capítulo 14

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Pude ver como el chofer
disimulaba una sonrisa ante los
sonoros sonidos de mi estómago y me puse roja de la vergüenza, era realmente embarazoso.

-¡por los mil demonios!-
Expresa chris en voz tan alta que
me sobresalta y de inmediato lo
vuelvo a ver. Con sus filosos
dientes hace un corte en su
muñeca, ofreciéndomela.

-Toma algo, o sino yo mismo
terminaré aventándote del carro-
Miré como la sangre comenzaba a gotear y sentí la boca seca, pero
esa era  su sangre, ni loca la bebería.

-Estoy bien. -Le respondí
perdiéndose mi mirada por la
ventana. Pero mi traicionero
estómago resonó otra vez,
odiando no tener control sobre
este.

-Toma de una maldita vez tn,
o te juro que te obligaré a hacerlo,o por el contrario haré que no comas hoy en todo el día. Te gustaría eso?-

-Prefiero morirme de hambre que beber tu sangre. -Le afirmo y me cruzo de brazos.

-Bien, nuevamente es tu decisión.-Saca un pañuelo de seda negro y limpia la herida que ya se encontraba casi sana, cuando terminó solo se veía una línea rosada que pronto desaparecería.

Seguimos el camino con el
concierto que mis intestinos
ofrecia, lo único que me alegraba
era ver como afectaba esto a chris,al menos lo molestaba de alguna manera.
Pronto divisamos un castillo, lo
conocía, era El Palacio de la
Alcaldia, aunque chris era la
autoridad suprema, existía un
Consejo vampírico, él no podía
actuar sin el permiso de ellos, o al menos contar con la mayoría de sus votos. Me estremecí, Qué
diablos hacíamos ahí? Y fue
Cuando cai en cuenta que era
lunes, día de reunión. Todos los
lunes sin falta, había junta para
decidir asuntos referentes al
reino.

Nos bajamos del vehículo, el
chofer se apresuró a abrir la
puerta y me sonrió. Lo conocía
era Timothy, antes granjero y
ahora chofer de su majestad.
Tanto él como su esposa, me
agradaban, Qué hacía
trabajando con la bestia? Me
sonrío amablemente al tiempo
que me ayudaba salir.

-Gracias Tim. -Le dije.
Entramos y absolutamente todos
con los que nos topábamos se me
quedaban viendo. Mis mejillas no
paraban de sonrojarse pero fui yo la que tomó la inteligente decisión de desafiar a
chris. Lo miré de reojo y pude ver como se formaba una sonrisa de medio lado, el muy maldito lo
disfrutaba y eso no hizo más que
enfurecerme más.
Pronto llegamos a una puerta de
madera de doble ala, dos hombres la custodiaban, la abrieron de inmediato. Ingresamos,encontrándonos con una larga mesa, rodeada de sillas.
Pude ver a mi papá y una mueca
desaprobatoria se marcó en sus
facciones, colocó su mano sobre
su sien y movió la cabeza a los
lados, fijo tendríamos una charla
al llegar a casa. La decoración era
exquisita, lujosa pero a la vez con
una pizca de sobriedad, jamás
había puesto un pie en ese lugar.
Pude sentir como doce pares de
ojos se centraron en mí.
Automáticamente me cruce de
brazos como si eso permitiera que me cubriera.
Nadie preguntó nada, ni hizo
ningún comentario, parecieron
perder pronto el interés en mí ya
que regresaron a sus posiciones.
chris se sentó en la cabecera con
los codos sobre la mesa al tiempo
que entrelazaba sus dedos,
mirándolos severamente.
El infundía temor, algunos lo
miraban con admiración, otros
con desagrado, por lo visto yo no
era la única que no lo soportaba.

-Como saben tn es mi
prometida. -Comenzó a hablar. -La traje para que se vayan
familiarizando con ella ya que en
mi ausencia, ella y su padre serán
guiénes queden a cargo.

-iY siempre vestirá de esa manera tan peculiar? -Se oyó una voz femenina cargada de reproche.
Todas las miradas incluyendo la
mía la siguieron. jMaldita sea!
Sólo eso me faltaba, la bruja de
Aranella, había olvidado por
completo que pertenecía al Consejo.

chris sonrío divertido y agregó:
-No, me aseguraré que para
futuras reuniones, la señorita
Collin venga más presentable. Nos encargaremos de eso No es así Arthur? -Pregunta a mi padre.

-Por supuesto. -Contesta él,
mirándome con reproche.
La junta fue de lo más fastidioso,
hubo un momento en que incluso
me quedé dormida, sintiendo un
leve codazo de parte de chris.
y sonoras risas falsamente
contenidas resonando en la
estancia, sin olvidara mi
estómago, que seguía la melodia,
me moria de hambre, ahora me
arrepentia un poco de no haber
tomado su sangre, De verdad me
haría aguantar hambre todo el
día? Cuando terminaron, un mesero repartió copas con vino tinto a los presentes, cuando llegó a mi, chris le indicó que no con la cabeza, y el hombre hizo una reverencia y se alejó.
Lo fulminé con la mirada
pero él me ignoro por completo y
continuó conversando con la
zorra de Aranella que me miraba.

Perdón por demorar en subir espero que les guste.😙❤


El Rey De Los Vampiros  -Christopher velez y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora