Tomé mi ropa y me metí al baño.
No podía dejar de pensar en él y su cancioncita.
Es ridículo.
Tomé mi shampoo favorito y me lavé el cabello, pero de pronto empecé a ver como un líquido verde salia de ahí.
-AHHHHHHHH! Grité.Narra Jean:
JAJAJAJAJA, una pequeña bromita.
-Qué pasó? Me aguanté la risa*
-Qué putas hiciste?!
-Vaya lenguaje.Narra Miranda:
Enrollé una toalla a mis hombros y abrí la puerta fuertemente.
Lo miré enojada y directo a los ojos.
Ahí estaba, tirado en su cama de tanta risa.
-Qué-hiciste?
-Solo es un poco de colorante, no exageres.
-Acaso yo toco tus cosas?
-Agarraste mi perfume sin mi permiso.
-Eso ya tiene meses!
-Y? fue una falta de respeto.
-Creo que tú no eres el que debería decirme eso, ya que no hay día que no me faltes al respeto.
-Osea, coquetearte es una falta enorme de respeto?
-No solo haces eso.
-Y que hago?
-Tú sabes de tus propios actos.
-Pfff, hablas como una señora de 40 años.
-Te importa?
-Me da risa.
-Bien por ti.
-Por qué saliste así?
-Así cómo?
-En toalla.
-Salí a reclamarte tu pendejada.
-Solo a eso?Narra Jean:
Me acerqué a ella lentamente.
Quería besarla, se veía tan linda recién bañada, y olía delicioso, excepto por su cabello verde JAJAJAJAJAJA.Narra Miranda:
-Sí, solo a eso. Sonreí y lo empujé levemente.
Tomó mi brazo y me quitó mi scrunchie, uno de mis favoritos.-Cómo jodesssss, dámelo!
-Cuida tus palabras niña bonita.
-Me lo regresas? Por favor?
-Lo pensaré, es bonito.
Juntó todo su cabello y lo amarró con mi scrunchie.
-Cómo me veo? Hizo una pose de niña fresa.
-Ridículo.
-Qué honesta. Desgraciadamente para ti, todo me queda bien.
-Qué creído eres.
-No me creo, soy.
Volteé lo ojos.
-Parece como si tuvieras una palmera en la cabeza.
-JAJAJAJA.
-Dámela, ataré mi cabello.
-Me la regalas?
-Obvio no, es mi favorita, tengo más, buscaré una para ti.
-Yo quiero esta, es muy bonita.
-Por qué crees que es la que más me gusta?
-Te la doy, pero con una condición.
Suspiré.
-Cuál?
-Bésame.
-No empieces.
-Por favor.
-Ay dios, lo dices en serio?!
-Por qué no?
-Creí que estabas jugando.
-Uno rápido, si?
-Por qué quieres besarme, estás loco?
-Tú no quieres?
-No.
-Segura?
-Sí.
-Entonces, dile adiós a tú scrunchie.
Jean salió corriendo del cuarto y yo no podía ni asomarme por que estaba en toalla, no sé a donde se fue pero lo veré luego, ahora tengo que ponerme ropa.
No entiendo como puede hacer tanto frío de noche, en la mañana estábamos a 44 grados, y ahora supongo que estamos a -0.
Me vestí y me puse esto:Me puse demasiado perfume, en mi hoddie, y también en mi cuello.
Son las 7:30, la fogata es a las 8, estoy a tiempo.
Salí de la habitación, le puse llave y me dirigí a encontrar a Jean.Me topé con la maestra Nadia en el camino.
-Ay Miranda!, que susto!
-Lo siento maestra, estaba buscando a Jean, lo ha visto?
-Si, está sentado en una orilla del lago, esperando a sus amigos creo.
-Está bien, muchas gracias maestra.
Llegué al lago y no había rastro de él, sólo vi a Orson, decidí acercarme y hablarle.
-Hey, Orson!
-Hola Miranda!
-Oye, sabes dónde está Jean? Tiene uno de mis scrunchies.
-Te refieres a la liga que trae puesta en su cabello?
-Aún la tiene en el cabello?
-Sí.
-Qué ridículo.
-JAJAJA, estaba aquí hace un rato pero fue a su habitación a bañarse y prepararse para la fogata.
-Ah si? No podrá entrar.
-Por?
Saqué de mi bolsillo de mi pantalón las llaves y sonreí.
-Vaya, creo que está afuera esperando como idiota.
-JAJAJA, si, mejor voy a verlo, fue un gusto hablar contigo Orson, espero que podamos llevarnos bien el resto del año.
-Sí claro, ya tienes mi confianza, cualquier problema puedes contar conmigo, ah y, dime Padilla.
-Gracias, Padilla. Sonreí.Corrí hacia la habitación.
Se veía tan idiota sentado en el piso JAJA.
-Hasta que te encuentro.
-Llevo media hora esperando a que regreses.
-Ese no es mi problema.
-Dame las llaves tengo que bañarme se me hace tarde.
-No te las daré.
-Perdón?
-Dame mi scrunchie.
-Sigues con eso? Dije que es mío ahora, no vez que la traigo puesto?
-Por cierto, por qué aún la tienes en el cabello? no tienes vergüenza alguna.
-Me gustó, qué tiene?
-Entregamela.
-Primero abre el cuarto.
-Primero dámela.
-Nop.
-Ay, Jean!!!
-Si?
-Dame eso.
-Abre el cuarto.
Volteé los ojos y suspiré.
Apenas abrí el cuarto, Jean entró corriendo y se encerró en el baño.
(Aquí no hay baños separados, en nuestra escuela sí, así que solo tenemos uno y hay que compartirlo)
-JEAN YA BASTA! ME VOY A HARTAR Y TE VOY A DAR UN GOLPE EN DONDE MENOS TE LO ESPERES!
Dije golpeando la puerta fuertemente.
-Cuando salga te la doy.
-No la vayas a mojaaaaar!
-Prometo cuidarla.
Suspiré y me senté en mi cama a esperarlo.Hasta que salió.
-Ya era hora, tardaste como una hora y media, qué hacías?
-Bañándome?
-Como sea, dámelo.
-Y bien?
-Y bien qué?
-No vas a besarme?
-Ya hablamos de esto, Jean.
-Y qué?
-No puedo. Dije rendida.
-No puedes o no quieres?Narra Jean:
La acorralé contra la pared y la miré a los ojos fijamente.
En realidad quería ese beso, más que a nada.-No puedo... dijo.
Me acerqué a sus labios lentamente.
Sentí su respiración, estaba nerviosa.
Aún así se niega a aceptarlo.
-Basta.Narra Miranda:
Lo empujé, no iba a aguantar más, ya estaba demasiado nerviosa...
De repente ví...
-Qué estás haciendo?!
Metió mi scrunchie en sus shorts!
-Ya que te niegas a mi petición, ven por él.