Sueño

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Me han mandado a la tienda, la tienda cercas de mi casa no tiene lo que busco por lo hago camino más adelante. Durante el transcurso de regreso hacia mi casa un automóvil me ha estado siguiendo, algo de mi me dice que corra y eso es lo que hago; al entrar a mi calle hay poca iluminación, eso podría ser malo, ya que si me secuestran nadie lo notara pero por suerte no es así los e perdido de vista, llego corriendo a mi casa y golpeó fuertemente la puerta.

-Madre, ¡abre la puerta!, me están siguiendo si no me abres me llevarán.
-No lo haré, y ¿si se me empujan y se meten la casa y nos matan a todos? Todos moriríamos, es mejor que solo uno muera.
-¡Pero madre!, que no te estoy diciendo que me abras, ya vienen ¡por favor abre!
-Lo siento pero no lo haré, así que vete no quiero que nos pase algo.
-¡Maldita sea!, ya vienen- la desesperación cada vez me consumen más y más. -supongo que este es mí fin. Nunca pensé que me pasaría esto.

Me alejo de mi casa, corro lo más rápido que puedo pero aunque haga eso, me alcanzarán en un par de segundos, mi corazón late a mil por segundo.

-Vamos, por aquí- alguien me toma de la muñeca con gran ternura y me lleva corriendo casi "arrastando me".
-Oye- su silueta me parece familiar e igual su voz.. ¿puede ser?
-No hables, ya casi llegamos.- lo dice con un tono de voz muy dulce.
-Pero ya me cansé, ya no me están siguiendo ¿podemos tomar un descanso?
-Ellos aún siguen aquí mira allá- señala hacia mi lado derecho, un callejón oscuro, donde están los dos hombres que me seguían.
-Tienes razón pero a este paso me terminaré cayendo.
-Ven- me suelta de la muñneca, se agacha un poco para que me lleve sobre su espalda -sube.
-No es necesario...
-No tenemos tiempo que perder Guadalupe, no seas tímida, ¿de acuerdo?- voltea y me da una cálida sonrisa... es...
-¡Eres tú! Pero ¿qué no estabas muerto...?
-Te lo explicaré después, ahorita es prioridad salvarte a tí, así que ven para acá.- me alza para llevarme entre sus brazos.
-Quizá te incomode que te lleve así pero necesitamos irnos rápido, si te lastimo avísame.

Llegamos a un automóvil que está en lo alto del cerro, abre la puerta rápidamente y con gran delicadeza me coloca en el asiento, cierra la puerta, se da la vuelta y sube, por otro lado su amigo empieza a manejar. Durante todo el transcurso del camino hay silencio, nadie dice nada; yo miro por la ventana, el camino, y en ocasiones lo volteó a ver, justo en el momento en que lo volteó a ver, él también lo hace al ver que me sonrojo, sonríe y vuelve a mirar el paisaje.

Nos encontramos muy lejos, el paisaje es lindo, pasto verde, rosas rojas y blancas, muy poca luz artificial lo cual hace que la luz de luna brille con gran resplandor. Se podría decir en sí que es un lugar con una gran naturaleza.

-Ven, caminemos- estira su mano para que la tomé.
-De acuerdo, vamos.- caminamos tomados de la mano, me provoca gran sonrojo mientras él parece estar feliz.

Llegamos a lo más alto del lugar, es impresionante la vista.

-Es hermoso, ¿verdad?
-Sí, la vista desde aquí es maravillosa, nunca había visto algo así.
-Me alegra que te guste tanto.
-Parece como si me conocieras demasiado.
-Te conozco más de lo que crees. Conozco todo lo que te gusta, lo que te encanta; en si lo que hace que tu felicidad suba al máximo, en un segundo, también tus miedos y tus tristezas.
-Me alegra escuchar eso, al menos eso creo.
-Esta bien. Por cierto me quieres preguntar algo así que adelante.
-¿Cómo es que tú...
-Cómo es que estoy aquí si estoy muerto, ¿no?
-Sí...
-Podría decirte que me dieron la oportunidad de venir a este mundo. Vi muchas cosas, las cuales en su mayoría me causaron mucha tristeza.
-Pero sólo estarás por un pequeño momento.
-Un día. Ya llevo un cuarto de día usado, aún queda tiempo.- ambos nos miramos, sus ojos reflejan un poco de tristeza.
-Dime Guadalupe, ¿eres feliz?- coloca sus manos en mis hombros mientras me sigue mirando.
-Yo...- en un instante nos quedamos totalmente en silencio.
-Entiendo. Ven- me abraza fuertemente pero con gran calidez.- Perdóname por lo que hice, no sabía todo lo que sentías por mí si me hubiera dado cuenta de todos esos sentimientos, jamás habría hecho tal cosa. Vi todo el sufrimiento que pasaste, también vi cuanto sufrieron los demás por mí.
-Te extraño, te amo...- diciendo eso me aferro un poco más a él, abrazándolo levemente más fuerte y lágrimas empiezan a caer por mi mejillas.
-También te amo pero no te pongas triste, estoy aquí para que la pasemos bien, ¿de acuerdo?- limpia mis lágrimas para después darme un beso en la frente.- Ven, sigamos caminando.

Caminamos hasta dirigirnos a un lugar aún más solitario. Llegamos a la "punta" del acantilado; el lugar es hermoso, el suelo con pasto muy verde, hay varias rosas y girasoles.
Nos sentamos, mirando la luna. El silencio es agradable, solo se escucha el susurro del viento.

Se apega a mí para después abrazarme- te quiero mucho.
Y yo a tí más- le correspondo el abrazo y una vez más lo abrazo con gran fuerza.
-Es tan lindo verte sonreír.- deja de abrazarme y coloca sus manos en mis hombros para después mirarme, de igual manera lo miro.- Sonríe siempre que puedas, ríe con gran intensidad que hasta digan: "¡ay, una bruja!".
-¡Oye! Ja, ja, ja.
-¿Qué? Lo digo enserio, no me gustaría verte sufrir por mi culpa, en cambio sería mejor verte sonreír y reír, se que no siempre sucederán alegrías pero cada que puedas has eso.
-No creo lograrlo...
-Hazlo pensando, que lo mejor que me gustaría sería verte feliz, desde cualquier lugar dónde yo esté vería esa linda sonrisa.
-No prometo nada pero al menos si haré el intento.
-Me conformo con que lo intentes. Se que no será fácil para ti. Y aunque te pidiera que me olvidarás, sería difícil para tí; ya han pasado cuatro años, y parece que cada vez más te aferras a mí.
-Yo...- bajo la mirada al instante.
-No quiero explicaciones, estamos aquí para reír no para llorar.- sube mi mirada y me da un beso cerca del labio.
-Ven, ya no me queda mucho tiempo.- estira su mano para que volvamos a caminar.
-Lo siento, pero mi tiempo aquí a terminado. Por favor sonríe, se feliz, no dejes que la tristeza te hunda- Nos abrazamos con gran fuerza y cariño.- Adiós Guadalupe.

Desparace como el estallar de una burbuja.

🌼 Aquél chico 🌼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora