Me dolia el cuerpo por mantener
la misma posición, no era muy
cómodo estar atada de pies y
manos. Las muñecas me ardían,
efecto de las esposas de plata, no
pude dormir en toda la noche, el
frío calaba en mis huesos y la idea de saber que moriría al amanecer,me atormentaba.A quién engañaba? No quería
morir, así eso significara ser
desposada por el canalla de Chris. Las palabras de Edgar me
confundieron ¿Por qué Chris iría a mi habitación? ¿Y si fuera así? mi padre sabría de estas visitas
clandestinas, pero claro, no me
diria nada.El hombre me dejó sola en esa
cabaña, estaba tan débil por la
pérdida de sangre que no pude
soltar mis ataduras por más que
lo intenté. La sangre que Edgar me dio, solo fue suficiente para
combatir el veneno de la sangre
de muerto en mi organismo, pero no para recuperar fuerzas.¿Cómo sabía este humano tanto
de nosotros? Debía tener muchos
años estudiándonos, esperando el momento oportuno para cumplir su venganza, y tenía que ser yo la que pagara los agravios de Chris. Si lo que Edgar me contó es cierto, Chris es lo que siempre he pensado "Un monstruo", y eso solo hace que lo desprecie más.Los primeros rayos del sol se
cuelan por los huecos de las
ventanas y mi corazón comienza a latir con prisa, la cálida luz
acaricia mi rostro, siendo
pregonero de mi inevitable
muerte.La puerta se abre y Edgar ingresa, viste la misma ropa que el día anterior.
-Es tiempo. -Me indica mientras
que me libera de la silla en la cual
he estado sentada varias horas y
me levanta con delicadeza
sosteniéndome entre sus brazos.No dice nada más en todo el
trayecto, quiero gritar que por
favor no lo haga, pero la mordaza me lo impide. Pienso en Jere,incluso en papá, en Rudy, no era justo, desee con todo mi corazón por primera vez, que Chris me encontrara.Llegamos a un claro, Edgar se
detuvo y me colocó en el suelo,
aquí debió morir su esposa. Por
fin retiró la mordaza y se sentó a
mi lado.-Por favor no lo haga. -Supliqué
por mi vida con mi útimo aliento.-Están cerca. -Me contestó. -Tiene
buenos rastreadores, he estado
vigilándolos, debo darme prisa.-Edgar no, Qué lo hace diferente
a él si me mata?-Justicia. -Me responde sin
volverme a ver.Trago amargo, nada lo convencerá de desistir de esta
locura, ha tomado su decisión,
esperado pacientemente una
oportunidad para llevar a cabo
sus planes y yo se la di servida en
bandeja de plata, literalmente.Se arrodilla a mi lado, ni siquiera
tengo fuerzas para gritar o
forcejear, siento el filo de la
navaja en mi cuello, un pequeño
corte es hecho en la yugular y la
sangre empieza a emanar.Las últimas lágrimas surcan mis
mejillas, me siento cansada, cierro los ojos, la muerte me abraza, no es tan malo como pensé, quizás Edgar es mi liberador, quizás la muerte es mejor que pasar la eternidad con chris.narra Chris:
Llegamos a una vieja cabaña, con
precaución la rodeamos,
entramos pero se encuentra vacía,sin embargo la estancia huele a ella, estuvo aquí y no fue hace mucho.-Hará unos veinte minutos que se
fueron.-Me indica Royner.-¿Hacia dónde? -Pregunto
empezando a alarmarme pero
manteniendo el tono de voz firme.-Por aquí. -Gritó otro buscador
desde afuera. Veo la bolsa de
sangre sobre la mesa, aquí algo no tiene sentido.Salimos y Chais, se encontraba de
cuclillas sosteniendo una rama
quebrada y olfateándola.
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El Rey De Los Vampiros -Christopher velez y tu-
RandomTú eres mía TN . -Susurra en mi oído, erizando los vellos de mi nuca. -¡Jamás! -Exclamo, intentando zafarme de su aferre. -No puedes huir de mí. -Besa mis labios con tosquedad. -Nunca te daré mi amor. -Forcejeo, pero solo logro que me aprisione más...