Capitulo 28.

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Jess.

Llegamos a la calle donde está la casa de la señora Lincoln, las rejas que protegen la casa están llenas de enredaderas frondosas que le aposta privacidad al exterior de la casa. Lizzie que se encuentra mirando la calle me dice:

-Es un detalle muy único a la vez de hermoso, teniendo en cuenta que vivimos en una ciudad en la que tenemos que viajar horas para ver algo verde y natural. El central park no es suficiente.

-Sí, es verdaderamente hermoso –Le digo, observo que Brian está concentrado en su teléfono. Lizzie se mueve junto a mí haciendo que la observe, guarda el estuche de la joya dentro de su bolso tipo sobre. El auto cruza y se detiene junto a una casilla de vigilantes y thomas baja el vidrio para anunciar quienes somos, Brian agrega:

-Faltan Dexter y Steffan Reynard, señor.

-Está bien joven –Le dice el anciano- Estaré pendiente.

-Gracias. Vienen casi detrás de nosotros, no deben de tardar más de cinco minutos. Buenas noches.

Avanzamos unos diez metros hasta donde terminaba el terreno con una diferencia de tamaño, la casa estaba en un nivel más bajo y tendríamos que subir unas escaleras de pocos escalones.

Brian abrió la puerta para lizzie y para mí. Yo baje primero y me acomode la ropa por si se había salido de lugar, lizzie copio mi acto.

-Estas verdaderamente hermosa lizzie, ese vestido te queda increíble.

-Gracias, tú también te ves hermosa.

Los tres comenzamos a caminar hasta las escaleras y entre conversaciones llegamos a la cima. El sonido del motor de un auto me hizo voltear, luego a mis acompañantes. No reconocía ese Aston Martin color rojo Ferrari pero en cuanto se estaciono junto a la camioneta y la puerta fue abierta pude observar a un Dexter embutido en un traje elegante. Algo en su apariencia me molesto, era el hecho de que el casi nunca llevaba un traje fuera de la oficina y eso me dejaba aún más en claro que él había cambiado o dejo de fingir, una de dos. Hasta su peinado lucia distinto pero no había identificado el que. También tenía que resaltar que no había en la apariencia alguna de estar cansado enfermo o descuidados. Había desaparecido esa barba de pocos días y hasta las ojeras que esta mañana poseía. Parecía un modelo de lo más masculino.

-¿Alguien me explica quién es ese que usa traje?

-Abuela no te hagas, es Dexter.

-Mmm, no me parece, el nunca usa traje fuera de la oficina ¿Qué le está pasando? Primero se aleja de ustedes tres y ahora ¿cambia su estilo?

-Hablaremos más tarde, no es el momento lizzie.

Ella no responde.

Nosotros, que seguíamos en la cumbre de unos pocos escalones que daban a la casa de la señora Lincoln, vimos como descendió el anterior nombrado y saludo con la mano antes de darle la vuelta al auto para que su acompañante bajara. Adelaida se había puesto un vestido blanco que le quedaba como un guante, su cabello estaba suelto y tenía un maquillaje discreto. Ver su cuerpo tan fino me hacía sentir gorda pero ignore ese sentimiento de inseguridad que me embargo.

-¿Y ella quién es?

Sabía que Dexter vendría ya que yo le había avisado, pero no esperaba que viniera acompañado. Ni siquiera se había tomado la molestia de preguntar si podía llevar acompañante. Solté un suspiro de frustración, a la vez de molesta, y Brian, que se encontraba en el medio de Lizzie y yo, me tomo de la mano como para dejarme claro que él estaba allí y que todo estaría bien. Solté un respiro y le mire y muy bajo le susurre:

De ninguno o de los tres -WATTYS 2020-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora