Después de un viaje largo de 8 horas llegamos a California, estaba tan emocionada, y asustada al mismo tiempo. Quedé totalmente impactada al ver la casa ENORME en la que íbamos a vivir o sea mi cuarto era la mitad de nuestro baño, tenía 4 habitaciones, y una piscina OMG, era lindísima. -Te gusta? -MEENCANTAAAAAA. -Me alegra que te guste, ahora, ve arriba y elige tu habitación, empieza a desempacar tus maletas y acomoda tus cosas, te espero aquí abajo, prepararé la cena. -Si papá. Estuve viendo cuál de las 4 habitaciones era la más grande y la más bonita, al final me decidí por una mediana, con 3 ventanas donde se podía ver las demás calles y los demás edificios a nuestro alrededor, era genial. Empecé a desempacar mis cosas, el cofre que era de mi mamá lo puse debajo de mi cama y solté a Rubí para que identifique un poco la casa, en fin, pasaron como 3 horas y terminé de arreglar y acomodar todo mi cuarto, quedé satisfecha con el resultado. Mi padre me llamó para bajar a cenar y bajé corriendo porque tenía demasiada hambre. -Y bien? Si te acordaste de separar todo lo que vas a llevar mañana verdad? Es tu primer día. -¿Qué?! No sabía que mañana iba a entrar a la escuela, eso es muy rápido. -Bueno, te inscribí ayer, es para que no pierdas el ritmo. -Sí, está bien, ahora que termine subo y ordeno todo. -Gracias por apoyarme, te quiero mucho Miri. Para los que no sabían, mi padre siempre me llama Miri, es como un apodo, desde pequeña me ha dicho así. -Si, está bien, siempre te voy a apoyar en todo. Terminé de cenar y subí corriendo a mi habitación para guardar las cosas que iba a llevar mañana, aún no puedo creer que ya voy a empezar la universidad, estoy bastante nerviosa. Después de que acabé, me dispuse a ver mis redes sociales y ponerme audífonos de nuevo, tal vez eso me baje un poco el estrés. Finalmente me dormí.
Al día siguiente desperté a las 6:12 a.m, nada mal, la entrada es a las 8. Me bañé y me puse mi outfit de diario:
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Termine de arreglarme, y le dije a mi padre sí podía llevarme a la escuela, me despedí de Rubí, tomé mi bulto, me subí al auto, me puse mis audífonos, ya saben, lo normal y nos fuimos. Llegamos después de 23 minutos, y vaya sorpresa, LA ESCUELA ES ENORME! Más de lo que me imaginé. -Bueno, creo que aquí es nuestro adiós hija, busca tu habitación y tú compañero de cuarto, suerte. -Si papá, estaré bien, no te preocupes, te quiero muchísimo. -Por favor, no te distraigas, a lo que vas, si? -Si papá, estaré bien. -Okey, suerte. Sonreí. Mi padre se fue y ahora venía lo interesante, buscar mi cuarto y ver quién va a ser mi compañer@ de cuarto, estaba un poco nerviosa por todo eso, pero sabía que sería genial. Me dieron un número de habitación "103", empecé a buscarla y por fin la ví. Entré y al parecer la mitad estaba dividida para mí y la otra mitad para la otra persona que creo que es... Un chico? Había muchísimos pósters de música, de la NBA, muchos tenis y botas negras, playeras negras, uff, al parecer a este chico le gusta mucho el color negro. Y también había libros, que interesante. Tomé uno que me parecía familiar y lo abrí. -Oye! Me asusté tanto que solté el libro, y wow! Un chico súper alto y con una toalla enredada en su cintura estaba hablándome.
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-Qué estás haciendo? -Ah? Hola, lo siento, no quería revisar tus cosas, me llamo Miranda Thompson, supongo que tú eres mi compañero de cuarto. Lo miré de pies a cabeza y pues, parecía el típico chico fuckboydel cuál todas están enamoradas, genial, empezamos mal. Ignoro mi presentación y se sentó en su cama. -No piensas vestirte? -No. -Al menos cuando yo esté presente, ponte una camisa. -Acostumbro estar así, aparte, hay calor no seas arrogante. Por cierto me llamo Jean. Voltee los ojos y me dispuse a desempacar y arreglar mis cosas. Noté como no dejaba de mirarme, llegó al punto que me molestó. -¿Qué? -De qué? -¿Qué tanto miras? Eres irritante. -Quieroanalizarte. -Analizarme? A qué te refieres con... De pronto se levantó de la cama y se puso muy cerca de mí, podía oler su piel, el aroma de los chicos siempre es mi debilidad. -Qué haces? Lo empujé. -Hueles delicioso. Se me quedó viendo de manera coqueta esta vez. -Si crees que diciéndome eso ya me vas a tener a tus pies, estás muy equivocado. -¿Quién dijo que te quería a mis pies? -Olvídalo, tengo que ir a mi primera clase, podrías enseñarme dónde está el aula 201? -Deja que me vista. Iba a quitarse la toalla enfrente de mí! -OYE! No quieres ir al baño?, sigo aquí! -Si así lo quieres, así será. Entró al baño y como tenía que esperarlo me dispuse a ver sus cosas, tenía muchísima ropa negra, chaquetas de cuero, pantalones holgados y unas botas negras que me encantaban. Todo estaba ordenado, por sus pósters pude ver que le gusta el rock y el metal. Había un perfume arriba de un cajón y sí, quería saber su aroma así que loolí. -Deja de agarrar mis cosas. -Hace cuánto tiempo estás ahí?! -Como 2 minutos. -No puede ser! Lo siento. -No te preocupes preciosa, ya estoy acostumbrado a eso. -Preciosa? No me digas así, de seguro así le dices a todas. -Ni siquiera me conoces y ya andas sacando teorías malas de mí? Qué sádica. -Lo siento, pero eso parece, solo estoy siendo sincera. -Conóceme y cambiarás de opinión. -Bueno, está bien. -Qué edad tienes? -Acaso importa? -Wow, qué grosera eres. -Agh, tengo 17. -Yo 20. -Creéme que hubiera estado genial si te lo hubiera preguntado. -JAJAJAJA, me agradas. -Qué? No te entiendo, estoy siendo mala contigo, y lo hago a propósito. -Sí, pero tú forma de decir las cosas me causa gracia. -Sí, claro. Me vas a llevar a mí salón o no? -Vamos.