Valentín
Bronca. Cualquier otra palabra que intentase adaptarse a lo que emanaba de mi cuerpo no se hallaría acertada.
Mi alrededor se había transformado en un infierno, infierno el cual nunca supe darme cuenta que Daniel sufría cada uno de los puto días que transcurrían.
Imagenes que sin duda a nadie le gustaría apreciar a detalle invadían mi mente. Aquellas oscuras y desgarradoras heridas que se mostraban plasmadas en el inestible cuerpo de Ribba; una extensa fila, una extensa fila de moretones que no parecía acabarse nunca, y que, al contrario, cada vez se adueñaban aún más de su delicada piel.
Oía los gritos y las incesables súplicas de Daniel en un gran intento de calmar mi paso y lograr que me arrepintiera de lo que estaba a punto de iniciar; cometido del que sin duda ambos conocíamos el resultado.
Quienes se consideraban mis "amigos", y hasta diría que hermanos en gran parte de mi vida, no demostraban más que el reflejo de una gran calma, sin culpa alguna en sus rostros, y aquello lograba hervirme aún más la sangre que circulaba por todo mi sistema, si eso era posible.
Todo a mi alrededor se nublaba, prosiguiendo con centrar mi vista en únicamente mis actuales objetivos.
No tenía conciencia en la medida de fuerza que utilizaba de tanto presionar la palma de mis manos, que formaban un puño.
Mi paso cesó.
Me hallaba justo frente a ellos
Mi mandíbula se tensaba demasiado, a tal nivel que cualquiera pensaría que aquello se manifestaba de manera peligrosa.
Uno de ellos me daba la espalda, en una clara demostración de que mi presencia no había sido anunciada en su panorama.
Posé mi mano en su hombro con una brusquedad digna de la impotencia que me generaba la situación revelada e hice que girara sobre sí mismo y me observara con obvio asombro plasmado en su rostro.
Uno de mis puños, sin perder su estructura cargada de toda mi rabia, fue instalado en su cara, borrando con aborrecimiento absoluto su absurda expresión.
Éste retrocedió un poco por aquel impacto generado y deslizó el dedo pulgar por su labio, que sangraba levemente.
Todos se transformaron en pinturas, asombrados por la acción inesperada, parecían recrear la famosa obra "El Grito de Munch"
Mis oídos concentraron en instantes una respiración agitada a mi lado.
Dani, en aquel aspecto, no mostraba expresión diferente a las demás personas de mi alrededor; aunque, quizás, la diferencia era que, clavando su vista fija en la mía, observadora de reojo, me permitía descubrir y sentir, con una opresión en el pecho, el miedo que llevaba consigo mismo en ese preciso momento.--Ehh, ¿que te pinta Valentín? --habló, sin esperar demasiado, el ganador de la primera trompada proporcionada de mi parte.
--No te hagás el pelotudo, y ustedes tampoco, manga de giles --contraataqué del mismo modo a los demás responsables, en un intento de acertar con, por lo menos, un mínimo de paciencia merodiante en mi persona.
No reconocía a los individuos que se mantenían parados delante mío, aún no procesaba el cómo podían ser tan caraduras de tomar los roles de desentendidos ante tan seria amenaza que, ellos mejor que nadie, reconocían en el fondo protagonizar; y la puta madre, manipulaban todo a la perfección, sin levantar sospechas, siquiera, de quien se supone era el más cercano a la víctima.
Acción próxima; los presentes, sin terminar de asimilar el caso dirigieron lentamente su vista al enano al lado mío.
El chico alto, principal partícipe a la hora de soltar las primeras palabras, aflojó su ceño fruncido segundos atrás y, a medida que las ideas que merodeaban por su cabeza parecían ser aclaradas, dejaba a la vista de los espectadores una gran sonrisa de blancos dientes acompañada, variados segundos, de una carcajada manifestante en evidente ironía.
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Frágil [Wosani]
FanfictionF | ~Todo tan duro y la vida es frágil, se que soy de vidrio y que puedo romperme fácil~