capítulo 22 maratón 5/5

1.2K 91 10
                                    

Eran cerca de las diez cuando
llegamos a la Penitenciaría, ahí
encerraban y torturaban a todos
los vampiros que quebrantaban la ley. Jamás había entrado en ese
edificio, era una construcción
antigua. Dos guardas nos guiaron
hasta una ancha puerta de
madera que traqueo al abrirse,
nos abrimos paso por un largo
pasillo hasta llegar a otra puerta
más pequeña, uno de los hombres sacó una llave y la abrió, recibiéndonos unos inclinados escalones. El lugar olía a moho y humedad, se me dificultó respirar.

Llegamos por fin a otro corredor
donde ubicadas a cada lado se
vislumbraban las celdas.
Caminamos un poco mas Hasta
llegar a la útima, el mismo
guarda abrió la pesada puerta y
esperaron afuera.

-Tú no entras? -Le pregunté a
papá.

-Aquí te espero. -Se limitó a
contestar.

Entré con temor de lo que podía
encontrar, la luz era muy tenue,
escuché el sonido de grilletes, mi
vista se dirigió al lugar y con
horror vi a Jere encadenado a la
pared, sus muñecas lastimadas
por el roce de las argollas de plata,golpeado al límite de no poder abrir los ojos de hinchados, a un costado noté un profundo corte, uno de las tácticas de tortura era sangrar al vampiro y dejarlo tan débil que su cuerpo no pudiera regenerarse, con una palidez casi transparente, sus labios agrietados y rotos. Mi corazón se oprimió Cómo se atrevió chirs a tocarlo? Lo pagaría
mil veces.

Me acerqué a él con las manos
temblando de la angustia y con la
voz quebrantada lo llamé. Cuando él reconoció mi voz, trató de ubicarme pero apenas era capaz de mover la cabeza.

-Qué te hizo ese salvaje? -Las
lágrimas salieron a tropel.
-Perdóname Jere. -Tape mi boca
tratando de detener los sollozos.

-No es... tu... Culpa. -Respondió
con dificultad.

-Oh Jey.-Estallé en llanto y
coloqué mi cabeza sobre su pecho,
él intentó abrazarme pero los
grilletes se lo impedían.

-El lo pagará, te lo prometo. -Le
susurré al oído.

-t...n. -Agrego con voz
apagada.

-Mira lo que te hizo. -Toqué su
inflamada mejilla con delicadeza
y lo bese con cuidado.

-tn...

-Shhhh, no hables, lo lamento
tanto.-Volví a entregarme al
llanto, sintiéndome impotente.
Hice un pequeño corte en mi
muñeca y se la puse en la boca.

-Bebe. -Le indiqué pero él retiró la cara. -Bebe Jeremy. -Pero cerró
los labios y se negó a beber mi
sangre.

-El te lo prohibió?

Despacio asintió, de seguro lo
había amenazado.

-Me dijo. que te... haría daño.
-Terminó de decir apenas audible.

-Maldito Chris velez!-Grité, sin
importarme que me escucharan,
la puerta se abrió y uno de los
guardas ingresó.

-Se acabó la visita señorita collin.
-Me indicó con voz severa.

-No me iré de aquí. -Lo desafié

-Por favor acompáñame fuera de
la celda.-Me dijo con tono
autoritario.

-No me iré de aquí. -Repetí con
lentitud para que captara el
mensaje.

El otro guarda entró con cara de
pocos amigos.

-Tenemos instrucciones de usar la fuerza si es necesario. -Me
amenazó el más alto con mirada
intimidante.

-Adelante, los reto. -Los encaré

-Suficiente! -Exclamó papá
ingresando, de inmediato su
mirada se clavó en Jere, pude ver
una mueca de dolor pero trató de disimularlo. -Vamos a casa tn.
-Me ordenó.

-Hazlo. -Me sugirió Jeremy

-No te dejaré solo. -Me incliné
sobre él y aparté un mechón de su cabello pegado a residuos de
sangre seca en su frente.

-tn, estaré bien. -Su voz se
escuchaba llorando.

-tn no me obligues a sacarte a
la fuerza, porque lo haré. -Me
advirtió papá.

-Volveré. -Le murmuré al oído y
me puse de pie saliendo de ahí. No los esperé, necesitaba irme de ese lugar, corrí escaleras arriba y
tropecé pegando mi rodilla en el
filo de la grada. -Ahhh. -Exclamé
de dolor, pero continué cojeando
hasta llegar al primer pasillo. Me
recosté a la pared y chequeé la
rodilla, me hice un corte y
sangraba.

-tn. -Papá me llamaba, pero lo
ignoré Cómo permitió que velez
le hiciera eso a Jeremy? Es su hijo,nunca se lo perdonaré.

Llegué por fin a la gruesa puerta
pero era muy pesada no pude
abrirla. Me recosté a la pared,
para luego quedar sentada en el
frio piso. Papá no tardó en llegar
acompañada de solo uno de los
hombres, de seguro el otro se
quedó en el calabozo.

-Qué te sucedió?-Papá trató de
acercarse pero no le permití que
me tocara.

El comprendió la indirecta y abrió la puerta, salí renqueando
dirigiéndome a la salida. Mi
corazón se llenó aún más de odio
hacia velez Cómo era que mi
padre no lo veía? Hasta dónde
llegaba su lealtad al ponerlo a él
primero que a su propia familia?

Tropecé y caí por segunda vez,
pero no me levanté, sabía que
papá no se acercaría esta vez,
comencé a golpear el mosaico con furia, gritando, tratando de dejar salir mi frustración, no me di cuenta cuando los nudos de mis manos comenzaron a sangrar y no me detuve hasta que una mano tomó la mía en el aire impidiendo
que continuara.

-Qué demonios crees que haces?
-Reconocería esa voz así fuera en
la tumba. Levanté mi vista para
encontrarme con sus ojos color miel. -Qué voy a hacer contigo
tn?-Inquirió

Utilicé todas mis fuerzas y me
levanté abalanzándome sobre él,
quería hacerle daño, quería
matarlo, pero me sostuvo de los
brazos y me pegó contra la pared
sintiendo su cuerpo sobre el mío.

-Lo que le pasó a tu hermano es tu culpa, una advertencia para que no vuelvas a desafiarme,
agradéceme que no reclame su
vida. -Tú eres mía tn. -Dice él
cerca de mi oreja tomándome con brusquedad del cuello.

-Jamás.-Exclamo, tratando de
liberarme de su agarre.

-No puedes huir de mí. -Sostiene
besando mis labios con
brusquedad.

-Nunca seré tuya, podrás tener mi cuerpo pero jamás mi amor.

-Eso ya lo veremos, soy Christopher velez, Rey de los Vampiros y tú, te guste o no, serás mi esposa.

Era la primera vez que me
besaba, pero no se sintió
agradable, por el contrario,
rompió mi labio y un hilillo de
sangre me recorrió hasta el cuello.

-Te desprecio! -Le grité
mirándolo con altanería.

-Te domaré cariño, tengo toda una eternidad para hacerlo.

-Suéltame maldito abusador.
-Espeté con cólera.

-Tú no me ordenas, que te quede
claro eso. -Tomó mi cabello y lo
jaló hacia atrás obligándome a
mirarlo.

Le escupí en la cara, jamás había
sentido tanto rencor como el que
despertaba hacia Chris.

Me empujó aún más contra la
pared pero cuando me di cuenta
me soltó, cayendo sentada.

-Te di la oportunidad de hacer las
cosas diferentes tn, de ahora
en adelante ya no seré
condescendiente contigo, me
provocaste a mis límites y te juro
que te arrepentirás.

Me dio la espalda y me quedé
aturdida por sus palabras, no
tenía más fuerzas. Sentí que
alguien me cargaba, abrí los ojos
para ver a papá, no me resistí, con cuidado me puso en la parte de atrás del vehículo y nos dirigimos a casa. Qué había hecho? Nunca en mi vida había deseado tanto la muerte como en estos momentos.

Disculpen la tardanza,disfruten besos😘😘




El Rey De Los Vampiros  -Christopher velez y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora