Capítulo 2: Jean.

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Después de un viaje largo de 8 horas llegamos a California, estaba tan emocionada, y asustada al mismo tiempo. Quedé totalmente impactada al ver la casa ENORME en la que íbamos a vivir o sea mi cuarto era la mitad de nuestro baño, tenía 4 habitaciones, y una piscina OMG, era lindísima.
-Te gusta?
-ME ENCANTAAAAAA.
-Me alegra que te guste, ahora, ve arriba y elige tu habitación, empieza a desempacar tus maletas y acomoda tus cosas, te espero aquí abajo, prepararé la cena.
-Si papá.
Estuve viendo cuál de las 4 habitaciones era la más grande y la más bonita, al final me decidí por una mediana, con 3 ventanas donde se podía ver las demás calles y los demás edificios a nuestro alrededor, era genial.
Empecé a desempacar mis cosas, el cofre que era de mi mamá lo puse debajo de mi cama y solté a Rubí para que identifique un poco la casa, en fin, pasaron como 3 horas y terminé de arreglar y acomodar todo mi cuarto, quedé satisfecha con el resultado. Mi padre me llamó para bajar a cenar y bajé corriendo porque tenía demasiada hambre.
-Y bien? Si te acordaste de separar todo lo que vas a llevar mañana verdad? Es tu primer día.
-¿Qué?! No sabía que mañana iba a entrar a la escuela, eso es muy rápido.
-Bueno, te inscribí ayer, es para que no pierdas el ritmo.
-Sí, está bien, ahora que termine subo y ordeno todo.
-Gracias por apoyarme, te quiero mucho Miri.
Para los que no sabían, mi padre siempre me llama Miri, es como un apodo, desde pequeña me ha dicho así.
-Si, está bien, siempre te voy a apoyar en todo.
Terminé de cenar y subí corriendo a mi habitación para guardar las cosas que iba a llevar mañana, aún no puedo creer que ya voy a empezar la universidad, estoy bastante nerviosa. Después de que acabé, me dispuse a ver mis redes sociales y ponerme audífonos de nuevo, tal vez eso me baje un poco el estrés. Finalmente me dormí.

Al día siguiente desperté a las 6:12 a.m, nada mal, la entrada es a las 8.
Me bañé y me puse mi outfit de diario:

Termine de arreglarme, y le dije a mi padre sí podía llevarme a la escuela, me despedí de Rubí, tomé mi bulto, me subí al auto, me puse mis audífonos, ya saben, lo normal y nos fuimos

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Termine de arreglarme, y le dije a mi padre sí podía llevarme a la escuela, me despedí de Rubí, tomé mi bulto, me subí al auto, me puse mis audífonos, ya saben, lo normal y nos fuimos.
Llegamos después de 23 minutos, y vaya sorpresa, LA ESCUELA ES ENORME! Más de lo que me imaginé.
-Bueno, creo que aquí es nuestro adiós hija, busca tu habitación y tú compañero de cuarto, suerte.
-Si papá, estaré bien, no te preocupes, te quiero muchísimo.
-Por favor, no te distraigas, a lo que vas, si?
-Si papá, estaré bien.
-Okey, suerte.
Sonreí.
Mi padre se fue y ahora venía lo interesante, buscar mi cuarto y ver quién va a ser mi compañer@ de cuarto, estaba un poco nerviosa por todo eso, pero sabía que sería genial.
Me dieron un número de habitación "103", empecé a buscarla y por fin la ví.
Entré y al parecer la mitad estaba dividida para mí y la otra mitad para la otra persona que creo que es... Un chico?
Había muchísimos pósters de música, de la NBA, muchos tenis y botas negras, playeras negras, uff, al parecer a este chico le gusta mucho el color negro. Y también había libros, que interesante. Tomé uno que me parecía familiar y lo abrí.
-Oye!
Me asusté tanto que solté el libro, y wow! Un chico súper alto y con una toalla enredada en su cintura estaba hablándome.

-Qué estás haciendo? -Ah? Hola, lo siento, no quería revisar tus cosas, me llamo Miranda Thompson, supongo que tú eres mi compañero de cuarto

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-Qué estás haciendo?
-Ah? Hola, lo siento, no quería revisar tus cosas, me llamo Miranda Thompson, supongo que tú eres mi compañero de cuarto.
Lo miré de pies a cabeza y pues, parecía el típico chico fuckboy del cuál todas están enamoradas, genial, empezamos mal. Ignoro mi presentación y se sentó en su cama.
-No piensas vestirte?
-No.
-Al menos cuando yo esté presente, ponte una camisa.
-Acostumbro estar así, aparte, hay calor no seas arrogante.
Por cierto me llamo Jean.
Voltee los ojos y me dispuse a desempacar y arreglar mis cosas.
Noté como no dejaba de mirarme, llegó al punto que me molestó.
-¿Qué?
-De qué?
-¿Qué tanto miras? Eres irritante.
-Quiero analizarte.
-Analizarme? A qué te refieres con...
De pronto se levantó de la cama y se puso muy cerca de mí, podía oler su piel, el aroma de los chicos siempre es mi debilidad.
-Qué haces? Lo empujé.
-Hueles delicioso.
Se me quedó viendo de manera coqueta esta vez.
-Si crees que diciéndome eso ya me vas a tener a tus pies, estás muy equivocado.
-¿Quién dijo que te quería a mis pies?
-Olvídalo, tengo que ir a mi primera clase, podrías enseñarme dónde está el aula 201?
-Deja que me vista.
Iba a quitarse la toalla enfrente de mí!
-OYE! No quieres ir al baño?, sigo aquí!
-Si así lo quieres, así será.
Entró al baño y como tenía que esperarlo me dispuse a ver sus cosas, tenía muchísima ropa negra, chaquetas de cuero, pantalones holgados y unas botas negras que me encantaban. Todo estaba ordenado, por sus pósters pude ver que le gusta el rock y el metal. Había un perfume arriba de un cajón y sí, quería saber su aroma así que lo olí.
-Deja de agarrar mis cosas.
-Hace cuánto tiempo estás ahí?!
-Como 2 minutos.
-No puede ser! Lo siento.
-No te preocupes preciosa, ya estoy acostumbrado a eso.
-Preciosa? No me digas así, de seguro así le dices a todas.
-Ni siquiera me conoces y ya andas sacando teorías malas de mí? Qué sádica.
-Lo siento, pero eso parece, solo estoy siendo sincera.
-Conóceme y cambiarás de opinión.
-Bueno, está bien.
-Qué edad tienes?
-Acaso importa?
-Wow, qué grosera eres.
-Agh, tengo 17.
-Yo 20.
-Creéme que hubiera estado genial si te lo hubiera preguntado.
-JAJAJAJA, me agradas.
-Qué? No te entiendo, estoy siendo mala contigo, y lo hago a propósito.
-, pero tú forma de decir las cosas me causa gracia.
-, claro. Me vas a llevar a mí salón o no?
-Vamos.

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