Touch Me.🔥

Capítulo 4.

Narra Miranda:
Apenas entré al cuarto, me tiré en mi cama y me quedé dormida. Estaba muy cansada, ni siquiera cené.
Me desperté, prendí mi celular y eran las 2:45 a.m. miré al lado de mí y Jean no estaba en su cama, supuse que fue al baño.
De repente me dieron ganas de ver mi cofre, lo saqué debajo de mi cama y lo abrí.
Me puse a ver fotos de cuando era pequeña, cuando estaba con mi mamá.
A veces pienso, que me gustaría que ella siguiera aquí, que me diga que hacer, que me dé consejos, obvio todo eso lo hace mi papá, no hay problema, pero, también la necesito de vez en cuando.
Me puse a llorar, soy muy sentimental.

Estaba en eso cuando oí la puerta del baño abrirse. Era Jean, así que guardé rápidamente el cofre y lo pusé debajo de mi cama otra vez.

Uy, hola, creí que estabas dormida. Oye, qué sucede?
Narra Jean:
Cuando salí del baño la ví, pero como que algo no estaba bien, sus ojos y mejillas estaban rojos, supuse que estaba llorando y enseguida me preocupé.
No entiendo que me ha hecho esta chica como para preocuparme demasiado, apenas la conozco, y jamás me había preocupado por una chica.
Sus problemas me daban igual.
-Estás bien?
-Si.
-Puedes contarme si quieres, aquí estoy.
Narra Miranda:
No quería contarle nada, no tengo por qué, apenas lo conozco.
Tampoco quería mirarle a los ojos, sabía que iba a caer.
-Hey, qué tienes?
Olvídenlo, ya lo hice.
Sus ojos cafés son muy seductores, me gustan. Aunque no le respondí.
-No vas a contarme?
-No, por qué no tengo nada.
-Bueno, está bien.
Narra Jean:
Se volteó, y no dijo nada más.
Al cabo de unos minutos, ya estaba completamente dormida así que, me acerqué a su oído.
-Buenas noches preciosa.
Narra Miranda:
Si logré escuchar lo que me dijo pero me hice la tonta.
Después de unas 3 horas, empezó a llover.
Había truenos y relámpagos súper fuertes, no podía dormir así.
-Jean...
-Hmm?
-Estás despierto?
-No lo estaba pero ahora sí.
-Lo siento, no puedo dormir.
-Yo tampoco.
Encendió su lámpara para darle un poco de iluminación al cuarto.
Su lámpara era tan cool.
-Voy al baño.
-Si, está bien.
Mientras se fue, me puse mis audífonos y reproducí una canción. Eso me calma, tal vez así ya pueda dormir.
Cuando Jean volvió, se acostó en mi cama.
-Qué haces?
-Tranquila, no haré nada más que dormir, así ya no te sientes tan sola.
Le creí y cerré los ojos.
De todas formas si sentía sus manos en alguna parte donde NO iban, lo golpeaba.
Cuando desperté, estábamos abrazados, no sabía como pasó, ni como lo hice, NO PUEDO CREERLO!
Quería hacer que me suelte, pero me tenía apretada y su pierna estaba en mi estómago, no sé por que no sentí nada.
Me volteé, para decirle que me suelte y quedé muy cerca de su cara. Es realmente guapo, enserio, para que miento.
Bajé mi mirada hasta sus labios grandes y rosados, no puedo con ese piercing, es muy sexy, hasta cuando duerme.

Sentí una perras ganas de besarlo, agh.
Me acerqué y sí, lo besé.
Ya iba a separarme por que no quería que lo note.
Pero de pronto sentí su mano en mi cintura y pegó su cuerpo con el mío, de manera que mis brazos quedaron en su abdomen. Agarró mi cuello, evitando que despegue mis labios de los de él. Y me besó.
Cada vez iba acelerando el beso, mientras yo como estúpida no podía ni moverme. Aunque lo admito, me gustó, pero no iba a dejar que pasé a más.
Así que moví mi rodilla y lo golpeé en su estómago. Enseguida me soltó.
-AHHHH, QUÉ TE SUCEDE?!
-Cómo te atreves a besarme SIN MI PERMISOOOO?!?!
-Pero si tú empezaste, no veo cual es el problema.
-Yo no quería besarte!
-Pues lo hiciste, la próxima vez no me tientes.
Narra Jean:
Me acerqué a ella y la miré directamente a los ojos.
-YA VETE A BAÑAR!
Reí.
-Estás toda roja.
-No he cierto!
-Mírate.
Narra Miranda:
Ptm, si estaba roja.
-Te odio!
-Yo te quiero más, por cierto me gustó mucho el beso.
-QUÉ ESTÁS DICIENDO?!
-Puedo darte otro?
-NO!
-Ándale, no terminé.
-PUES YO SÍ!
Me bajé de la cama corriendo, tomé mi ropa y me fui a encerrar al baño.
Estaba bañándome y no podía dejar de pensar en eso, que estúpida soy. ¿Por qué no me asignaron con una chica?
No sé que es lo que voy a hacer, no puedo creer que me haya besadooooo!
Me puse a gritar, insúltandome a mí misma.
-Oye estás bien? Por que si tienes miedo de bañarte sola, yo te acompaño.
-DÉJAME!
Terminé de bañarme y salí del baño.
No ví a Jean por ninguna parte, así que me senté en mi tocador y me empecé a maquillar.
Ya estaba bañada, vestida y maquillada. Aún era temprano.
Decidí ponerme esto:

-Si te han dicho que tú perfume huele delicioso?
Me asusté y caí de mi silla.
Ví a Jean acostado en mi cama y con mi perfume!
-Cuándo llegaste!? DAME ESO!
Narra Jean:
Me paré y subí mi brazo para que no alcanzará el perfume. Es alta, pero no lo suficiente como para alcanzarme.
-Basta, dámelo!
-Agárralo.
Reí.
-¿Quieres que te golpee otra vez?
-Inténtalo.
Narra Miranda:
Me dispuse a darle un buen puñetazo en la cara pero, AGARRÓ MI MANO!
-Ya no va a ser tan fácil nena. Tal vez me sorprendiste a la primera, pero ya no.
Narra Jean:
Tomé su mano y la giré, tirándola al piso. Una de muchas llaves que sé.
Quedé justo encima de ella y entrelacé mis manos con las de ella.
Narra Miranda:
Tenía la respiración agitada, por qué no me esperaba para nada que haga eso. Intenté empujar sus manos, pero era imposible, sí que es fuerte.
-Quién dijo que no sé pelear?