capítulo 15

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de vez en cuando y me hacia un
escaneo de arriba abajo. Cómo
pudo chris humillarme de esta
manera? Ahora sería la comidilla
de toda Villa Olivia.

La sala quedó vacía, vi a mi padre
salir también y nos quedamos
solos.
Qué tal te pareció la Junta?
Quiso saber.

-Aburrida. -Respondí mirando a
través de la alta ventana que daba al hermoso lago, en el cual me encantaría estar en este mismo instante.

-Mírame cuando te hablo. -Ordenó. Lo hice, directo a los ojos, si fuera más fuerte lo mataría aquí mismo. Un abre cartas se encontraba sobre la mesa, la loca idea me ilsumbró de repente. Podía hacerlo, era de plata, si lograba atravesarle el corazón, sería todo. Claro, eso repercutiría en un juicio y posiblemente mi ejecución, pero la muerte sonaba apetecible a permanecer el resto de mis días con él.
Me acerqué con disimulo y lo
guardé en la bolsa de mi pijama.

Vienes? -Me indicó.
Asentí y lo seguí manteniendo mi
distancia, tenía que darme prisa,
si cruzaba esa puerta no tendría
otra oportunidad, lo saqué, mis
manos temblaban y se encontraban sudorosas. Vamos
tn, tú puedes. La levanté a la
altura del corazón y la dejé ir con
todas mis fuerzas, aprovechando
que me daba la espalda. No era lo
más honorable, pero me
encuentro desesperada. Lo que
sucedió fue demasiado rápido,
chris se devolvió en un pestañear
y tomó el abre cartas con ambas
manos bloqueando mi ataque. Me quedé congelada, su mirada era fría, tanto que un escalofrío me recorrió.

-De verdad tn! -Escupió con
enojo.-Ya tengo suficientes
enemigos para tener que
preocuparme por ti también. Esto es alta traición, intentar matar a tu rey, Sabes lo que esto significa cierto?-

Me arrepentí de mi actuar, soy tan estúpida, Cómo pude creer que podía lograrlo?

-Te devoveré una cucharada de tu propia medicina. -Abrí los ojos
como platos A qué se refería?
Lo supe cuando se aproximó a mí y sujeto mi mano, por más que intente forcejear, mis torpes
intentos fracasaron, en un rápido
movimiento atravesó mi mano
con el abre cartas, haciendo que
gritara del dolor. Lo removió aún
dentro de mi mano, haciendo que piel y carne se rasgaran, las
lágrimas mojaron mis mejillas y
los gritos seguían inundando la
estancia.
Nadie entró en mi auxilio, cuando terminó su tortura, lamió la hoja hasta dejarla limpia. Me sonrió triunfante y lanzó el abre cartas contra la pared, quedando
clavado en esta. Me tiró el pañuelo negro que usara para secar su propia sangre y envolví mi mano con dificultad.
Dolía mucho pero no le daría la
satisfacción de verme derramar
una lágrima más. Salimos nuevamente ante la atenta mirada de los curiosos. Nos
montamos en el auto, pensé que
iríamos a casa pero por el
contrario, chris me llevó a su
residencia.

Qué hacemos aqui? -Consulté
con la voz entrecortada.

No me contestó, me tomó del
brazo con tosquedad y me jaló,
caminaba tan aprisa que se me
dificultó seguirle el paso, así que
tropecé y casi caigo si no fuera
por su agarre.

-Siempre eres tan torpe.-Me reclama.

Abrió la puerta y casi a rastras me levó escaleras arriba, abrió una puerta y me tiró dentro, cerrando al paso, pude escuchar cómo le ponía llave. Observé los
alrededores, sólo había una
cómoda, una cama, y una mesa
pequeña con una única gaveta en
el centro con su respectiva silla.
Lo entendí de inmediato, me
dejaría encerrada para cumplir su promesa de no dejarme comer
nada, otra puerta más pequeña se encontraba entre abierta, era un baño. Corri la cortina y me alegré que en la ducha hubiera champú y jabón. Me quité el improvisado vendaje, el pijama y me metí bajo la tibia agua, restregué con cuidado la herida que no dejaba de sangrar, cuando terminé de ducharme, me envolví en una enorme toalla azul y con la otra más pequeña mi cabello. Lavé el pañuelo y lo puse debajo del seca manos eléctrico, como era de seda, secó pronto y volví a vendar mi mano. Me encontré un cepillo con el cual peiné mi enredado cabello,maldiciendo contantemente las punzadas de dolor que arremetían mi mano dañada. Me coloqué de nuevo mi pijama ya que no había otra cosa que ponerme. Estaba manchada de sangre. Ese pijama me encantaba, Jeremy me la regaló, él sabe que me gustan los osos, fue el mejor presente de todos, y aún después de tres años seguía siendo mi favorita.

Me recosté en la cama, abrace mis rodillas con la vista puesta en la angosta ventana de piedra que daba a un hermoso jardin. chris vivía también en una clase de castillo, sólo que un poco más
modesto que el Palacio de la
Alcaldía. Sus frías paredes me
hicieron tiritar, me arrolle con la
gruesa colcha buscando calor.

El cansancio, el hambre, incluso el dolor, hicieron que me invadiera el sueño, cerré los ojos, me vengaría de él, no me daría por vencida, era él o yo, pero nunca me doblegaría, juré por la
memoria de mi madre, lograrlo o
morir en el intento.

Buenas perdón que demore en subir,espero que les guste besos!!😙😘😚






El Rey De Los Vampiros  -Christopher velez y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora