Apenas lo acosté se durmió enseguida.
Yo decidí darme una ducha antes de ir a dormir, estaba bastante sudada y pegajosa, así que tomé una sport, un short, una toalla y me metí al baño.
Desde el baño podía escuchar sus ronquidos, sólo me causaban risa. Mientras deslizaba el jabón sobre mi piel, recordaba aquel momento en el que canté con él, que ni siquiera yo sé cómo lo hice pero, lo hice.
Fue un momento extraño, pero la vez encantador.
Ahora estoy bastante confundida no sé qué es lo que siento por él, pero sé que ya no es odio...
No sé que hacer, por un lado me gustaría tener algo bonito con él, pero debido al tipo de persona que es, no creo que duremos mucho...
Terminé de bañarme tomé mi toalla y me vestí, después salí del baño.
Lo primero que vi fue a Jean y su largo cuerpo extendido en TODA la cama, no había espacio para mí.
Se veía tan bonito durmiendo que decidí no despertarlo.
Eran las 3:45am, todos estaban durmiendo.
Salí de la habitación, cerré la puerta muy sigilosamente para que no se despertara la bestia, y me dirigí al lago, espero y no me descubran.Llegando ahí, me senté en una roca, pero habían demasiados mosquitos ya que estaba oscuro y sin movimiento.
Levanté mi mirada y ví que había un arból muy muy alto, de pequeña le llamaba "el mayor", supuse que ahí ya no habrían mosquitos.
Subí al árbol, y me senté en una de sus ramas más altas. (esto es normal, desde pequeña sé trepar árboles).Desde aquí se puede ver todo el lago y la ciudad, es hermoso.
Nunca había salido de mi país, y nunca pensé que la primera vez que lo hiciera estaría en California.
Bajé mi mirada hacía el lago, no es la primera vez que vengo a este lugar, cambiaron muchas cosas.
Recuerdo que llegué a venir aquí con mi madre, siempre nos sentábamos en la roca junto al árbol mayor (en el cual estoy sentada yo ahora mismo).
En verdad la extraño...
Desearía que me dijera que hacer, que me dé consejos, con Jean...
De pronto, empecé a llorar...
Aún duele no tener a mí mamá...Pero toda mi tristeza cambió a un miedo grande al escuchar que la rama detrás de mi se movió...
-Qué haces aquí?
-AY DIOS MÍO!
-Perdón, te asusté?
-Cómo subiste sin que me diera cuenta?
-Por la parte de atrás, lamento haberte asustado.
-Está bien, no te preocupes. Dije con una mano en mi corazón.
Mateo.
-Puedo hacerte compañía? espera, estás llorando?
-Qué? no, no, para nada, estoy bien. Bajé la mirada.
-Segura? oye, mírame.
Tomó mi rostro con sus grandes manos e hizo que le viera los ojos, tonalidad, azul celeste.
Puedes confiar en mí...
Quedé en shock.
Es muy guapo.
Parece dios griego.
-Lo sé... Dije en voz baja.
-Entonces, me dirás?
-Es una larga historia...
-Tenemos toda la noche...
Se acercó a mí, y no dejaba de verme a los ojos...
Yo no puedo soportar eso, soy una de esas personas que tienen fobia de mirar a las personas directamente a los ojos.
Enseguida mi respiración comenzó a acelerarse.
-No sé por donde empezar...
-Tal vez deba ayudarte...
Me miró a los labios y me besó.
Tomó mi cintura de una manera tan delicada y suave, que me puso nerviosa al instante.
Solo le seguí el beso y, no dije nada más.
Cuando se separó de mí, pegó su frente con la mía y dijo:
-Lo siento, tenía que hacerlo, ya no aguantaba más... Con la voz entrecortada.
-Yo...
Estaba muy oscuro, pero podría asegurar de que estaba roja.
Como no veía nada, solo pude sentir que tomó mi cuello y empezó a besarlo...
Yo no sabía que estaba pasando...
Así que solo me dejé llevar...
No sé como estaba dejando que me haga todo eso...
-Ah...
Solté un pequeño gemido, creo que no debí de hacerlo, eso solo hizo que lo calentara más.
Empezó a pasar una de sus manos en mi pierna derecha, hasta llegar a mis múslos.
No podía ver nada, solo sentir.
Vaya que sabe hacer esto.