si tú estás bien. —Arrugó el entrecejo, obligándolo a quitarse el guante cuando forcejeó contra su agarre.

—¡Es-Está bien, senpai!

—No parece rota —opinó Mirio—, pero debería verlo Recovery Girl.

—¡No es necesario, en serio!

—Yo veré si es necesario o no. Te vienes conmigo. —Tiró de su brazo.

Midoriya la siguió por los intrincados pasajes de U.A., sintiendo las mejillas arderle de pura vergüenza. Sabía que estaba aprendiendo a controlar el One for All, pero eso no significaba que podía sobrepasar sus límites sin más arduo entrenamiento. Además, de todas las personas, odiaba haber lastimado a (T/N), que siempre había sido tan amable con él y le había enseñado tantos detalles en los que aún tenía un largo trecho por mejorar.

Cuando llegaron donde Recovery Girl, la heroína le lanzó una mirada inquisidora a Midoriya, mientras lo examinaba y les explicaba que sus huesos solo habían sufrido un momentáneo apretón que, con unos cuantos antiinflamatorios por cuatro día debía pasársele, aun así, le advirtió sobre su descuido abusando de su cuerpo.

Cuando iban de salida, (T/N) se percató de un cuadro con una flor disecada. Recovery Girl volteó a verla cuando no escuchó la puerta cerrarse.

—Esa es una alstroemeria —explicó—. Me la regaló un estudiante hace mucho tiempo.

—¿Un estudiante?

—Sí. Era muy entusiasta con mis enseñanzas; luego descubrí que esas flores significan "devoción".

—Devoción... ¿En qué?

—Eso depende de la relación entre las personas que se comparten la flor. —Le sonrió.

(T/N) asintió e inclinó la cabeza para terminar de salir. Notó que Midoriya la esperaba en el vano de la puerta, analizando la flor. Luego, pasó sus pupilas hacia las de ella, bajó la mirada hasta sus manos, y fue incapaz de ocultar el sonrojo espolvoreando sus pecas.

—Senpai, voy a adelantarme.

Sin esperar una respuesta, se echó a correr. (T/N) curvó una ceja.

Eso era muy sospechoso.

Continuará~

¡Muchas gracias por leer!

N/A: La imagen mental que tengo de Mirio rebotando de un espacio a otro con su kosei se me hace parecida al juego en los parques de diversión de golpear al topo xD

¡Y Midoriya huesos locos contraataca! ¿Cómo creen que funcione el kosei de (T/N)?

Espero les haya gustado~

¡Tengan un lindo día!

¡Plus Ultra! >.<

Flores para días hermosos || BnHA x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora